Capítulo único.

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—Vendeme a tu novio. —Lydia escucha detrás de ella, lo que la hace detenerse de salir de la sala en donde habían estado hablando los cuatro: Derek, Stiles, Scott y ella. El reencuentro había surgido en un mal momento, pero se pusieron un poco al día mientras planeaban cómo detener a los villanos de turno. Stiles y Scott salieron adelante luego de eso, Lydia iba detrás de ellos cuando Hale le detuvo con sus palabras.

—¿Qué? —se voltea a ver al azabache, no puede evitar formar una mueca de confusión en su rostro. Siente que ha escuchado mal, pero Derek ha hablado de forma tan clara.

—Stiles. —Derek se acerca a Lydia, cruza sus brazos y mira a la pelirroja con demasiada seriedad. —Vendeme a Stiles.

—Stiles... —Lydia señala hacia la puerta. —¿Mi novio? —quizás no se habían puesto tan al día, porque se le había olvidado (tanto a ella como a Stiles, al parecer) decirle a sus amigos que ellos ya no estaban en una relación. Las cosas no funcionaron de esa manera, así que regresaron a ser sólo amigos. —¿Quieres que te venda a Stiles?

Girando los ojos con exasperación, Derek tensa sus brazos y responde un aburrido "Sí".

Lydia no comprende qué quiere decir el hombre lobo con eso, ni siquiera es algo legal vender personas, pero pregunta: —¿Por cuánto? —tiene curiosidad de la cantidad de dinero que Derek ofrecería por Stiles.

—¿Cuánto quieres? —Hale toma una postura de negocios, listo para dar todo lo que la pelirroja pida a cambio de Stiles. Cuando volvió a ver al chico, recordó todo lo que había sentido por él antes de irse de Beacon Hills, pero al parecer era muy tarde porque estaba saliendo con Lydia. Sin embargo, no iba a desaprovechar una oportunidad de oro, así que debía sacar a la chica Martín del camino.

Lydia sonríe con superioridad y apoya las manos en la mesa entre ellos para mirar airosamente a Hale. —Mil millones.

[...]

Stiles, preocupado de que sus amigos no hubieran salido aún, cuando se suponía iban detrás de él y Scott, se regresa a la sala de la veterinaria donde habían estado hablando. Se pregunta qué los detuvo, escuchándolos discutir sobre algo cuando llega a la puerta. —¿Qué hacen? —cuestiona sorprendiendo a ambos.

Y, parándose derecha, Lydia ondea su cabello hacia atrás y gira a verle. —Discutimos tu precio.

Por un segundo, Stilinski se queda perplejo. Mira a Lydia y a Derek, quien no dice nada, preguntándose si escuchó bien. —¿Mi precio? -pregunta a medias.

—Si. —Lydia es de nuevo la única que habla del dúo antes de que Stiles llegara. —Derek quiere comprarte, pero está siendo bastante avaricioso sobre cuánto quiere dar a cambio. —luego acusa y cruza los brazos. —Quizás no te quiera tanto como dice.

Sus palabras se ganan un gruñido de advertencia, además de una mirada de amenaza que no le afecta en absoluto.

—¿Qué? —Stiles debe preguntar como tonto, porque todo el asunto se salia de su comprensión.

Lydia chasquea la lengua y procede a explicar. —Derek cree que seguimos siendo novios, me pidió que te vendiera a él porque le gustas. Pero no esta poniendo de su parte. Cree que vales menos del millón.

—¿Disculpa? —pasando de ver a Lydia a Derek, Stiles frunce el ceño en indignación. —Amigo, yo valgo más que eso. —se defiende a sí mismo dando un paso más cerca de Lydia. —¡Pero eso no es lo importante aquí! —extiende sus brazos siendo dramático. —No puedes comprarme ¿en qué año crees que estamos? Y ¿Por qué le pagarías a Lydia para salir conmigo? Ya no estamos saliendo.

Ante el dato, Derek le da una mirada a Lydia, quien sonríe divertida. —Bueno, esto ya no me incumbe. —ella se despide zafándose de la situación.

Solos, Stiles y Derek quedan en un silencio que no dura mucho. —¿Comprarme? —el castaño cruza los brazos y ve al hombre lobo frente a él, juzgándolo con la mirada.

Hale desvía la vista, sintiéndose tonto. Había hablado por impulso, es que no creía que hubiera otra forma de deshacerse de Lydia, aunque al parecer había sido innecesario porque ellos ya no estaban saliendo. Realmente no estaba pensando claramente cuando mencionó aquello. Stiles realmente le gustaba, y su pequeño reencuentro le había hecho sentir que no podía volver a perder eso que había entre ellos. —Lo dije sin pensar.

—Lo creo. —Stiles concede descruzando los brazos. —¿Quién en su sano juicio diría tal cosa?

—Lo siento. —el azabache no tiene nada más que decir, se siente tan avergonzado.

—¿Por qué dijiste eso? ¿Por qué quisieras comprarme? Aclaro que eso no es posible, y si lo fuera, no podrías pagarme.

—Es que me gustas.

—No sé si, en ese caso, todo se vuelve menos o más aterrador. —Stiles se burla en vez de asombrarse por la confesión de Derek. La verdad, es que ya lo sabía, sólo estaba esperando que el hombre lobo diera el paso. Aunque no se había esperado algo tan extremista como "comprarlo" —Hay formas menos extrañas de confesarse.

—Lo sé, pero Stiles... —acercándose al humano, Derek toma aire. —Me gustas tanto que pagaría cualquier precio por ti.

—No necesito ser hombre lobo para saber que me mientes, lobito. —con un dedo apoyado en el pecho de Derek, Stiles se inclina cerca de este y dice: —¿No estabas discutiendo con Lydia para pagar menos por mi?

—Es Lydia, no necesita más dinero del que ya tiene. —Derek se queja en un gruñido bajo.

Stiles ríe estando de acuerdo con él, pero reprochandole de igual manera. —Está bien. —suspira, haciendo al hombre lobo frente a él, preguntarse qué "estaba bien". Sosteniendose de los hombros de Derek, Stiles se impulsa con la ayuda de la punta de sus pies para alcanzar perfectamente el rostro del azabache y poder besar la punta de su nariz sin ningún problema. —Podremos hablar de mi "precio", personalmente más tarde. —bromea atrapando la mirada sorprendida de Derek. Amaría poder inmortalizar esa expresión en su rostro, pero no tenían tiempo para eso. —Primero salvemos está ciudad, otra vez.

Y Derek no dice nada de inmediato, pero acepta la idea de conversar luego de resolver los problemas que Beacon Hills siempre atraía. Está vez, estaba dispuesto a ofertar hasta su alma a Stiles.

Fin.

Mil millones. [sterek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora