Jack quien estaba mirando a Picth desde la puerta del sol, no pudo evitar sentirse extraño, su pareja lo había recibido con la mejor de sus sonrisas, se sentía un poco feliz, pero todavia le faltaba la prueba más difícil, entrenar con el sol, sus manos temblaban y después de mucho tiempo siendo la personificación del frío, sintió más manos heladas.
Picth al ver a su pareja nervioso subió a su lado para tomarle la mano, esto causó que las estrellas que estaban allí empezarán a murmurar entre ellas, las cuales fueron calladas por la luna.
Al abrirse la puerta que daba al mundo de la luz el joven se aferró a la mano de su pareja y con una sonrisa nerviosa entro en el lugar, su mano se deslizo dejando la de Picth sola, el coco solo pudo respirar profundo, esperaba que todo saliera bien con su madre y que no fuera tan dura con Jack.
—Madre por favor— dijo Picth sonriendo ante la puerta.
Picth sintió un toque cálido en su mejilla era la mano de su madre quien lo había escuchado, eso le saco una sonrisa, debía de esperar un poco más por su pareja, pero tendría de y seguiría trabajando en aceptarse a so mismo.
Al ver a su padre este lo siguió a la tierra, debido a que era de noche, los dos se presentaron sin darse cuenta en frente de los demás guardianes, quienes los miraron muy impresionados, en ese momento Lumen les sonrió con delicadeza pues solo Norte y sus hijos sabían cómo se veía en su verdadera forma.
Esa noche estaba gris, al parecer quería llover, los guardianes lo veían con odio en sus miradas, Norte quien preocupado estaba trato de ver si Picth sabía algo de Jack quien había desaparecido como si nada y entre los mismos protectores de los niños harían una búsqueda teniendo como primer objetivo al coco
—Picth, ¿Dónde está Jack?— pregunto acusador el gran hombre ruso.
—Esta con el sol— dijo la Luna para ser mirado por varios allí.
—¿Usted quien es?— pregunto el hada de los dientes.
—Tengo un recuerdo de ti mi querida protectora de recuerdos— dijo la Luna tomándole la mano— Soy Lumen.
—¿Cómo que está con el sol?— pregunto Norte asustado por aquella contesta del hombre de la Luna.
—Esta entrenando su poder— dijo Picth está vez para abrír la puerta del taller— Jack no creo que vuelva a ser un guardian.
—Si lo será, solo que tendrá una tarea más grande— contesto la luna viendo como su hijo dejaba salir una arenilla extraña de sus manos.
—¿A qué se refiere hombre de la luna?— pregunto Norte quien detenía al conejo.
Conejo, junto a los demás guardianes que estaban allí se quedaron con la boca abierta, no podían creer que su líder, por así decirlo se viera de aquella manera, se parecía a Picth quien tan solo le cedió una pesadilla para poder irse.
—Jack será mi sucesor, el tendrá el poder que yo algún vez tuve— dijo la Luna con una sonrisa.
—Espere un segundo, ¿Por qué ese granuja?— dijo la marmota.
—Por que es el más puro de todos los guardianes— dijo la Luna— hizo algo que muchos de ustedes se hubieran negado.
—¿Y que fue eso tan importante?— dijo Conejo un poco molesto.
—Ayudar a Picth y a guiarlo a un futuro mejor— dijo la Luna con una sonrisa orgullosa.
Picth miro a su padre, de cierta forma que los guardianes se dieron cuenta del rencor en su mirada, y eso hizo que todos cerrarán la boca, dejaron de hacer preguntas para despedir al hombre de la luna, la noche era joven, pero el coco no tenía todo el tiempo del mundo.
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Fria oscuridad {Jack Frost x Pitch Black}
DiversosHan pasado cincuenta años desde la última vez que Pitch Black fue visto en la tierra por los niños. Los guardianes han vivido en armonía juntos, compartiendo momentos y ayudándose entre sí. El tiempo ha pasado, a Jack Frost le gusta sentir la energí...