CABAÑA 001 [+21] [TERCERA PARTE DE CELDA 001] [TERMINADA]

CAPÍTULO 49

NIKA

Espero impaciente y nervioso en la sala, necesito resultados ya o como mínimo me va a dar un infarto.

Me cuesta creer que Kris o Sandra dijera la verdad, ya no sé ni como llamarla, aún así no he tenido que tener más remedio que venir a comprobarlo.

Vi convencida a Emy y ella nunca se equivoca. Podría ser la primera vez, pero sería raro.

Si Sandra resulta ser quien dijo... Una oleada de dolor me recorre el pecho y aprieto los ojos con fuerza.

– ¿Nika Carry? - preguntan.

– Soy yo – me levanto.

– Aquí tienes.

Me entrega la prueba de ADN y la cojo con manos temblorosas. Aproveché para coger una muestra de su sangre para poder comprobar la verdad.

Le doy las gracias y salgo montándome en el coche. La miro y no me atrevo a abrirla. Si sale que es mi hermana, arderé de dolor. Y si pone que no lo es, lo haré de rabia.

No quiero que nadie mas juegue conmigo ni con mi novia. Por no hablar de que estuvo jugando también con mi mejor amigo.

Respiro hondo y voy despegando la apertura poco a poco. Me limpio el sudor de la frente y la saco hasta que puedo ver totalmente el resultado. La dejo en el asiento de al lado y apoyo mi frente en el volante.

– ¡JODER!

Golpeo hasta que las palmas de mis manos arden. Lágrimas se deslizan por mi cara y me siento completamente ido.

Pienso en Emy y es la única que va a poder calmarme ahora mismo. Pongo rumbo a su casa y conduzco con cuidado, el llanto hace que vea borroso.

Llego en minutos y dejo el coche en la puerta de su casa. Toco al timbre y espero a que abra.

– Pasa Nika – habla su madre por el interfono.

Empujo la cancela y me adentro hasta estar en el salón.

– ¿Necesitas algo? - me acaricia el hombro cuando ve mi cara.

– A Emy, por favor – mi voz sale débil.

– Está en la ducha, por eso he abierto yo. ¿Quieres sentarte mientras?

Me encojo de hombros dándome igual pero ella me lleva hasta el sofá y se sienta a mi lado.

– ¿Quieres algo de beber?

– No, gracias.

Sigo sin poder evitar las lágrimas y ella me reconforta pasándome la mano por la espalda. Odio las miradas de pena, pero realmente es lo que doy. Tengo que verme devastado.

– Babi... - susurro.

– Ven.

Abre sus brazos y la abrazo. Su respiración es calmada y me incita a que la mía sea igual. Esto es lo único que necesito ahora. Ni palabras ni nada, simplemente apoyo.

Una mano se apoya en mi espalda y me separo para darme la vuelta. Escondo mi cara en el cuello de Emy y me permito desahogarme. Me abraza fuerte y solo pido que pase lo que pase, ella no me falte nunca.

– Es mi hermana – sollozo.

– Tranquilo – susurra.

– Emy yo...

– Calma, ahora hablamos más tranquilos.

Sigo apoyándome en ella y la cabeza me va a mil. Su madre ha soltado un jadeo y creo que tampoco se esperaba esto.