Capítulo 27: Babosa contra zorro

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Ginchiko gimió mientras abría los ojos con ojos adormilados. Las luces brillantes de la habitación del hospital la dolían y hacían que su visión se nublara. Mientras colocaba una mano para bloquear la dura mirada.

"Veo que finalmente regresas al mundo de los vivos".

Ella gimió y débilmente se dio la vuelta al ver la figura familiar en verde. "¿Guan?" Ella cuestionó en voz baja. "¿Dónde estoy?"

"En el hospital, pensé que sería obvio". Dijo mientras se ponía de pie y caminaba hacia la mesa junto a su cama. Vertió agua en una taza y levantó suavemente su cabeza mientras se la acercaba a los labios. "Beber." Fue su simple orden. Ella obedeció, bebiendo todo el vaso muy rápidamente. Guan volvió a colocar la taza sobre la mesa y regresó a su asiento.

"¿Como llegué aqui?" Ella preguntó después de unos momentos de silencio.

"Ese chico Uzumaki fue quien te trajo, aparentemente logró llegar justo cuando colapsabas". Él respondió.

Ella se volvió incrédula hacia él. "¿Qué? Pero... enviaron siete Anbu tras él". Dijo incrédula.

Guan asintió. 'De hecho, cada uno de ellos también formaba parte de la guardia personal de nuestro antiguo Mizukage". Entonces la miró. "Y escapó sin una sola herida".

"¡Eso es imposible, ni siquiera tú podrías hacer eso! ¡La única persona que tendría la oportunidad de hacer eso sería Kisame!"

Guan asintió. "El chico es poderoso... notablemente. Posiblemente más fuerte incluso de lo que Kisame podría llegar a ser".

"¿Tienes que estar bromeando? Kisame fue el ninja más fuerte que ha honrado a Kiri desde el Shodaime Mizukage. ¿Qué podría hacerte pensar eso?"

"Estaría bastante impresionado por la información que uno podría recopilar simplemente permaneciendo en las sombras". Tomó aire. "Aparentemente es un Jinchuriki, no sé qué demonio alberga, fue criado como un arma desde muy joven y se hizo cargo de la hoja oculta cuando murió el Sandaime Hokage". Terminó y se puso de pie mientras comenzaba a caminar hacia la puerta.

"¡Guan!" Ginchiko llamó detrás de él haciéndolo detenerse. "Lo… lo siento, tú y Hidetada nunca se llevaron bien… pero… él seguía siendo tu hermano y…"

"Ginchiko". Interrumpió con firmeza. "Solo... dime... cuáles fueron sus últimas palabras".

Cerró los ojos y sonrió algo triste. "Me pidió que cumpliera su sueño… ya sabes… ese viejo que nuestro sensei le metió en la cabeza."

"¿En realidad?" Guan preguntó mientras su interés alcanzaba su punto máximo. "Interesante.'

"¿Cómo es eso?" Ella preguntó.

"No asumo que sabes por qué este Jinchuriki quiere a Kiri para sí mismo, ¿verdad?"

"Por nuestra tierra y nuestra armada, que ahora controla prácticamente todo el mar oriental".

"Eso puede ser lo que te dijo... pero no... la verdadera razón por la que quiere a Kiri, es porque desea unificar la tierra... conquistar cada aldea oculta".

"Qué... pero... ¡Eso es ridículo!" Ella gritó pero hizo una mueca cuando los espasmos de dolor recorrieron su cuerpo.

"¿Sabes por qué quiere hacer esto?"

Ella no habló.

"Fue la última petición del Sandaime Hokage".

Ella se burló. "Lo último que escuché fue que el Sandaime era un anciano amante de la paz. Supongo que escuché mal".

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