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Sorprendida y atontada por la situación me escondí nuevamente tras número cinco quien no dudó en preguntarme;

──¿Estas bién? ¿Te hizó algo? ─hablo con desesperó, pero no se atrevió a mirarme por ningún momento─. Carajo ocho, ¡habla ya!

Suspire.

──No... ─mi voz se escucho cortada.

──¿Segura?

──Si.

──Vete, saca ropa y ve a cambiarte.

──Pero... ─emiti en un hilo de voz. No quería que corriera peligro.

──Ahora.

Como una niña pequeña obedecía ante su orden y me fuí por ropa hasta al baño, me vesti rápidamente pues me puse el saco que había sido de cinco; Si, había sido de él ¿por qué? Ahora es MÍO, ya no tiene casó devolverse lo. Cogí el pantalón de pijama y la polera de este mismo, con el saco aproveche de cubrirme.

Salí del baño y ahí estaba cinco recargado en la puerta de la habitación con los brazos cruzados y una mirada amenazadora mientras tanto el chico seguía en el suelo sentado con sangre en lo que se puede ver de su rostro.

Me acerque lentamente al chico para encararlo.

──¿Quien eres? ─dije en un tono seco.

El negó.

Quede desconcertada y me dedique a observarlo.

Obviamente era un chico, pero vestía ropa negra, un gorro y se tapaba la mayor parte del rostro. ¿Quien es? No es nada agradable ver qué hay un chico en tu habitación vestido como ladrón o asesino en fuga. El chico saco su gorro dejando ver una cabellera rulosa y castaña clara, me pareció familiar... Su piel era pálida como la nieve, su nariz tenía una leve curva, sus labios gruesos y levemente rosados, era alto. Parecía mayor solo unos cuantos años más, el me miraba con diversión y mantenía cierta postura salvaje.

──Nos volvemos a ver. ─sonrió─. Me alegró verte por primera vez hoy, en persona.

¿Que...?

De que habla yo en la mañana fuí a una misión y...

──Dejame te recuerdo. ─se levantó y se acercó a mi─. En los labios. Pero ese dolor solo va a sanar si me besas, soy Andy, y ¿tu?

Caray. Es el chico de la misión.

Cinco se acercó a nosotros y se puso delante de mí.

──Que patético, ¿que quieres?

──Nada que te importe.

──Pues si me importa imbécil, es mi chi... Hermana. ─habló enfadado─. Así que habla.

El chico negó lentamente y se dirigió a mí.

──¿Podemos hablar en privado?

Se levantó e intentó tomar mis manos, pero enseguida retrocedí un pasó dándole a entender a cinco que él no debía ir sé.

──No creó que podamos.. Además cinco es de confianza.

Entorno los ojos y suspiro. Me alejé hacia la ventana mientras veía la satisfacción en el rostro de mi querido cinco ¿suena raro? Sí. De ahí nadie más habló, pensé que el chico daría una explicación pero se limitó a hacer silencio esperando a que estuviera solo conmigo o es lo que creo.

La situación se torno incómoda y probablemente tensa con aquellas miradas asesinas, finalmente opté por hablar.

──Espero una muy buena explicación para que te metieras a mi cuarto. ─hable cruzandome de brazos con toda seriedad─. Así que habla.

Traveling through love  ||Five Hargreeves #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora