Capítulo 18: Te Protegeré, Los Protegeré

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-Tenías razón –contesto el chico –no soy más que tu reemplazo Mafuyu –contesto Hiiragi quien tomo un cuchillo para cortar las sogas que les apresaban –será mejor huir mientras podamos, no sé cuánto tiempo estará así –Mafuyu y Kasai asintieron y decidieron salir de ahí, necesitaban huir lejos, lejos de aquel sujeto que no tardo en levantarse y notar la sangre que caía desde su cabeza.

- ¡Malditos! –dijo Yuki sosteniéndose la cabeza, se sentía mareado por el golpe, sin embargo, su ira era peor de lo usual, esta vez ya nada importaba, los mataría, los mataría a todos ellos en ese momento –ya verán, juro que me las pagaran –dijo el joven alistando una pistola que tenía a su alcance.

Casa de Tetsuya

Desde que aquel joven les dio un sí, los tres Haruki, Akihiko y Uenoyama no tardaron en llegar al lugar con toda la información necesaria, Ue se sentía tan inútil en aquel momento, Mafuyu, la persona que el mas ama en este mundo, estaba secuestrado por aquel demente llamado Yuki Yoshida, su colega, sabían que una vez Mafuyu rescatado junto a Kasai, haría que Hiiragi y Yuki pagaran en la cárcel por secuestro.

-Dime que tienes una ubicación –pidió Akihiko muy angustiado –la vida de mi amigo, su hijo y su amiga están en tus manos Tetsuya.

-A ver cálmate, hago lo que puedo, y ya tengo una ubicación, están en unas bodegas al noreste de la ciudad de Tokio, necesitan ir ahí de inmediato, antes de que pierda la señal que nos conecta –dijo el joven –tratare de entrar en el sistema que tienen en esa bodega, estas tienen cámaras en su interior y podremos ver quien está ahí.

-Entonces apúrate por favor –pido Ue –es mi omega y mi hijo junto a otra chica los que están en peligro, no quiero perderlos.

-Y no lo harás –dijo el chico –ya obtuve acceso a la cámara, veamos un par de clics y podremos ver quienes están dentro del lugar a ver –la ansiedad crecía en todos, ¿Qué iban a encontrar? ¿serán ellos? ¿estarán bien? O talvez seria alguna imagen atroz –listo ¡ya los ubiqué! –Uenoyama al igual que todos pudieron ver la imagen, Mafuyu, Kasai y Hiiragi tratando de abrir una de las compuertas de la bodega tratando de huir de alguien, y ese alguien era Yuki, quien portaba un arma de fuego dispuesto a disparar aquello alarmo a todos –vayan para el lugar ahora chicos mismo yo iré llamando a la policía.

-Te lo agradezco de verdad –contesto Uenoyama para luego ir en busca de su amado –Mafuyu...todo estará bien amor, todo estará bien, te lo prometo.... Te protegeré

Bodega

-Rayos, esto tiene una clave –dijo Hiiragi tratando de abrir la compuerta hasta oír unos pasos que se acercaban –mierda.

-¿Qué hacemos? Si nos halla, nos asesinara –contesto Kasai muy angustiada –Mafuyu –menciono la chica al ver a su amigo muy pálido.

-Trata de no morir Mafuyu –contesto Hiiragi –tu amado alfa te espera en casa a ti y a tu bebe, si logro abrir esta puerta ustedes pueden huir, yo me quedare para frenar a Yuki.

- ¿Por qué? ¿Por qué haces esto? –pregunto Mafuyu con lágrimas en los ojos.

-Ya te lo había dicho, solo soy tu reemplazo, si salgo vivo, me entregare a la policía, porque lo que hice fue un delito y sino y muero, al menos sabré que hice algo en mi vida y eso fue salvarle la vida a una persona que de verdad merece felicidad –las palabras de Hiiragi eran sinceras, Mafuyu pudo notar la verdad en sus ojos y en su voz, sabía que era difícil para Hiiragi aceptar todo aquello, pero el que lo haya salvado fue un acto de verdadera valentía.

- ¡No se muevan infelices! –aquella voz les dejo congelados, Yuki los había encontrado, el chico portaba el arma lista para dispararle a cualquiera de los que estaban ahí –Eres patético Hiiragi, ayudar a tu rival, ¿Qué bajo no? Dejen lo que están haciendo y si de verdad valoran sus vidas harán lo que yo diga –dijo Yuki apuntando con el arma.

-Yuki, este no eres tú y lo sabes –dijo Mafuyu tratando de acercarse –sé que no eres así, jamás lo fuiste, te conozco desde que éramos pequeños y sé que no eres así como es.

- ¡No te acerques si de verdad valoras tu vida! –dijo Yuki enfurecido –una perra como tú, embarazado de un hijo de puta que ni siquiera puede hacer bien las cosas de su trabajo, cuando yo aun después de romper, me sigues perteneciendo –grito –me harte de ustedes me harte de ti te acabare ahora mismo.

- ¡ALTO AHÍ! –se escuchó - ¡LEVANTE LAS MANOS! ¡ESTA BAJO ARRESTO! –la policía había llegado al lugar cosa que Yuki no había esperado, ¿Cómo se habían enterado? ¿Quién?

- ¡Mafuyu! –grito Uenoyama al ver a Mafuyu y los demás, sin embargo, Yuki disparo directo a Mafuyu hiriéndole el hombro- ¡MAFUYU! –otro disparo fue detonado por el arma, sin embargo, esta vez del policía quien disparo directo a Yuki hiriéndolo únicamente las piernas por lo que Yuki cayo de inmediato.

-Llamen una ambulancia ahora mismo ¡ahora! – grito Akihiko tratando de ayudar a Uenoyama con Mafuyu y los demás –Mafuyu reacciona.

-Me duele...-era lo que podía decir Mafuyu con voz débil –me duele poco, no llores Uenoyama kun...todo estará bien.

- ¿Cómo dices eso amor? Estas herido y nuestro bebe no sé cómo ha de estar –dijo Ue llorando –te protegeré, los protegeré mi amor.

-Uenoyama kun...-poco a poco su voz débil se fue apagando, los gritos desesperados de su amor eran lo único que podía escuchar, tenía miedo, miedo a morir, miedo a dejar a todos, miedo a no ver a su bebe, miedo a sumergirse en la soledad, miedo a la misma muerte.

Hospital de Tokio

La sala de emergencia era un caos total, el miedo de Uenoyama y su angustia tenia a todos alterados, conocían al joven y conocían a Mafuyu perfectamente en ese lugar, Mafuyu había ingresado a cirugía, pues había perdido mucha sangre y necesitaba transfusión como retirar los trozos del proyectil, aquello era una pesadilla total para el joven de cabello negro, solo deseaba que todo eso acabara y pronto, quería a Mafuyu y a su hijo bien, solo deseaba eso, tener a Mafuyu sano y salvo y poder esperar a que su hijo naciera.

- Familiares de Mafuyu Sato –llamo un médico saliendo del quirófano a lo que Uenoyama inmediatamente corrió hacia él.

- ¿Cómo está el doctor? ¿Cómo esta Mafuyu? –la ansiedad lo consumía, necesitaba saber de Mafuyu necesitaba escuchar que estaba bien, sano y salvo, que su omega y su bebe estaban vivos.

Continuara 

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