Secretos parte II

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Secretos parte II

Ester NO quería estar en esta cena. Había asistido a muchas fiestas, eventos y veladas a expensas de su propio entretenimiento e incomodidad, pero esto estaba más allá de un evento. Y mucho menos, Violet todavía se negaba a ceder su silla a Ester a pesar de que era de todos modos suya, dejándola sentada junto a Gregory y Hyacinth.

Sin embargo, debido a que la pareja era demasiado joven para quedarse despierta todas las noches, Violet los envió a la cama. Así que quedaban Violet, Ester, Benedict, Colin, Anthony y Lord palo mojado, oh, Lord Wimmick, quería decir. ¿Había realmente una diferencia?

Así que al final de la mesa estaba Anthony, junto a él estaba Lord Wimmick, luego Ester. Vio ya su derecha Benedict y Colin. Eloise estaba actualmente teniendo una reunión secreta con Penélope, quien llegó la otra noche llorando por algún chanchullo con un chico.

Ester, siendo la única vizcondesa amable y considerada, le dio una excusa para saltarse la comida. Violet originalmente no estuvo de acuerdo, pero cuando Ester mencionó que sería demasiado estresante asegurar la identidad de Lady Whistledown, para la Reina, tener su debut y mantenerse al día con sus estudios que debería tener la noche. Ester ganó esa discusión.

Ester no ganó la discusión al sentarse al lado de Benedict, Colin o Anthony y aquí estaba, compartiendo una comida junto a Lord Punichel Wimmick. ¿Quién llama a su hijo Punichel de todos modos? Ester estaba más que furiosa y esperaba que se notara.

–Díganos, Lord Wimmick, ¿hace mucho que está en la ciudad?– Violet mencionó, después de comer su primer plato de ensalada. ¡Porque simplemente tener una comida con el hombre no era suficiente! En cambio, Violet INSISTIÓ en que tuvieran una comida de cuatro platos. Ensalada, entrantes, cena y un pequeño postre.

–Oh, planeo quedarme indefinidamente. Con la muerte de mi padre planeo mudarme más a la ciudad con mi hermana– Lord Wimmick miró en dirección a Ester. –Hay demasiadas vistas deliciosas para ver aquí en Londres–. Ester miró a Anthony y luego a Colin. Aparentemente, ninguno de los Bridgerton parecía haber notado el intento de este hombre de desnudarla con la mirada.

–¡Vaya, vizcondesa! ¿Qué le pasó a su cuello?– Ester no tenía idea de lo que estaba hablando, así que se volvió hacia Mar, quien se señaló el cuello. Ester luego recordó que mientras Mar la ayudaba a cambiarse antes de la cena, mencionó que Ester tenía un gran moretón en la espalda hasta el cuello debajo de la cabeza debido a la caída del columpio.

Eso debe ser lo que estaba mencionando.

–Bueno, estaba tratando de escapar de un bruto y este es el resultado. Gracias, Lord Wimmick, por recordarme un evento que deseo olvidar–. Sin embargo, una vez más, Anthony estaba demasiado absorto en lo que Colin estaba hablando y no lo hizo. No la escucho.

–¿Qué le pasó a su cara, Lord Wimmick?– El hombre inspeccionó su rostro y al no encontrar nada malo la miró.

–Oh, no importa, debe ser solo su cara–. A Ester no le importaba si estaba siendo grosera o inapropiada o si terminaba en el artículo de Lady Whistledown. Este hombre no era bienvenido cerca de ella y pretendía que siguiera siendo así.

–¡Ester!– Anthony la llamó. OH, ¿¡él escuchó eso!?

–Punichel, me disculpo por la actitud de mi esposa esta noche. Parece que ha bebido demasiado–. Ester miró a su vaso de agua, sin atreverse a beber alrededor de Lord Wimmick y fulminó con la mirada a Anthony.

–¡Oh, no te preocupes, querido primo! Prefiero una picante dama. Yo también pretendo tener una esposa que sea rápida con los golpes–. Anthony parecía aliviado de no sentirse ofendido, pero Ester sí. ¿Cómo nadie escucha a este hombre?

Secretos & Escándalos - TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora