𝐓𝐡𝐞 𝐍𝐚𝐭𝐛𝐥𝐢𝐝𝐚 𝐚𝐧𝐝 𝐓𝐡𝐞 𝐒𝐤𝐚𝐢𝐤𝐫𝐮 || 𝚃𝚑𝚎 𝟷𝟶𝟶

1: la nave

Narra Lía: 

estaba plácidamente dormida todo era tranquilidad, paz, serenidad y calma bueno era ya que todo se convirtió en lo que más odio, ruido   

- ¡ Arriba bella durmiente es hora de entrenar ! 

Ash! cuando será el día en el que Indra me deje dormir mis 8 horas gracias a estas cosas nunca me levanto de humor

- ¿ no puede ser en unas cuantas horas más ? tengo cosas importantes que hacer 

- enserio? como que, si se puede saber? - pregunta mirándome entre divertida y cansada de mi mal humor de la mañana.

- cumplir con mi deber que indica que no asesine a alguna persona, y en estos momentos tengo ganas de masacrar a todo un pueblo, de preferencia Azgeda - digo mientras me siento en la cama y la miro mal.

- no me importa si masacras a Azgeda, un problema menos para tu hermana, pero ahora levántate o te ira peor niñita ¿me oíste? - dice mientras me apunta con un dedo.

- ya oí me levantare... - digo mientras tallo mis ojos y suspiro rendida.

- ¡ahora!

- bien, bien - respondo y me levanto de la cama a regañadientes.

Después de que Indra saliera de mi habitacion me levante, pero que quede constancia de que yo no queria, me puse unos pantalones negros con unas botas altas una camiseta gris y mi pequeña confiable, una chaqueta verde oscuro, la uso desde que tengo memoria, después de arreglarme unos cabellos salvajes salí de mi habitación.

- hola Ian sabes donde esta Indra? - pregunto al guardia que cuida la puerta de mi habitación, me gustaba mucho molestarlo y el no se quejaba.

- me dijo que te espera a las afueras de Polis, tu caballo esta abajo - indica volteando a verme, cualquier guardia ni me habría mirado a los ojos, Ian era diferente, era mi amigo de toda la vida.

- gracias nos vemos bonito - digo con un tono coqueto y le giño un ojo de manera divertida.

- nunca cambiaras verdad? - dice con una sonrisa dulce.

- jamás, bueno regreso en la tarde, me esperas, y como aprecio mi vida, no are esperar a Indra - digo sonriente mientras camino lejos de mi habitación y Ian.

- adiós Lía - le escucho decir mientras yo movía mi mano despidiéndome.

después de mi corta conversación con el guardia de mi habitacion me dirijo a la salida encontrándome a Zeus, mi caballo, me monto en el de un salto y me dirijo a la salida de Polis encontrándome a Indra y Gaia 

- al fin llegas estábamos apunto de ir a buscarte de los pelos, bueno, realmente lo haría mi mamá - dice Gaia tratando de mantenerse seria pero su personalidad divertida igualmente salia a la luz.

- uy perdón, trate de apurarme lo más que pude pero no encontraba a mi pequeña - digo mostrando con obviedad mi chaqueta.

- ¿nunca puedes dejar esa chaqueta? - pregunta Gaia mirándome con los brazos cruzados.

- no, no soy capaz

- dejen de hablar tenemos que avanzar - dice Indra acercándose a nosotras con su típica seriedad.

- bien vamos - respondo siguiéndolas.

♤

estuvimos cabalgando casi una hora hasta que llegamos al rio de la frontera con Monte Weather nos bajamos de nuestros caballos y fuimos directo a la orilla 

- empecemos por el agua, has una esfera y la congelas, simple - dice Indra explicándome como si fuera lo cosa más fácil del mundo.

- cuando lo dices así suena tan fácil - digo por lo bajo mirando el agua unos segundos.

- solo inténtalo - dice Gaia dando apoyo moral.

-  y sale victoriosa - añade Indra exigiendo mi éxito.

después de esas grandiosas palabras de aliento, que se note el sarcasmo, eleve ambas manos en el aire y suspire mirando el agua con cierto temor.

- concéntrate en el sonido del agua, solo en ese sonido, deja que resuene contigo.

volví a suspirar y le hice caso a Indra cuando segundos después veo como una esfera sale del agua lo cual hiso que sonriera con efusividad

-¡eso es! - dice Gaia sonriente mientras mira mi logro.

- bien ahora obsérvala y concéntrate en ella para congelarla.

la observo durante unos segundos cuando estoy lista para congelarla se escucha un fuerte ruido que capta mi atención y la de mis acompañantes, la miro unos segundos confundida, es como una caja de metal, ¿que carajos es?

- ¿que es eso? - escucho preguntar a Gaia.

- ¿crees que lo se Gaia? estoy igual de sorprendida que tu - digo aun mirando la cosa de metal voladora.

- ay bueno ya lo siento señorita sarcástica - dice Gaia usando irónicamente el sarcasmo.

Un silencio tenso se extiende por el bosque hasta que la voz de Indra lo interrumpe

- tienen que irse a Polis, avísenle a Lexa 

- escuche mal o dijiste "tienen" tenemos que irnos Indra,.no te vas a quedar es peligroso, no sabemos que es esa cosa - digo mirandola negándome a irme sin ella.

- si tenemos que irnos la tres, ademas ¿a te vas a quedar, mamá? - dice Gaia acercándose a Indra.

- tengo que quedarme a investigar que es, podría ser un peligro para los clanes

- de eso nada Indra, yo me quedare, tu tienes que decirle a mi hermana sobre esto - digo decidida con mi decisión.

- Lía, es mi deber cuidarte, se lo prometí a tu madre - dice acercándose a mi y mirándome con su mirada seria pero con cierto sentimiento en su mirada.

- pero ya no soy una niña, se cuidarme sola, gracias a ti, mira esta cerca la cueva de Lincon, me quedare con el e iré apenas tenga suficiente información ¿bien? - digo mirandola y mis manos están en sus hombros tratando de transmitirle seguridad.

- no me convence pero bien, cuídate y mata si es necesario, ya sabes

- si porque no quiero quedarme sin mejor amiga - añade Gaia mirándome de manera sentimental, jamás nos separamos más de un día desde que nos conocimos, y viendo el asunto, sería algo largo.

- bien me cuidare, díganle a Ian que no me extrañe - añado con una sonrisa tratando de alivianar el ambiente.

me subí a Zeus mientras daba una última mirada de despedida a mis acompañantes, llegue mas rápido de lo que esperaba a la cueva de Lincon.

- ¿hola? ¿hay alguien en casa?

- ¿Lía? ¿que haces aquí? - me pregunta Lincon con notable curiosidad.

- bueno, supongo que viste a esa caja de metal ¿verdad? - digo caminando por la cueva, no había cambiando nada.

- si, la vi 

- bien porque tengo que tener información sobre esa cosa asi que ¿me puedo quedar aquí? - digo mirandolo con una sonrisa tratando de que no se niegue, aunque se que no iba a hacer.

- sabes que si puedes - responde Lincon mirándome con cariño, ambos nos criamos como hermanos.

- genial, mañana iremos a ver esa cosa, ahora tengo sueño, Indra no sabe respetar mis 8 horas de descanso - digo tirándome en la cama de Lincon y el sonríe con diversión mientras se sienta con su libreta en mano.