No juegues nunca, nunca con tus amigos.
Maia Adams.
En todo el receso Robin y yo nos mirábamos pero yo era quien apartaba la mirada más rápido, ya que por alguna razón, su mirada me ponía nerviosa.
-¿Y que opinas de mis amigos? -me preguntó Finn cuando íbamos camino a la siguiente clase, ya que nos tocaba juntos.
-La verdad me parecieron muy buena onda, y los dos fueron muy lindos conmigo. -le dije rápidamente.
-Que bueno, la verdad me caíste muy bien aunque me hayas dicho idiota en pocas palabras cuando te tiré fuera de clase de español.
-Lo siento, me alteré. Pero si me lesionaste los dedos, imbécil.
-Pues lo siento.
-Meh, no le tomes mucha importancia.
Llegamos a clase de biología y entramos los dos juntos por la puerta.
Al entrar todos dirigieron las miradas a nosotros y pude reconocer a algunos compañeros de la clase de español.
Inmediatamente cuando el profesor dio inicio a la clase todos voltearon la mirada a sus libros.
Esta clase mencionamos bastantes temas y conceptos que también los sabía. Supuse que en esta escuela o estaban muy atrasados o yo muy adelantada.
Nuevamente tome notas de las cosas que ya sabia.
Después de dos horas y media de una clase demasiado aburrida el profesor dio final a ella.
-Recuerden traer la maqueta que les encargué para mañana, porfavor chicos.
Al salir me di cuenta que todos ya iban saliendo de la escuela. Confundida mire hacia todos lados.
Mire el reloj que estaba en una pared y me di cuenta que ya era la hora de la salida.
-¿Tan rápido? -susurré.
-A mi no se me hizo tan rápido. -canturreó alguien a mi lado.
Di tal respingo que juraría que hasta lo espante a él.
-¡Dios, ¿qué se supone que haces aquí?, Robin!
-Te vi perdida así que me acerque a ver que no te diera un cortocircuito de la nada.
-Pues gracias, pero con ese susto casi haces que me de uno.
-Ah, y Finn me pidió que te dijera que va a ir al rato a mi casa a jugar y que si querías ir.
-Eh... si, claro, no hay problema.
Una sonrisa apareció en su rostro y sin más se fue.
Que chico más extraño. Me pregunto si todos los chicos lindos y atractivos son así.
Robin Arellano.
¡Había dicho que si!
No me imaginé que ella se fuera a tragar el cuento de que fue Finn quien me lo dijo, pero para mi suerte, lo hizo.
Cuando volteé a verla por última vez ella ya había tomado su patineta y se dirigía afuera de la escuela para ir a su casa.
Al llegar a casa Finn ya se encontraba allí con Gwen.
-Hola Robin. -me saludaron al unísono en cuanto me vieron llegar.
-Hola.
Iba a pasar a la cocina por una bolsa de gomitas cuando se escucho el timbre de casa.
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My Pretty Girl // Robin Arellano.
FanficI looked at her and steeled myself. Then in a quick movement I took her by the neck and stamped my lips with hers. Todos los personajes, a excepción de Maia Adams no son de mi propiedad, es decir, no me pertenecen.