Embarazo

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Habían pasado ya unas semanas y se sentía algo mal, mareos, vómitos...sueño y dolores frecuentes, decidió ir con su padre a preguntarle que le pasaba, pero se sorprendió demasiado al oír su respuesta
"Estás embarazada"
Cómo?! Embarazada...? Esas palabras retumbaron en su mente, no estaba planeado, y si él no lo aceptaba? Aún no era estable y podía dañar a su hijo... Colocó una mano sobre su vientre con algo de preocupación
"¿Seguro que es así, no puedes cambiarlo?"
Asustada por la respuesta solo se preocupo más al escucharla
"Deberás dar a luz, sabes que no es de nosotros acabar con vidas, además ya tienes la edad y madurez suficiente, todo saldrá bien hija mía"
"Gracias padre..."
Fue llorando a dónde se encontraba su amigo, no podía creerlo, no quería creerlo, al llegar y verlo su llanto se hizo más fuerte, pues él al notar su presencia y el estado en el cuál se encontraba se preocupó y le pregunto algo alterado que pasaba, le costó hablar y él al notarlo la llevo a un lugar para que se sentará y le ofreció un vaso con agua, al dárselo se calmó un poco y está vez le pregunto lo mismo pero con algo más de calma
"¿Qué pasó? ¿Te hizo algo malo? Puedes quedarte aquí si así lo deseas sabes que-"
No lo dejo terminar ya que sabía que si esperaba más no tendría el valor de decirlo luego
"Estoy embarazada y no se que hacer, tengo miedo de que no lo acepte y actúe por impulso, no quiero dudar de él pero no me gustaría que por decirle mi hijo salga herido o hasta muerto"
Comenzó a sollozar de nuevo, lo siguiente que sintió fue unos brazos al rededor de su cuerpo
"Voy a apoyarte con lo que necesites, tú solo dime e iré contigo...no estás sola"
Acaricio su cabello para calmarla y le busco otras prendas de ropa, debía volver a ocultarse si no quería que su esposo se diera cuenta de que algo en su vientre estaba creciendo.

-Esto no está para nada bien- pensaba aún sentada intentando aclarar su mente...
-aun así cuidare de ti mientras pueda, te lo prometo-
Decidida alzó la mirada y sonrió aunque le doliera un poco hacerlo, sus ojos ardían pero no se daría por derrotada tan fácil, paso la noche en dónde su amigo ya que él no la dejo irse, al otro día la acompaño hasta su casa, al momento de despedirse la abrazo recordándole que no estaba sola, ella solo le dijo amablemente que sabía que podía contar con él pero era mejor que se fuera antes de que su marido lo viera, a pesar de que él no le tenía nada de miedo no iba a discutir con ella así que se fue, por el camino que iba seguro terminaría en el purgatorio, comenzaba a tener tanto emociones como pensamientos negativos, no le agradaba en lo más mínimo el que su amiga de toda la vida estuviera casada con una bestia y mucho menos que este embarazada de él cuando claramente al enterarse lo más seguro es que no tenga la más mínima intención de hacerse responsable, ese bebé no lo merecía y ella tampoco, desde el momento en el que supo de ese trato sabía que saldría mal. Sin darse cuenta estaba apretando demasiado sus manos al punto de enterrar sus uñas en sus palmas sacando sangre de estas, no podía hacer nada y eso lo frustraba aún más, siempre que la veía llena de golpes o decaída le daban unas ganas casi incontrolables de asesinar a ese hombre pero no podía hacerlo, no quería rebajarse a su nivel pero lamentablemente era lo que en ese momento estaba haciendo.

En otro lado se encontraba alguien viéndolo,
-de nuevo está aquí..? Que molesto-
"Auch!!" Exclamó al sentir un dolor parecido al de una apuñalada -cierto, no debo tener esos pensamientos-
Sabía bien de dónde venía y está vez no podría quedarse con las ganas, fue a uno de los niveles más bajos dónde se encontraba el hogar de la princesa...se supone que tenían estrictamente prohibido ir ahí a menos que los invitaran pero no pudo aguantar las ganas
"No importa que me deshaga de mi única oportunidad de tener el descanso eterno"
Al llegar contempló el frente de la hermosa casa, era lo más lindo que había visto desde que estaba ahí, tenía unos pilares blancos con formas de angeles y demonios, una fuente color negro bastante grande con fuego en medio, un camino con rosas rojas al rededor que llevaban a la entrada, la puerta era de madera y algo cercanos tenía dos vitrales que reflejaban a la pareja que vivía ahí, sin embargo no eran tan coloridos, de alguna forma todo parecía combinar y verse bien, tocó la puerta y al poco tiempo vio a una hermosa mujer abrirla y saludarla con una sonrisa llena de amabilidad, preguntó que si necesitaba algo pero ella le dijo:
"Señorita, lamento mucho molestarla y entrometerme en su vida pero no debería dejar que su amigo vuelva, cada vez más almas aquí lo ven como una salvación pero muy pocas aceptan que no es así, unas suben de nivel sin estar listas y otras intentan bajar y seguirlo hasta que se arrepienten por lo que se encuentran en el camino, incluso algunos llegaron a perderse y no volvimos a saber de ellos".

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2022 ⏰

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