Sentía su cuerpo extremadamente pesado, como si hubiera tenido varios juegos de tenis con sus hermanos a la misma vez. A lo lejos podía escuchar el murmullo de varias personas jugando y corriendo, intentó abrir sus ojos pero un pinchazo en su cabeza la hizo desistir de ello, lo último que recordaba era haber visto unos hermosos ojos ámbares y después perder el conocimiento. Sintió su rostro arder, las imágenes de lo que había pasado se repetían como un rollo de película una y otra vez en su cabeza-mi primer celo.-no entendía como era eso posible, hasta ahora nunca se había presentado.
Al punto de volver a sumergirse en sus pensamientos escuchó voces conocidas que llamaron su atención. Se obligó a abrir sus ojos nuevamente, esta vez soportando ese dolor en su cabeza, logrando divisar unas largas cortinas blancas rodearla, a través de estas observó otras camas e instrumentos médicos, por lo que entendió que estaba en la enfermería de la escuela. Las voces conocidas se escuchaban con más claridad mientras más recuperaba su conciencia.
-Cómo es posible que haya tenido su primer celo?
-Tezuka oni-san?-reconoció la voz de su hermano mayor, no sabía cómo se había enterado de lo que había pasado, o esperaba que realmente no supiera tanto.
-es una omega, seguro la ansiedad y el nerviosismo de un nuevo curso escolar provocó que sus feromonas se descontrolaran adelantando su celo.-la voz de la doctora se escuchaba tranquila y relajada, llevaba rato intentando calmar a los hermanos de la joven omega que había perdido el conocimiento, no entendía por qué tanto alboroto.
-ella no había presentado su primer celo aún, es una omega recesiva, así que entienda el por qué de nuestra
preocupación.-esa voz tan demandante no podría ser otra que la del tercer hermano, Kaoru, se le notaba preocupado y muy alterado.-si lo que me están diciendo es cierto, no puedo ayudarlos, no se por qué pasó esto, lo mejor será que sea vista por el médico de la familia, estoy segura que por su condición debe de tener uno que la haya estado valorando por varios años.
-entendemos, muchas gracias por avisarnos...a todo esto...cómo fue que llegó a la enfermería?-calmado y tratando de comprender por completo la situación habló el mayor de los Ryusaki luego de Tezuka, quien hasta el momento había estado en completo silencio.-dígame que en su cuerpo no hay rastros de abuso?-comenzó a sonar preocupado, el solo pensarlo alteraba sus sentidos de protección.
-no, tranquilos.-negó suavemente intentando transmitirles tranquilidad.-ya la examiné y está bien. Uno de los nuevos estudiantes fue quien la trajo, dijo que la había visto entrar en celo y que gracias a que llevaba consigo unos supresores especiales pudo calmarla, de hecho tuve que obligarlo a irse, el director lo estaba buscando, pero no quería alejarse de ella, seguro nunca había visto a una omega entrar en celo y por eso no podía evitar preocuparse, yo misma me asusté al verlo entrar con ella en sus brazos desmayada, pero al examinarla me di cuenta de que estaba bien, solo se desmayó por los efectos de la droga.-se movió con tranquilidad hacia las pertenencias de Sakuno.-y al buscar en sus cosas alguna información que me dijera quien era la joven, vi que su apellido era Ryusaki, por eso te llamé Tezuka.-una mirada cálida viajó hacia el mayor de los
hermanos.-debe de estar al despertar.Se acerca hasta la cama en la que está recostada Sakuno y retira las cortinas, estaba acostada intentando mantener sus ojos abiertos mientras sostenía su cabeza, el dolor aún se le hacía difícil de soportar.
-Saku, estás bien?-inmediatamente sus hermanos se acercaron a ella ayudándola a sentarse al ver la intención de esta.
-si, solo estoy un poco mareada y me duele mucho la cabeza, pero por lo demás estoy bien.-su voz sonaba dolorosa, aún podía sentir rastros del calor en su cuerpo, aunque no era tan insoportable, por lo que pensó que el fármaco debería estar haciendo su acción aún.
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Tu Aroma🌸{RYOSAKU}🌸{OMEGAVERSE}
FanficEchizen Ryoma era el hombre más guapo y sexy que alguna vez había visto, su hermoso cabello verde oscuro y sus ojos ámbares era una de las muchas cosas q hallaba atractivo en él. Pero Ryusaki Sakuno nunca pudo prevenir lo que sus feromonas causaría...