Sola
Noé regresó a su castillo cayendo al suelo en un golpe seco al frente de su entrada, jadeando por aire sujetando su pecho con fuerza, su mano derecha hecha puño apretando con ganas he importancia. Las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, quería llorar pero se lo negaba así misma porque reflejaba su debilidad, ese punto oscuro y vulnerable de su persona.
- Así que la vida finalmente te dió la bienvenida - Habló la voz que la acompañaba desde hace tiempo.
Noé negó con la cabeza harta de la situación y su vida en ese momento, no quería lidiar con el sarcasmo y humor negro de su acompañante en ese instante, viéndolo disfrutar de su sufrimiento desde arriba.
- Aún recuerdo a un humano que conocí hace algunos años - Aquello extrañó a la albina, ese ser jamás hablaba de algo que no fueran sus propios deseos y propósitos - Un hombre que acabó con su vida, por culpa de los humanos. Como tu en su momento -.
<<Yo sólo lo intenté, ni siquiera fue capaz de conseguirlo>>
Le respondió la contraria en su cabeza. Lo escuchó respirar estando de acuerdo con lo que acababa de decir ella.
- Si algo se de su especie, es que los humanos no tienen humanidad. Si me preguntas, no son diferentes a nosotros que nos alimentamos de su sufrimiento. La diferencia es que ustedes lo hacen un espectáculo y nosotros para sobrevivir, el propósito es diferente pero vaya que disfruto hacerlo con uno que otro bastando - La crudeza en sus palabras era notable y pesada en el ambiente, pero no dejaba de tener razón en su lógica.
<<Supongo que son las verdades que los demás se niegan a escuchar. A mi que más me da en este punto el mundo, ya perdí todo y no hay nada más que pueda perder>>
La voz se río sonoramente de las cosas dichas por la joven, no pensaba más allá y ciertamente si se pensaba detenidamente, aún le quedaban bastantes cosas por perder que ella podría aprovechar a su favor para poner el mundo a su merced si así se lo propusiera. Lo detuvo en su cabeza hasta que decidió darle un empujón en su desdicha, ayudarla un poco le distraería de la aburrida vida terrenal plagada por el veneno llamado humanos.
- Tienes cosas - Comenzó diciendo este apareciendo frente la albina en una neblina negra con forma humanoide - Cosas como para poner al mundo de rodillas suplicando clemencia. Tu fruta del diablo es la más poderosa, piénsalo. ¿Alguien que pueda neutralizar a los usuarios como si no fueran nada? Los almirantes, emperadores y cualquiera contra ti no es nada. Es sólo que te alces en su contra y te temerán como una presa a punto de ser devorada - Concluyó de una manera tan convincente que Noé se creyó capaz de poner al mundo de cabeza.
<<Si yo... hiciera eso. ¿Qué objetivo tendría? Sería igual, incluso peor que ellos>>
Obvió indignada. Después de todo tenía algo de moral que de vez en cuando le impedía convertirse en un ser sin corazón incapaz de sentir empatía por los seres que le rodeaban.
- ¿No crees que ya fue suficiente tiempo el que le diste al mundo siendo buena persona? - Le cuestionó en tono demandante bajando su tono de voz - Mira lo que hiciste por las personas y seres, siendo buena sin meterte en problemas viviendo en paz. ¿Cómo te pagaron? Después de lo que hiciste al final te odian, viendo siempre lo malo y nunca lo bueno - Se acercó hasta quedar frente al rostro de Noé que se encontraba sentada apoyada en sus brazos observando hacia arriba - El mundo te lo quitó todo, tu quítale todo al mundo -.
La albina se quedó en su posición sin mover un músculo escuchando sus voces interiores pelear por lo antes dicho. Estaba mal, pero en este punto la línea del bien y el mal se había desdibujado hace mucho, sólo que apenas se estaba dando cuenta de ello, mejor tarde que nunca para tomar las riendas de su vida hacia la cima en el lugar que le correspondia.
Se levantó sacudiendo la falda de su vestido sin mostrar alguna emoción en su neutro rostro. El brillo de sus ojos se consumía como gasolina al fuego, lista para dejar su moralidad de lado y comenzar una anarquía en contra de la marina, el gobierno, sus enemigos y cualquier idiota en meterse en su camino. La etapa de lamentarse por lo que hacia se quedaba tras la página al ser pasada, al fondo de un pasillo oscuro en el olvido.
Un titán de agua se levantó entre la marina embravecida engullendo entre sus manos una lanza de oro perfectamente afilada brillando con las estrellas del cielo. Noé salió de su castillo parada sobre una plataforma de oro a la altura de la enorme dama de agua al frente suyo. Caos, era lo que definiría lo que estaría a punto de ocurrir a partir de allí, un punto de infección en la historia de la era pirata.
La primera y única persona valiente para levantarse en armas en contra de toda una generación y era. La culminación de la etapa silenciosa de otra víctima de las crudezas, no existía el límite y mucho menos objetivos. Sólo se había una cosa segura, la sangre sería la tinta en el libro del cambio en el curso de las cosas, la pluma que escribiría para la historia misma.
Noé no dejaría a las tierras y su gente de lado, seguiría protegiéndolos como última muestra de bondad y de palabra. Fuera de eso, el mundo se podría ir al carajo y ella estaría sentada en primera fila disfrutando del espectáculo. Asintió otorgando el movimiento a la titán de agua, esta se giró dándole la espalda levantando la lanza de oro sobre su cabeza apuntando a la lejanía lista para lanzarla.
Se tomó unos segundos tomando una pose cómoda y efectiva. La brisa del aire golpeó los blanquecinos cabellos de Noé arrojándolos con violencia hacia atrás cuando la titán lanzó la lanza de oro por los aires con su descomunal fuerza. El objeto cayó erguido apuntando hacia el cielo encajado en el mar, partiendo las aguas en su camino, aquello definía el principal territorio de Noé.
La titán apareció al frente de la lanza apoyando sus manos una sobre la otra en la punta del astil del arma. Observando la lejanía con sus vacios y blanquecinos ojos atenta ante cualquier amenaza lista para atacar, frustrando las posibilidades de un ataque sorpresa.
Que comience la verdadera historia llena de caos.
©-Yaratzalli 2022
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Voces silenciosas (One Piece x Oc)
FanfictionNoé, joven pirata de diecinueve años, considerada una amenaza mundial por sus orígenes y la amenaza que representa por si misma. Unos orígenes que el gobierno quiere ocultar ante el mundo por la catástrofe que puede causar si se llegan a saber pero...