the deep end (One shots)

Somos eternos

Vacía.

Así es como me siento, como si cada fibra, cada parte de mi cuerpo dejara de funcionar.

Solo sentía eso, vacío.

Mis emociones, últimos pensamientos, planes fracasados se arremolinaban a mi alrededor, dejándome a mi en el ojo de esta terrible tormenta de sensaciones que pronto se extinguirían.

Como yo.

Porque al final todo muere, desaparece, y nadie puede hacer nada por evitarlo, se puede retrasar pero al final, no se puede impedir lo inevitable.

La muerte es un tema del que nadie se atreve a hablar, al menos no como si fuese algo natural, cosa que es. Forma parte de nuestro ciclo vital, pero al tener la incertidumbre de que pasará al final la tememos. Solemos hacerlo con todo lo que no conocemos.

Como cuando aprendes a montar en bicicleta y tienes miedo a caer. Sabiendo que en este  caso no podrás volver a levantarte.

Cuando estás muriendo recuerdas esas promesas rotas, esos sueños defraudados, esos adiós a los que nunca les habías dado la importancia que de verdad tienen.

Porque no podrás volver a hacerlo.

Nunca volverás a verlos, a saludarlos, a reírte hasta más no poder con ellos, hasta llorar por esos momentos más crudos que te dejaban mal sabor de boca. Pero eso ahora parece demasiado lejano.

Porque en tus últimos suspiros lo que haces es aferrarte a esos momentos sabiendo que es el fin.

El fin de las esperanzas.

El fin de los días eternos de verano.

El fin de esos fríos inviernos que se antojaban interminables.

El fin de esos otoños con clima cambiante.

El fin de esas soleadas primaveras.

Y sin embargo saber que el mundo no se detiene con tu partida, que este mundo en el que siempre has intentado hacerte un hueco y encajar seguirá rotando y trasladándose al rededor de sus órbitas al rededor del Sol.

Que las personas que para ti lo significaron todo te superarán y algunas hasta te olvidarán.

Con suerte te recordarán por tus risas, tus sueños, anhelos, expresiones, tropiezos y vueltas a empezar, tus logros y por tu personalidad.

Aquí es donde quiero que recuerden, en sus corazones, por lo que fui y no por lo que podría haber sido 

Ya que nunca existirá un sitio para eso.

Para los posibles futuros que no ocurrirán.

Aquí soltando mi ultimo aliento sabiendo no será el ultimo, porque una parte de nosotros es eterna. Esta parte de la que te hablo es la parte de nosotros que vive en los recuerdos de los demás.

Somos momentos.

Somos efímeros.

Granos de arena en un desierto sin fin.

Somos eternos.

Y así cierro los ojos y me sumerjo en la oscuridad.

Y esta vez para siempre.