Ya pasaron dos semanas desde que conocimos a Mauro y Kaled, he de admitirlo ambos me agradan, en especial Kaled, es un tipo inteligente con muchos conocimientos sobre medicina, remedios, venenos y antídotos. Mientras que Mauro, era atlético, inteligente y fuerte, por eso él era el cazador y Kaled el médico.
- Oigan chicos ¿les gustaría que les enseñemos algunas cosas?- ofrecieron ambos adultos.
- Ya saben, sobre primeros auxilios y caza - comentó Kaled.
-¡Sí!- respondió Alayah entusiasmada, no pude evitar soltar una carcajada divertido, mi amiga a veces era tan impulsiva.
- No te rías - me reclamó ella con una pequeña mirada asesina, fingiendo indignación.
- Bueno, bueno - dije alzando las manos en señal de inocencia.Luego de eso ambos adultos adoptaron el papel de maestros, Alhyi pasaba más tiempo con Mauro, decía que le gustaba cazar, y de cierta manera er cierto, era muy talentosa con las trampas, tenía una buena puntería, junto un gran oído, pero también era por qué le gustaba un poco Mauro, y la verdad no me agradaba en lo más mínimo la idea, sobre todo sabiendo los gustos especiales que tiene ese chico, no insinuó nada malo claro, me refiero a que él prefiere otro camino.
Yo por mi parte me la pasaba todo el día con Kaled, me enseñó todo lo que sabía de medicina y la verdad me gustó mucho.- En caso de alguna fractura lo primero....- me explicaba Kaled en cierta ocasión, pero por primera vez no le preste atención, ya había anochecido desde hace unas horas y Alayah y Mauro no regresaban.
-¿Entendiste?- me preguntó Kaled llamando mi atención.
-¿Qué?- dije dirigiendo mi mirada al hombre que tenía frente - Ah... Sí, sí, asombroso - intenté disimular mi distracción.
- Muy bien, si puedes comprender lo que te dije, dime Dylan. ¿Qué es lo primero que debes hacer en caso de una asfixia?- me cuestionó intentando saber si le preste atención.
- Eeeeeh.......- murmuré, recalculado lo que me había explicado, pero la verdad no me acordaba. -¿Preguntar si está bien?- dudé.
Me miró durante unos segundos, luego soltó unas cuantas carcajadas.
- Correcto. - me felicitó - Pero te estaba hablando de fracturas, no de asfixias - se rió, sentí que mi cara tomaba un leve color rojo.
- Lo siento.... Me distraje - me disculpé bajando la mirada. - Estoy preocupado...- confesé.
-¿Por tu novia y Mauricio?- preguntó compresivo.
- Ajá - asentí - Un momento.... ¡Alayah no es mi novia! ¿¡Cuántas veces lo he de repetir!?- me queje luego de analizar bien lo que dijo. Kaled nuevamente empezó a carcajear, no voy a mentir, por un momento casi comienzo a reír junto a él.
- No te preocupes, Alayah es una niña inteligente, (no puedo decir lo mismo de Mauro) - murmuro lo último- y Mauro es bastante rápido, no creo que les pase algo malo.-
- Como digas - concorde desanimado.
- Bueno dejamos la "clase" por hoy - me comentó estirando su espalda.
- Sí - asentí, Kaled se fue a su habitación un rato a dormir, y yo me tiré al sillón para hacer lo mismo....
- Jajaja.- rió la voz de mi mejor amiga.
- ¡Ten cuidado!- me gritó desde la seguridad del suelo, ya que yo estaba trepado en un árbol.
-¡No me va a pasar nada!- grité yo.
- Ajá, como no. ¡Dylan!- me gritó al ver qué caí de la rama en la que estaba montado, sentí el impacto de mi cuerpo contra el suelo, duro y frío, me queje de dolor y me sobe la cabeza.
- Ay..., ok si me pasó - dije de mala gana, espere el regaño de Alayah, pero nunca llegó.
-¿Alayah?- mire a mi alrededor, no siquiera estaba en el bosque de hace unos momentos, estaba en una habitación grande, espaciosa, elegante y terriblemente fría. El lugar era decorado con algunas gemas de color carmín, y algunos toques de oro, pero a pesar de lo lujoso que se miraba el lugar, era un sitio lúgubre, era triste.
