𝐂 𝐇 𝐀 𝐏 𝐓 𝐄 𝐑 𝐈𝐕

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Min YoonGi, en sus tiempos libres, solía observar detalladamente a TaeHyung, no importa cuando o donde, le gustaba aquel rostro angelical que poseía el castaño. Aunque siempre le demostró indiferencia al menor, por eso es que Kim creía que el de tez pálida, era una persona gruñona y de mal carácter. Sin embargo, el mayor no podía mostrar sus verdaderas intenciones hacía su vecino de quince años debido a la diferencia de edad. Tenía diecinueve años, por ende debía abstenerse hacía ese deseo de tener una relación más allá de la que tenían con el moreno. Eso era razón para catalogarlo como efebofilia.

Mientras que TaeHyung entraba al bachiller, YoonGi estaba apunto de salir. Era de sorprenderse, ¿Cómo un joven frío ante los ojos de los demás podía sentirse atraído de un huérfano pobre? Quizá aquella actitud tan misericordiosa, indulgente y bondadosa a pesar de su gran carencia. Kim luchaba, con sus uñas incluso, nunca se rindió y era una actitud admirable para Min. Ni hablar de lo positivo que era el niño de quince años, nunca reflejo tristeza o al menos el pálido jamás noto la enorme nube de depresión que acompañaba al castaño.

El de pelos naranja, sentía una enorme necesidad de cuidar a su solitario vecino. Lo veía salir a veces en la madrugada hacía su trabajo, volvía en la mañana y salía nuevamente hacía el instituto. Le daba pena como un niño se enfrentaba a la vida completamente solo, así que empezó a acercarse a Kim dándole comida hecha por él mismo. Al principio, TaeHyung se negaba con muchísima vergüenza, más luego accedió al ver las buenas intenciones de su vecino gruñón.

Y se le hizo raro ver a dos azabaches en el cuarto de Kim, cuando sabía que el castaño no tenía a nadie. No pudo contenerse y armó el plan con su inteligente gatita; Holly, quien se quedo "atrapada" en las barras de la ventana de TaeHyung, cosa que anteriormente ya habían hecho debido a que a YoonGi le gustaba ver al pequeño, hablarle y sentir su olor. Mientras que Kim se moría de miedo por la presencia del pálido.

Actualmente, pasaron dos meses y TaeHyung logró conseguir un trabajo en una cafetería que requerían personas para limpieza. Felizmente Kim aprobó el periodo de prueba ya que no pedían papeleo legal y hoy ganaba diez dólares diariamente. Es poco, ya que debía pagar agua, luz, su estancia en el edificio y la comida de los gemelos, pero Min siempre lo ayudaba, le colaboraba con alimentos y a veces se ofrecía a cuidar a los menores cuando el castaño iba a trabajar.

YoonGi se convirtió en un ángel para TaeHyung.

Cosa que le desagradaba a los posesivos Jeon.

- Cuando yo este grande, yo pagaré todo, ¿Escuchaste, hyung? No necesitarás más la ayuda de el enojón. - Decía JeonGguk doblando su ropa, mientras que su hermano barría la habitación y TaeHyung metía las prendas en el armario que estaba en mal estado.

- Ggukie, Yoonie hyung es muy bueno, aunque a veces parezca que quiere asesinar a todos. - Habló el mayor con tranquilidad en su tono de voz. - No sean malos con él, por favor. - Volteó a verlos con sus ojitos de cachorro. - Por favor. - Repitió endulzando el corazón de los hermanos.

- Bien Tete, tú ganas. - Admitió JungKook para seguir barriendo, el menor de los gemelos bufó enfadado por como TaeHyung defendía a su vecino.

- ¡Te gusta, YoonGi hyung! - Lloriqueó JeonGguk dejando caer la camisa que estaba doblando anteriormente. TaeHyung se exaltó y corrió hacía el pequeño poniéndose en cuclillas para estar a su altura.

- Pequeño, no grites, podría estar escuchando. - Acarició su mejilla regalándole una acogedora sonrisa. - Él es como mi hermano mayor, es como JungKookie para ti, ¿Si? Jamás lo vería con otros ojos. - El azabache sorbió sus mocos jugando con sus dedos.

- ¿L-lo prometes?

- Lo prometo. - El más alto lo abrazo fuertemente. JungKook veía aquella escena molestó, apretando su puño que sostenía la escoba.

𝐆𝐎𝐋𝐃𝐄𝐍 𝐉𝐄𝐎𝐍'𝐬 ꒰࿔ 𝐤𝐨𝐨𝐤𝐯 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora