Kneel

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Loki siempre lo dijo: ella era digna de ser una reina.

Merecía el trono tanto como Thor, puede que incluso más que él. Su hermano era arrogante y presumido, Asgard caería de la gloria bajo su reinado.

Ella intentó advertirles a todos, explicarles; y cuando nadie quiso escucharla, intentó demostrarlo provocando a Thor para que atacara a los gigantes de hielo comprobando así lo impulsivo que era.

¿Y qué hizo Odín al final? Aceptar su regreso a Asgard como un rey, después de casi diezmar a una población, ¿Y a ella? Le negó el trono que por derecho de nacimiento se merecía, la desterró, la dejó navegar en el espacio hasta una muerte segura.

Por eso, y por muchas razones más, las acciones de Loki estaban completamente justificadas, ella debería haber liderado Asgard pero, si no se le permitía entonces tomaría otro trono por la fuerza.

Y lo había encontrado, ofrecido en bandeja de plata para ella, su reino, su trono, su venganza.

Midgard no era perfecta, pero podría serlo. Solo hacían falta algunos pequeños detalles para lograrlo: Loki a la cima y todos arrodillados a sus pies, por ejemplo.

Estaba tan cerca de lograrlo y ni todos los héroes juntos podrían contra su ejército de chitauris, los subestimaban, así como la subestimaban a ella y era por eso que iban a perder.

Casi sentía la victoria en la punta de la lengua, el sabor del triunfo estaba a tan solo unos instantes.

Y mientras fantaseaba con colocar una enorme estatua suya en medio de aquella ciudad, Thor no paraba de seguirla y repetir esos cursis discursos de amor.

Amor... Eso es lo único que jamás pudo ver de parte de su "hermano".

Lo único que Thor le dio fue vergüenza y una sombra. Lo único que hizo fue opacarla, llevarse la gloria del ingenio de Loki, dejarla atrás donde nadie la veía.

Eso no era amor, eran sentimentalismos. Su hermano mayor era un nostálgico ridículo, que le hablaba de recuerdos de su niñez como si en los últimos meses no hubiera sentido alivio por su supuesta muerte. Tenía bien merecida esa puñalada.

¿Y qué importaba ahora? Thor tendría el reino de Asgard heredado de Odin, podría hacer lo que quisiera con el trono de ese viejo. El suyo sería glorioso tal cual lo era su gobernante.

Midgard se convertiría en la personificación de la grandeza que llevaba la princesa, un reino digno de una diosa.

Loki miró por la ventana, extasiada por el caos y la destrucción. Esta batalla era lo que le había prometido a Thanos, gloriosa y corta, una donde ella se alzaría como la nueva reina, como la vencedora, como la igual que Thor.

No obstante, en tanto escuchaba los gritos de los midgardianos que corrían, mientras el olor del humo y el fuego le quemaba la nariz, Loki no pudo evitar preguntarse si era esto lo que realmente deseaba.

Si era este su verdadero glorioso propósito, si el teseracto, si su trono eran su verdadera felicidad.

Quizás solo se había dejado llevar por el dolor, quizá las gemas del infinito le nublaron el juicio.

Loki no estaba dispuesta a averiguarlo.


...


El doctor Selvig había dicho que solo el cetro de Loki serviría para cerrar el portal; Natasha Romanoff aún tenía sus dudas sobre eso, a fin de cuentas la Viuda Negra no había llegado tan lejos en la vida siguiendo las instrucciones de doctores lunáticos que fueron controlados mentalmente por dioses nórdicos shakesperianos.

Tenía dos opciones: usar el cetro y ocasionar que el teseracto se hiciera más poderoso, o podría no hacer nada y dejar que sus compañeros fueran derrotados y la ciudad destruida.

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