CABAÑA 001 [+21] [TERCERA PARTE DE CELDA 001] [TERMINADA]

CAPÍTULO 51

EMY

Llego del trabajo junto a mi padre y la comida ya está preparada en la mesa. Nos sentamos a comer y todos me observan atentamente.

– ¿Qué? - pregunto.

– ¿Tienes algo que contarnos?

– ¿Por qué lo dices? - entrecierro los ojos en dirección a mi padre.

– Se te nota cuando ocultas algo – responde mi madre.

– Cierto – la apoya mi hermano.

– Pues si – voy sonriendo poco a poco.

– ¿Y a qué esperas? - mi hermano me da una patada por debajo de la mesa.

– Quería esperar a terminar de comer, pero veo que no aguantáis.

– ¡Habla! - exclama mi padre.

– Voy a vivir con Nika.

Los tres abren la boca sorprendidos y yo sonrío enormemente.

– ¿Y tú quieres? - pregunta mi hermano.

– Claro – asiento.

– Otra vez te vas de aquí – musita mi padre con lágrimas en los ojos.

– Y para siempre – mi madre se tapa la cara con las manos.

– Estoy en la casa de al lado – acaricio el brazo de los dos.

– Da igual, no te vamos a ver por aquí como siempre – solloza mi madre.

– Mamá, vendré a veros todos los días. Y a cada momento si queréis.

– Para eso quédate aquí y ya – mi hermano se encoge de hombros.

– No – niego – quiero hacer mi vida con él. Vosotros mismos sabéis que vivir con tu pareja es lo mejor del mundo.

– Bueno, no te lo creas tanto – intenta convencerme mi padre.

– Oye – mi madre lo mira con furia.

– Vale, es lo mejor – admite derrotado.

– Estamos a metros de distancia – sonrío – no va a ser nada del otro mundo, hacedme caso.

– Así tengo a otra casa a la que ir cuando no quiera estar aquí – aplaude mi hermano.

– Exacto – me río.

– ¿Y por que no querrías estar aquí? - le pega mi padre en el hombro.

– Au – lo empuja – por cosas como esta.

– No me retes – lo señala.

– Ni mi ritis – se burla y le saca la lengua.

– ¿No quieres ser tu quien se vaya a vivir fuera? - bromea.

– Ala, eso ha dolido – se lleva la mano al pecho.

– Basta, parecéis tontos – se mete mi madre – Al final cada uno hará su vida y se irán.

– Si, ya verás que gracia cuando me vaya a vivir con Zoe – suelta una risita.

– Te estás ganando que quieras pasar el primer día en la nueva casa de tu hermana – lo amenaza mi padre.

– Es el mejor chantaje que me has hecho en mucho tiempo – sonríe con suficiencia.

Mi padre pone su brazo al rededor de su cuello y empiezan a forcejear. Mi madre pone los ojos en blanco aburrida y yo me descojono. Al final, acaba llenándole la cara de besos a Alan.