Mrs Baker Alonso's ❣️ Mireia Campdelacreu Ortega ❣️✅

Un adiós que echaré de menos| parte uno - 019

º· 02 de abril del 2022·º

Daven McClaire Alonso

Cuando despierto en la cama, el cómo llegué a ella es borroso para mí, no recuerdo nada más, luego de que me quedé dormida en el coche a la vuelta.

Me pongo de pie, y las zapatillas de ir por casa y bajo a la primera parte de la caravana, donde nos estamos quedando y los veo a todos despiertos, desayunando.

Algunos lo intentan, otros se desperezan y se miran lo que hay y yo, acabo de bajar.

—Buenos días, gente.

—Despertaste.

—Lo has notado Sherlock, felicidades.

—Está Daven... — mi prima se ríe luego de decir eso, como si hubiera dejado de ser así hace tiempo y hoy regresará.

Luego, de que nada me apetezca, me siento en el balancín con mi libro y me merco mientras leo.

—¿Cuándo os vais?

—A las seis.

Miro a mi prima y asiento, quedarme sola aquí con Sasher, me da sensaciones diferentes, pero algo nunca falla, la piel se me estremece y el cuerpo vibra.

No es de miedo, ni de nervios. Creo que estoy en unos problemitas llamados, no corras del amor.

Siento que no puedo volver a caer, pero cuando lo he tenido cerca, cuando lo veo de lejos o simplemente, hablamos.

Me tiembla el cuerpo en bonitas sensaciones, en sentimientos que temía volver a sentir.

Pero él siempre lo ha puesto fácil y yo me he sentido libre con él, nadie ha forzado nada y ha sido natural.

Solo espero que él sea, el para siempre en mi persona. Que sea.

El amor de mi vida.

Luego de desayunar, aprovechamos que es el último día de los demás y vamos al pueblo de al lado a pasear.

A la que llegamos, y bajo del coche, mis piernas parecen el brazo de quién ha tenido que dejarlo quieto para no molestar al que ha usado su brazo de almohada.

Deslizo mis manos por mis piernas y masajeo mis rodillas, cuando me levanto de estar medio agachada, siento un pinzamiento, pero lo dejo pasar, al mirar a mi lado derecho, veo que Sash me mira sonriendo y sin darme tiempo a reaccionar, mis labios se estiran en una sonrisa cerrada.

—¿Y los demás? — me los señala y los veo cerca de un puente que da al rio que cruza el pueblo.

>> —¿Vamos? — asiente y me ofrece una mano. 

Nos acercamos a ellos, y abrazo a mi primo por la espalda, rodeándole la cintura con mis brazos y mis manos cruzadas entre ellas.

—Devs...

—Os echaré de menos cuando vuelva...

Él, hace que deje de abrazarlo y se gira para mirarme bien, luego, les pide a los demás que nos esperen aquí y me coge una mano para irnos, al bar de enfrente.

Una vez adentro, pedimos dos coca colas, y mientras esperamos, él me pide; que me pasa y yo no encuentro las palabras para contarle.

Solo siento como un nudo gigante, se instala en medio mi garganta y me exprime el aire que puedo respirar.

—Daven... ¿Qué pasa?

Una mirada vale, para que en milisegundos mis ojos se llenen de lágrimas, luego él, me coge las manos y con sus pulgares empieza a darme caricias en ellas.