Little Nightmares: The return of Mono

Capítulo 9: Escape de la escuela

Varios golpes fuertes en la puerta de la habitación donde se encontraba Mono lo despertaron un poco alertado y miró a la puerta escuchando varios chillidos de afuera, los niños de porcelana estaban tratando entrar.

Rápidamente, el chico se levantó, agarró su mochila y se bajó de la cama mirando alrededor para buscar una manera de salir sin ser detectado.

Vio que en la habitación había una ventana y se dirigió corriendo hacia ella, pero, al llegar y abrirla, se dio cuenta que estaba en el segundo piso de la escuela. No podía saltar y esperar que sobreviva, eso sería suicidio.

Al tratar de pensar en una solución, llegó a la conclusión de que, la única opción que tenía, era salir por la misma puerta.

En ese momento pasos pesados se comenzaron a escuchar atrás de la puerta acercándose a la habitación, era la Maestra, seguro que los niños de porcelana la llamaron para que les abriera la puerta, salir por ahí ya no era opción, pero tampoco lo era quedarse allí parado hasta que lo vieran, así que Mono se escondió debajo de la cama cubriéndose con varios juguetes justo a tiempo cuando la Maestra abrió la puerta dejando entrar a todos los niños que comenzaron a correr por la habitación.

Mono asomó la cabeza un poco viendo que la maestra se había ido y como todos los niños de porcelana desordenaban el cuarto, excepto uno que se encontraba de perfil izquierdo en medio de la habitación sin hacer nada, dicho niño de porcelana gira la cabeza para mirar hacia abajo de la cama y alcanzó a ver como Mono se cubría con los juguetes.

El niño, al ver movimiento extraño debajo de la cama, comenzó a acercarse a esta a paso lento y, una vez estubo frente, se agachó para poder ver quién era el que se escondía.

Mono, sabiendo que ya lo descubrieron, volvió a asomarse para ver al niño de porcelana y quedarse sorprendido: era el mismo niño que se había cruzado en el baño, el que le faltaba la parte de su ojo derecho que dejaba ver el interior de su cabeza.

Dicho niño miraba a Mono con su único ojo abierto de miedo, ¿que hacía él aquí? ¿Por qué aún no escapó? Esas preguntas vinieron a su mente mientras miraba al niño de la bolsa en la cabeza.

El niño de porcelana no se dio cuenta que uno de sus compañeros lo vio mirando bajo la cama y él también fue a ver que había allí abajo como para que su compañero se quede mirándolo.

El niño de porcelana vio como Mono miraba atrás de él y volvía a esconderse con los juguetes. Se confundió un poco por eso, hasta que siente como alguien lo toma del brazo y lo tira al suelo.

Recomponiéndose rápidamente, el niño abrió su ojo al ver que uno de sus compañeros estaba mirando los juguetes con los que se escondía Mono con ganas de jugar con ellos.

El otro niño de porcelana que veía los juguetes, soltó un chillido feliz antes de meterse bajo la cama para ir por ellos, pero cuando estaba a punto de agarrar uno, alguien lo tomó de sus piernas y lo sacó rápido de debajo de la cama y lo levantaba para tirarlo lejos.

Sin saber quién fue, el niño se pone de pie viendo a su compañero carente de un ojo mirándolo con enojo mientras se ponía en frente de los juguetes como si quisiera protegerlos.

El niño se enojó por eso, él nunca juega con juguetes, ¿por qué ahora se escondía muchos?

Se levantó del suelo para volver a caminar hacia los juguetes mientras rodeaba al niño, pero antes de llegar a la cama, este se le pone enfrente mirándolo serio.

El niño, enojado porque su compañero no lo dejaba para, soltó un grito mientras hacía una seña para que se quite del camino, pero su compañero no se movió.