¿Promesa? [✔️ COMPLETADA] ©

Capítulo 1- Hazel

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Vivía en Canadá con mi madre y mi hermanito pequeño. No teníamos la mejor situación económica pero al menos teníamos ropa, aunque no mucha, comida y agua suficiente. De hecho, tenía incluso teléfono móvil, mi madre me regaló el último teléfono móvil que salió en venta por mi cumpleaños. Vivíamos en un pequeño pueblo de la ciudad y vivíamos medianamente bien.

Mamá corría hacia mí con una sonrisa enorme en su rostro.

─ Mamá, ¿por qué estás corriendo?

Se paró frente a mí y extendió levemente los brazos.

─ No me digas que no sabes la noticia, hija.

─ Eh, no ─ estaba fuera de contexto ─. ¿Qué pasa?

─ ¡El príncipe Aaron busca esposa para que reine con él!

Algo había oído pero, ¿eso que tenía que ver?

─ Me alegro mucho. De hecho algo he oído de eso pero, ¿qué tengo yo que ver con eso?

─ Pensé que... ─ se quedó pensativa, y cuando mamá se quedaba pensativa no era nada bueno ─. Que podrías ir a ver, podrías probar.

Casi me atraganté con mi propia saliva.

Lo único que salió de mi fue reírme a carcajadas. ¿Yo? ¿Una simple campesina iba a ser elegida por un chico guapísimo, rico y encima futuro rey? ¡Ja! No.

─ Uy sí, cómo no. ¿Crees que yo...?

─ Pensé...eres guapa y tienes un precioso cuerpo. El solo verá eso. ─ Cortó sin dejarme terminar.

¿Qué mierdas tenía que ver mi físico?

─ Mamá, eso no tiene nada que ver. No tiene sentido.

─ ¡Claro que lo tiene! ¡Vamos a por un vestido! ─ me cogió de la muñeca y corrió conmigo detrás. Tuve que hacer un gran esfuerzo para no caerme ─. ¡Rápido!

─ ¡Mamá! ¡No quiero! ─ Bufé, tratando de zafarme de su agarre. Odiaba cuando hacía eso.

─ Lo harás igual.

Frené a mi madre porque esto estaba yendo muy rápido y ella estaba en un plan que era imposible razonar con ella.

─ ¿Con qué dinero, si se puede saber? ─ Repliqué.

─ Tengo ahorros ─ exclamó, seguido de volver a tirar de mí ─. ¡Estarás preciosa!

─ Mamá...─ preferí callarme porque si no armaríamos una buena pelea, y acabaría perdiéndola yo.

♕♕♕

Mamá tenía en sus manos un precioso vestido negro ajustado, de longitud media y abierto en la pierna. El vestido era el más bonito que había visto en años. Pero no iba a ponerme eso.

Sacó unos pendientes a juego y un brazalete dorado, hermosos. Seguido de eso sacó unos tacones preciosos que parecían de cristal. Como en la película de dibujos animados.

─ Mamá, no quiero parecer La Cenicienta. ─ No quería ir a ese sitio, estaba buscando cualquier excusa para no ir.

─ Los zapatos no son de cristal, listilla ─ ella, como no, seguía enfocada en que fuera.

Los tacones tenían unas pequeñas mariposas ─ que esas sí parecían de cristal ─, que me encantaron.

─ Mamá, si esto lo haces por dinero, eso se consigue fácil. Puedo buscar un trabajo ─ Tenía un nudo en la garganta, me empezaba a sentir presionada.

La expresión facial de mamá cambió a una un poco decaída, como si ella fuera la víctima.

─ Pensé que, en caso de que te escogieran, cuando estuvieras allí, podrías ayudarnos económicamente ─ esbozó una pequeña sonrisa ─. Pero ya no importa.

─ Hacer el intento no hará daño ─ dije y bajé la mirada, arrepintiéndome de existir ─. Me probaré el vestido.

Cada capítulo editado tendrá este símbolo: [...]