Soujun envió un mensaje para advertirle a Byakuya y Koga de la inesperada unión del Comandante del Reino en el viaje, y oró a las Deidades para que Koga hubiera tomado la precaución de irse allí. Había tantas cosas que podían salir mal y tantas vidas que podían estar en peligro solo por la presencia de aquél hombre, que Soujun tenía que hacer algo para evitar que los descubrieran.
Soujun había pasado años planeando todo, hablando con el Rey de Jetaiya y pensando en el mejor momento para atacar Avanta y, en ese momento que Jetaiya ya tenía a los soldados listos, solo tenían que coordinar el ataque. Soujun no sabía cómo el Rey de Jetaiya se las había arreglado para conseguir tantos soldados, pero definitivamente los tenía, y solo el nacimiento del hijo de Byakuya retrasaba todo porque Hisana aún no podía viajar y no iban a arriesgarse a que la princesa de Jetaiya y su hijo estuvieran en medio del campo de batalla.
Pero esa demora solo era una brecha en el tiempo, algo que no evitaría que se llevaran a cabo los eventos programados, como la boda de Rukia con el Comandante. Soujun sabía que Rukia se convertiría en la Princesa del Pueblo y que se convertiría en rehén del rey para evitar cualquier tipo de peligro proveniente de Maranni, así que la única oportunidad de sacar a su hija del castillo, y posiblemente del reino, era en ese momento.
Obligar a Rukia para quedarse en Maranni de alguna manera y luego enviarla con Hisana y el bebé a Jetaiya era su mejor plan hasta ese momento, pero no contaba con la presencia de aquel hombre ahí.
La excusa del Comandante de ir a Neikel por culpa de unos bandidos era poco creíble. Soujun sabía que el Comandante estaba allí para algo más que ir a Neikel, y ciertamente dudaba que fuera por Rukia, pero enfrentarlo allí, en medio del viaje, era algo que él no iba a hacer porque a pesar de que su escolta superaba en número al Comandante, sabía que Rukia haría algo, algo tal vez muy estúpido por estar enamorada, y se iría con él.
La mejor manera de enfrentarse al Comandante era en la Gran Casa, donde él no podría huir con Rukia porque estarían rodeados y el Comandante sería un rehén, algo con lo que presionar al rey. La independencia de Maranni, las tierras circundantes y el regreso de la Corona de la Reina a cambio de un hijo parecía un trato justo porque Soujun sabía que la Reina amaba a su hijo y haría todo lo posible por tenerlo de regreso a su lado.
Durante los siguientes días del viaje había vio a Rukia con el Comandante, no se separaban e incluso cabalgaron juntos hasta a los siguientes pueblos adelantándose a ellos; para cuando la caravana los alcanzaba, ellos estaban sentados a la orilla del camino hablando y riendo. Un par de veces los encontró besándose y eso le pareció incómodo, especialmente después de la conversación que tuvo con el Comandante cuando lo encontró saliendo del dormitorio de Rukia.
"Si quiere tener seguridad sobre el honor de tu hija, Lord Kuchiki, me casaré con ella al llegar a Maranni. Sepa usted que habría casado con ella hace mucho tiempo pero mis propias decisiones me han obligado a esperar."
Pero lo último que Soujun quería era que Rukia se casara con el Comandante. Soujun quería a su hija lejos del reino, no en el centro de todos los problemas.
La última noche del viaje, la anterior al día de llegada a Maranni, Soujun vio a Rukia y al Comandante discutir. Era algo que no esperaba ver pero ciertamente le gustaba, un corazón roto era más fácil de convencer y una forma más fácil de alejarla de Adelaar.
— ¡Me dijiste que ya no hablabas con ella! ¡Juraste que nunca la volverías a ver! — Reclamaba Rukia al Comandante. Soujun solo pudo ver como el Comandante se quedaba en silencio, soportando las demandas de Rukia y mirándola fijamente. — ¡Y ahora te encuentro escribiendo una nota para verla en Neikel!
— Kia, no es lo que piensas. — El Comandante se defendió pero no dijo más, sino que trató de acercarse a Rukia pero ella se alejó.
— ¿No es lo que pienso? ¡No es lo que pienso! ¡Te lo advierto, si vas a verla a Neikel, esto se acabó! ¡Me importa un comino el arreglo del matrimonio y los malditos Acuerdos de la Caída!
— Iré a Neikel, te guste o no, y tú serás mi esposa, te guste o no. — El Comandante tomó a Rukia del brazo y la amenazó, luego se escuchó un fuerte golpe.
Rukia se soltó del agarre del Comandante después de golpearlo y entró al carruaje cerrando la puerta con un golpe. Eso era todo lo que Soujun necesitaba para asegurarse de poder sacar a Rukia del reino sin ningún problema. Soujun sabía que era cruel regocijarse por la tristeza de su hija, pero todo era por su seguridad, y esperaba que ella lo entendiera con el paso del tiempo. Soujun se acercó al Comandante, que todavía estaba de pie en el mismo lugar donde había discutido con Rukia, y notó la expresión de enojo en su rostro.
— Se lo diré una vez, podrán estar obligados a casarse pero no por eso permitiré que trate a mi hija como si fuera un objeto. — Soujun esperaba que el Comandante le dijera algo, pero el Comandante solo lo miró en silencio y se fue.
El resto de la noche fue tranquila, tanto como su preocupación por Rukia se lo permitió.
Soujun sabía que amenazar al príncipe no era una buena idea, tal vez el príncipe realmente estaba viajando a Neikel para ver a su amante, y era mejor no mover nada y esperar a que las cosas siguieran su curso. Soujun trató de acercarse a Rukia y hablar con ella pero Rukia se lo impidió, e incluso evitó salir a cenar.
Soujun tenía muchas ganas de golpear al Comandante, pero prefería que continuara el malentendido entre el Comandante y Rukia porque la necesitaba lejos de él y esa discusión le había facilitado las cosas.
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El Ruiseñor || IchiRuki FF
ФанфікиIchigo regresa al reino después de completar su educación en el reino de su madre, se supone que él es el heredero, se supone que todo está bien y se supone que nada va a cambiar. Se supone. Ichigo ha aprendido, de una manera cruel, que su padre no...