Camine buscando una salida, abrí unas grandes puertas de madera barnizada, muy bonitas, estaban talladas formando varias rosas con algunos tallos con muchas espinas.
-¿Hola?- hablé dudoso.
Ahora estaba en ... ¿Un salón del trono?, eso es lo que me parecía, había un trono tapizado con terciopelo carmesí y tenía un marco negro de obsidiana, ahí en ese lujoso asiento estaba sentada Alayah, con un bonito vestido, uno muy elegante, decorado con brillos del color de sus ojos, la tela negra de la falda le daba un aire triste, pero se veía muy bien con esa prenda sobre ella, además se parecía más a una sombra que a ella misma, aún así yo la reconocía. También tenía puesta una corona, era de plata con rubíes grandes y poco pulidos, diamantes en bruto decoraban ese accesorio, su cabello también me llamo la atención, estaba más largo de lo que recordaba, mi amiga tenía el pelo corto a penas y le sobrepasaba un milímetro de sus hombros, pero en esta imagen que tenía en ese momento de ella, su pelo le llegaba a las costillas.
- Siguente - ordenó ella con una voz más helada que el polo norte.
- Su majestad - hablo una voz masculina, un tipo alto de dedos largos, el tipo la reverenció a manera de respeto.
- Me gustaría presentarle a mi sirviente, él ha dicho que le encantaría servirle, y ha prometido serle más fiel que un perro a su amo - adulo este a Alayah si levantarse de su posición.
Luego entró a la sala un chico de cabello azabache, como el mío, este también se inclinó sin mostrar la cara en ningún momento como si le avergonzara hacerlo.
-Él es Dylan mi señora.- presento el monstruo al segundo.
Alayah por un momento parecía disgustada al oír mi nombre, yo, yo estaba atónito, es que mi cerebro no podía asimilar lo que estaba pasando.
- Dylan, ¿eh?, creo que no era necesaria una presentación amigo mío- dijo ella con un tono arrogante en la voz y una mirada fría en compañía.
- Un gusto verla su alteza - respondió ...¿"Dylan"?.
- El sentimiento es mutuo muchacho - sonrió la chica de manera vacía. -¿Cómo no extrañar a la persona que te llama "monstruo"? - cuestiono ella si rostro ya no era inexpresivo, era macabro, los ojos tan abiertos que parecía que se le saldrían, húmedos, Alayah quería llorar y yo lo sabía.
- Lamento ese desafortunado incidente majestad - respondió mi copia sin levantar la vista.
- Oh, no te preocupes, "lo pasado pisado" dicen por ahí - dijo ella recobrando su inexpresivo semblante, luego miro al otro - Puedes retirarte. Ya nada de lo que suceda a continuación es de tu incumbencia. - ordenó ella fríamente, el primero asintió y salió de la habitación.- Bien Dylan, sabrás que mi único interés en ti en este momento es ...-
-¡AAAAAAAAAHHHH!- grito Alayah, mi Alayah.
-¿¡Qué pasó!?- exclamé levantándome en seco del sillón.
- ¡Dylan! - exclamó está y corrió a abrazarme, mi amiga estaba llorosa, había tenido otra pesadilla, por lo visto relacionada conmigo.
La console un rato hasta que se calmó.
- No quiero dormir sola - me comentó, no dije nada solo asentí con la cabeza, yo tampoco quería, no sabía si aquel sueño era una pesadilla o otra cosa, pero no estaba tranquilo con la idea.
Ambos nos recostamos en el sillón que yo usaba en un principio, abracé a mi amiga por los hombros, ella se acurrucó en mi pecho, quedé dormido poco después, por suerte el tener a mi amiga cerca me relajo,ninguno se volvió a despertar en toda la noche, cosa que fue un gran alivio.Chan
Chan
CHAN.
holap ^^ te regalo una flor
💐
Hoy no hay dibujitos porque me da flojera hacerlos la verdad. Perdónenme.
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Desde abajo
AdventureEn esta historia nuestra protagonista de ojos color carmín, se extraviá en un mundo totalmente distinto al que ella conoce, donde todas las pesadillas de cualquier ser vivo se hacen realidad. Sigue a esta pequeña aventurera y descubre junto con ella...