Parque Central Celsus – Celsus City
Mayo de 1906
Rise, una simpática chica de vestimenta única con su sombrero de ala larga negrecido, esperaba a alguien en el puente de piedra caliza en el centro del parque, apreciaba la tarde radiante sin nubes en los cielos. De tanto esperar, no aguanto el hambre sacando de su pequeño bolso un sándwich cuatro quesos, lo cual estaba frio por la espera de ser devorado. No le dio importancia y se lo comió. Aquellas migas de pan, cayeron lentamente abajo el puente. Un par de gansos se asomaron bajo ella en busca de más. No se había percatado que era un lago, de tantas algas que surgía de ahí, mientras se desvanecían por la presencia de los gansos, logro ver su reflejo en el agua calmada. Permaneciendo pensativa por varios segundos.
—¿Pensando en la inmortalidad del cangrejo? —. Pregunto Andanela, tras su llegada.
—¡Por fin llegas...!—. Menciono Rise.
—He estado un poco ocupado... ¿Cómo está tu madre? —. Pregunto posando al lado de ella.
—Pues... bien.
—¿La has ido a visitar? —. Pregunto frunciendo el ceño.
—Si la visito, de hecho, todos los días. Solo que me cuesta sacar tema de conversación —. Sintiéndose presionada.
—Habla con ella, no importa que te hable de lo mismo—. Aclaro mostrando una sonrisa.
—Bueno sí. Es lo que hago... Fui a verla antes de venir—. Aclaro ella. —Aun no entiendo porque, tú no la visitas—. Continuo.
—Pronto la veré. Estoy trabajando en ello—. Respondió mostrando una sonrisa. — ¿¡Y... lograste buscar más información!?—. Continuo, recostándose de espalda en el puente.
—Pues... la verdad no sé si te sirva. Marcelino, me entrego estos otros de la biblioteca—. Respondió entregando el bolso. —Seguiré buscando, y te aviso—. Continuo, mirando con añoranzas el bolso cedido.
—¿Qué pasa?
—Siento que me ocultas algo, los veo tus ojos.
—¿De qué estás hablando? —. Mostrando cierta inquietud.
—Aun no me has dicho para que son los libros. Y parece ser que ninguno resulta ser útil. De seguro esos que te di, ni siquiera te servirán—. Con un gesto desalentado.
—¿Y cómo sabes eso?
—Porque siempre que nos vemos, me pides que te consiga más. Sin saber para qué son.
—Ya sabes lo que tienes que hacer—. Entregándole a Rise, un pequeño papel. — Si consigues más información, esta es la dirección—. Se dio la vuelta y se marchó.
—De acuerdo—. Susurro marchándose igual.
Rise, no dejo que eso le desmotivara el día, alzo la mirada y siguió adelante.
—Feliz tarde, señorita—. Dijo un niño junto a un hombre, montados a caballo del lado contrario, ella volteo la mirada, al notarque aun esperaba su respuesta, le mostro de manera burlona el pircing de sulengua, aquel niño se llevó una sorpresa riéndose juntos hasta separarse.
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Los Alquímicos: INICIOS
Ciencia FicciónCuenta la historia del detective Miguel Ángel, quien a principios de la década de 1906, viaja a Celsus City, la ciudad de la alquimia. Para interrogar a un asesino misterioso, queda atormentado al darse cuenta que muertes paranormales ocurren mientr...