"No Pretendo Que Me Quieras"

XXVII

Era aún martes, la semana estaba comenzando, la búsqueda de Tessa con Andy, las múltiples empresas llevando el control me estaba agotando.  Era la hora del desayuno cuando me avisaron que ya estaba todo servido, el cuál yo di las gracias.

Pedí que mi mano derecha, que era Héctor, estuviera en el desayuno. Tocamos algunos temas que eran de interés, él se encargaba de que cada una de las empresas mandarán toda la contabilidad, administración hacía mi persona, así que, frente mío estaba una pila de exhuberantes carpetas.

—Bueno en ese caso Héctor lo mejor sería que me ayudarás cómo siempre, checa malversación, transferencias sin autorización. _ Me llevé a la boca un poco de fruta picada — Además que hoy pienso que me tomaré el día libre, estaré en la sala de videojuegos hoy, ahí cualquier cosa entras. 

—Provecho y que tengas un buen día Héctor. Los papeles lo quiero a más tardar el sábado, no me urgen tanto.

—Sabe que lo tendrá cuánto antes, y gracias señora.

A pesar de que estaba vestida para ir a la empresa dejé mi saco en el respaldo de la silla, fue al ascensor que tenía cerca del despacho, tenía un set up, dónde tenía todo tipo de consola, de vídeo juegos, unos sofas super cómodos, una cama por si al caso, era de ensueño. Me la pasé jugando mi juego favorito, GTA 5 Online en una de mis consolas.  Aquí solía venir cuando estaba en mi adolescencia, tenía muchas responsabilidades.

Encendí uno de mis cigarros mientras jugaba, tenía los mejores carros, las casas, penthouse, demasiado dinero al hacer varias misiones.

2 mes después....

Actualmente Karla iba para su octavo Mes de embarazo, las cosas entre ella y Line era una total mierda, apenas y hablaban lo necesario, no es que ella la quiera, después de lo sucedido, su familia intento sacarla de ahí cómo fuese posible, pero sin embargo, cada intento fue nulo. En todas falló, la argumentación que Line le daba era:

"Recuerda nuestro contrato, si te largas, entraré en demanda en tu contra para tener la custodia de mi bebé".

Por eso y más, cada intento de irse del lado de Caroline era nulo, intentó buscar información que la relacionara con narcotrafico, lavado de dinero u otras cosas, creía que entre más buscaba, menos iba a encontrar nada.
Casualmente Caroline sólo llegaba a buscar algunos papeles, ropa, sus coches, ya no estaba viviendo ahí, las actitudes de Karla logró quitarle el interés de amor que sentía por ella, en cada intento de irse de su lado, hasta hace casi dos semanas cuándo los padres de Karla hablaron con ella el cuál dijeron palabras totalmente hirientes.

Era viernes por la tarde, llegaba del trabajo, quería mandar a alguien de su security pero nada le quitaba que ella misma se encargará de sus cosas. Entró a su gran mansión dónde vivía aquella mujer que tanto quería, en el trayecto hasta la habitación dónde buscaría un álbum de fotos de Emily y Ana, tal vez no estuve presente pero Ana y yo teníamos comunicación. Fuí feliz cuando nació Emily, parecía un camarón de lo rojo que estaba cuando la sostuve en mis brazos, no creía que habíamos hecho a una hermosa niña, ella era todo para mí, hasta que decidí alejarme de ellas para que no le hicieran daño. Luego de 4 meses nació Andy. Hablando de él, aún no sabía de su paradero.

Busqué una maleta y metí algunos documentos, ropa, relojes, cadenas, pulsera entre otras cosas. Al momento de querer bajar, escuché algunos susurros, provenían de la sala, en cada susurro reconocía las voces.
  Me escondí para que siguieran hablando, hasta que atentamente entró por mis oídos la frase "Mamá, Andy tiene cáncer en la sangre".

Cáncer.  Cáncer. Era lo único que mi mente procesaba, sujeté la maleta y a cómo podía iba bajando las escaleras, hasta llegar a dónde estaban ellas dos, al verme sus rostros eran pálidos.

—Di..di..dime qué lo que acabas de decir no es cierto. — Hablé.

Ambas se miraban buscando alguna respuesta para darme.

—Caroline yo... _ Intentó agarrarme pero retrocedí. — Me enteré por tu madre, por eso me llevó lejos.

—¿Cuánto tiempo?.— Mi respiración estaba muy agitada, sentía mi cabeza dar vueltas, me tomé la cabeza con ambas manos y apretaba.

—Está avanzada. Le dimos trasplante de médulas madres, tratamos de limpiarle la sangre, quimioterapia, de todo pero nada suele funcionar..

—Dijiste, ¿Le dimos? Con qué médulas Tessa, maldición, sabemos que tú no eres casi compatible con él.

—Caroline, yo por eso no puedo seguir mintiendo.

—Que no se te ocurra decirlo Tessa. — Entraba mamá, mi papá y mi hermano.

—¿Decirme que? Es de mi hijo del que estamos hablando, su vida está en juego, ¿Quieren médulas ? Háganme un conejillo de india. —Supliqué mientras las ganas de llorar ya me habían traicionado.

Hace un momento estaba recordando a mi hijo.

Todos se estaban observando, ellos sabían algo que yo no, me estaban guardando un maldito secreto, eran cómplices y yo ya no estaba para eso.

—Tienen un minuto para decirme lo que están ocultandome. — Hice un ultimátum.

—Es por tu bien hija. —Menciona mi madre.

—Tu no decides que es bien para mí, mamá, haría todo por mi....—

—Andy no es tu hijo. —Gritó Santiago.

Todos tenían sus ojos puestos en él, había cometido una estupidez. Mi padre sólo se lamentaba de lo dicho, su mano derecha estaba en su nariz tratando de procesar todo.

—¿Que?. — Apenas pude contestar.

—Andy es mi hijo Caroline, y no vinimos porque queremos tus células, simplemente no eras compatibles con él, los meses que nadie estuvo en contacto contigo, era por eso, estaban extrayendo de mi las células. — Malditos huevos que se carga.

—¿Todos los sabían?. — Esa era mi duda. — Bueno, ni para que pregunto, a los lejos se nota.

Inconcientemente recogí mis cosas, salí de esa casa cómo zombie, muerta por dentro, por ese sentimiento que te arrancan desde las entrañas. Al subir a la camioneta, Héctor hablaba más no escuchaba ni un carajo.

—Llévame al lugar más seguro que tengamos.