Narra Pelle
¿En qué demonios pensaba cuando acepté estar con este loco? Puede hacer algo para dañarme y no quiero eso; no llevo ni 30 minutos aquí y ya quiero largarme ¡Extraño a Øystein! Quiero estar con él y no con este enfermo.
Thomas: Ahora estamos solos
Escuchar esas palabras hizo que la piel se me pusiera de gallina y tragué saliva
Pelle: ¡No te me acerques!
Thomas: Tranquilo, no voy a morderte, a menos que quieras
Pelle: ¡Pues no quiero!
Thomas: Antes era diferente, ahora me conformo sólo con mirarte
Pelle: Pues no te creo nada de lo que dices
Thomas: Ok, compruébalo tú mismo
Pelle: ¿En serio piensas mirarme 24 horas?
Thomas: ¿Y por qué no?
Pelle: ¡Estás enfermo!
Thomas: Puede que sí pero, dime una cosa
Pelle: ¿Sobre qué?
Thomas: ¿De quién fue la idea de buscarme?
Pelle: De Mikko
Thomas: Creí que había sido idea de Faust
Pelle: No, ellos sólo nos dijeron en dónde estabas
Thomas: No pensé que en algún momento nos íbamos a ver de nuevo
Pelle: Pues ni yo, y tampoco quería verte
Thomas: ¿Tan feo te parezco?
Pelle: ¡Idiota! ¿Ya olvidaste lo que nos hiciste?
Thomas: No lo olvido pero, eres muy rencoroso
Pelle: Mira, en buena onda ¡Ya no me digas nada! -gritó-
Thomas: ¡Qué neurótico! Pero bueno, eso no te quita lo hermoso
Pelle: ¡Ya cállate! -gritó de nuevo-
Thomas: Ok, ya me callo -rió-
El silencio se hizo presente pero, desapareció en cuanto el estómago de Pelle sonó
Thomas: Por lo que escuché, ya tienes hambre
Pelle: ¡Dije que te callaras!
Thomas: Iré por algo para comer
¡¿Qué demonios pasa con este sujeto?! -pensó Pelle- No es el enfermo que conocí hace años, ese enfermo que quiso abusar de mi, incluso ahora me trata bien, no me ha gritado ni me ha golpeado... Estoy tan confundido, ¿Qué le habrá hecho cambiar?
Minutos después volvió Thomas con algo de comida y bebidas.
Thomas: Come, te dejo a solas si gustas
Pelle: ¡Oye!
Thomas: ¿Qué?
Pelle: ¿Por qué me tratas bien?
Thomas: ¿Por qué esa pregunta?
Pelle: Porque hace tiempo eras una bestia y ahora no te comportas como una persona normal