Mi obsesión

Capitulo XIV

Poco a poco fueron pasando los días y se iban acostumbrando a su nueva rutina Gojo había dejado varias responsabilidades de la empresa a sus trabajadores estaban a dos días de salir a su último desfile Yūji aún no sabía si sería capaz de modelar otra vez pero lo intentaría esa seria la última pasarela del albino y luego tenía planeado solo acompañar al peli-rosa aunque eso seguro molestaría a Kento pero no lo dejaría solo otra vez esa tarde noche el peli-rosa salió con el azabache y la castaña ya había pasado bastante tiempo encerrado tratando de recuperar sus recuerdos y solo decidió que crearía nuevos ya había perdido muchos días en ello, pasaron la tarde en el centro comercial pasaron solo a dejar las bolsas de compras al departamento de Sukuna y luego fueron directo a un pub donde el dueño era amigo de la castaña entraron sin mayores problemas y los llevaron a la zona vip cuando ya había avanzado bastante la noche entre tragos y baile ya daban las tres de la madrugada los tres chicos estaban bastante pasados de copas el dueño del pub le pidió el número de alguien responsable que pudiese ir por ellos lo dejaron a la suerte del piedra papel o tijeras perdió el peli-rosa por que debieron llamar al albino, esperaron en la entrada cuando Gojo bajo del auto les dio una mirada aunque ninguno entendió el verdadero significado de aquella rápida mirada que les entrego no sabían si los iba a reprender o simplemente estaba buscando rastros de alguna pelea o si tal vez estaban lastimados, les hizo una señal que subieran al auto el peli-rosa sabia que se había metido en problemas trato inútilmente de entrar en la parte trasera del auto pero fue descubierto por el mayor.

Gojo- Tu vas adelante conmigo...- No pudo escapar y mientras el azabache y la castaña reían mientras entraban en el auto Yūji quería que lo tragara la tierra- Megumi pasaré a dejarte donde Sukuna cuando venia de camino lo llame para avisarle dijo que lo mejor seria que pases la noche con él- sonrió de medio lado y Megumi dejo de reír la última vez que había bebido con Sukuna al otro día no recordaba nada pero tenía marcas por todo el cuerpo y le dolió la cadera por tres días no se quería imaginar que le pasaría esta vez trago saliva y se quedo quieto y en silencio hasta que llegaron a dejar a Nobara para su sorpresa la peli-verde estaba en la puerta de su casa, se acerco al auto y le dio las gracias por traerla al albino cuando la castaña pregunto quien la había llamado solo le dijo que lo había hecho el peli-rosa mayor entonces todos serían castigados aquella noche era lo que pasaba por la cabeza del azabache ahora deseaba no haber tomado aquellos dos últimos tragos, era tarde para arrepentimientos, luego fue su turno también lo estaban esperando en la puerta de entrada del edificio sabia lo que le esperaba se despidió de su amigo y le dio las gracias al albino por llevarlos aunque muy en el interior hubiese deseado que lo dejaran en su casa.

Cuando quedaron solos en el auto no sabia de que hablar miraba de vez en cuando a Gojo de reojo mil cosas pasaban por su cabeza pero se perdía mirando el hermoso perfil de su novio a veces aun le costaba creer que tuviese una relación con aquel hermoso hombre que iba a su lado, iba embobado mirándolo cuando el auto se detuvo habían llegado a la casa esperaron que se abrieran los portones para ingresar le sudaban las manos y por alguna extraña razón desde que subió al auto había estado excitado apenas se detuvieron en el garaje bajo y corrió dentro de la casa como alma que lleva el diablo se metió en el baño lo mejor seria tomar un buen baño con agua fría debía calmarse sabia que el albino no le aria nada y eso lo ponía de mal humor estuvo varios minutos bajo la ducha salió despacio y se tomo su tiempo en el baño, coloco un poco de loción en su cuerpo y noto que ya no se notaba la cicatriz en su cabeza su cabello había crecido luego de estar varios minutos admirándose en el espejo salió del baño con una polera y bóxer la habitación estaba a media luz pudo ver al albino en la cama con su maldito pijama azul como lo odiaba seguramente era muy cómodo pero era demasiado recatado no dejaba ver nada de piel y si se acercaba al albino no podía sentir su piel en contacto con la suya vaya que odiaba ese pijama debía idear un plan para hacerlo desaparecer en cuanto se descuidara dejaría actuar su plan, se tiro en la cama y se arropo con las sabanas, apago la luz de su lado y se dio vuelta con la espalda al albino dio un suspiro y por alguna razón sus ojos se comenzaron a llenar de lágrimas se abrazo asi mismo y se hizo una bolita en la cama y comenzó a llorar Gojo al darse cuenta se acerco y lo abrazo por la espalda rodeándolo con sus brazos y una pierna.