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El sentimiento enrarecido se ancló a su pecho, como una apuñalada rasgando los obstáculos que previenen que sus ojos vean claramente lo que está frente a ellos.
Haber visto a Deku y pensar de esa manera con respecto a él, le dejó un sabor extraño en la boca. Y el sentido atenazó sus agudos sentidos, asimismo penetrando los fuertes latidos de su corazón.
El rubor que advertía sentir en su rostro tardó horas en disiparse por completo. Se amenazó embobado con algo que ni siquiera pasó por sus cabales en el pasado. Nunca pasó por su mente, atarantarse por los brazos tonificados del maldito nerd.
Dio por sentado que no se fijaría en su cuerpo tonificado, salvo que incluyera el secreto entrenamiento otorgado por su ídolo.
De alguna manera, obtenía una posible ventaja sobre Deku, si se quedaba a contemplar los entrenamientos que éste le daba. Mas no quería darse la oportunidad de permanecer en la casa de Deku por más tiempo. Tenía que haber otra manera en la que pudiera ver los entrenamientos y al mismo tiempo, evitar mirar al mentado pecoso.
No obstante, sus divagaciones llegaron a un punto incierto, dado que llegado el anochecer, fue llevado por Deku a su casa, luego de terminar el pesado entrenamiento.
Para su desdicha, fue cargado por el maldito en cara de All Might. La escena no podía ser más vergonzosa que esa misma.
Katsuki tenía sentimientos encontrados. Por una parte obtuvo ideas de cómo entrenar para obtener una mayor fuerza en su cuerpo, y por otra parte, descubrió una faceta suya que no sabía que existía siquiera.
No tuvo tiempo de procesarlo todo, puesto que el sentimiento arrebató los miles de pensamientos que debieron de haber circulado por su cabeza.
Se debatía entre darse de topes contra la pared o fingir ser un gato decente hasta que ordenar la secuencia de sus pensamientos puestos en suspenso.
Pero una cosa sí sabía y es que no permitiría que su corazón latiera por Deku otra vez.
Llegado a casa, la Sra. Inko saludó a su hijo, seguido de saludar al gatito, quien solamente se limitó a observarla por la fracción de un segundo, y regresar su atención hacia sí mismo.
Permitirse tener la distracción de disfrutar la vida de un gato no es una opción que le origine grata satisfacción, sino de darle la bienvenida a una amplia difusión del sentimiento de insatisfacción e impotencia que proviene de haberse dado el lujo de pasar un día entero en una casa que para empezar no es su casa.
Le dieron de cenar leche caliente, pero no fue suficiente para llenar su estómago vacío. Exigió a través de maullidos que se le fuera atendido debidamente, siéndosele otorgada otra ración de leche caliente, por parte del nerd, quien gustoso por atenderlo, se animó a acercársele con el fin de entregarle su cena.
Jamás creyó posible que Deku le daría de cenar. O proporcionarle cualquier tipo de alimento, ya sea desayuno, comida o cena.
Era un sentimiento alejado de la realidad, que reformaba con la opinión que Katuski tiene con respecto al nerd.
Que si bien, lo odia. Pero no negaría que éste le diera de cenar, teniendo tanta hambre su estómago para digerirlo por sentado.
—Me alegra que Katsuki esté comiendo sus porciones— Comentó Deku, llevándole a su madre el plato de su cena.
—Sí, en la mañana comió bastante bien.
—Eso es bueno. Al menos sé que está saludable.
Por supuesto que estoy saludable. ¿No ves que dejo el plato limpio? Bufó el explosivo rubio con imperiosidad.
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Katsuki se transformó en un gato (Dekukatsu) Créditos: Escritora Submarina
FanfictionCreditos: Escritora submarina Katsuki es atacado por un extraño quirk que lo transforma en gato. Incapaz de regresar a su hogar, para su mala (buena) suerte es rescatado por Deku. (Dekukatsu). ESTA HISTORIA NO ME PERTENE Creditos: https://www.fan...