Yo te quiero a ti, tú lo quieres a él, y él la quiere a ella.
Patético, ¿no?
Sería más fácil si ellos no estuvieran en nuestra historia y tú me quisieras a mí, de esa manera yo no estaría escribiendo esto, sonando ridícula por dejar que lean mis sentimientos, cuando tú, siendo el protagonista, no estás enterado de ellos.
Para mi buena o mala suerte, tendré cuatro días sin ti, es un martirio, pero espero que en ese tiempo mi corazón recapacite y deje de latir por ti.
Ya estoy cansada de llorar por los pasillos, mi mirada caída transmitiendo vibras de un desamor. ¡Hasta el profesor de matemática se dio cuenta! Creo que ahí se ve lo grave de la situación.
Leí tu carta, aquella en donde decías que me querías, la que tenía un dibujo de ambos, sonrientes y aparentemente enamorados, menuda farsa.
Cada día caigo más en el hoyo que tú sigues cavando.
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Cosas que nunca te dije
Roman d'amourCosas que nunca sabrás que habitan en mí, palabras que jamás escucharás de mis labios, pero que leerás de mi alma. Por todos esos corazones rotos, como el mío, que perdió varias piezas, así como yo perdí mi sonrisa. Por ti, por creer que sería difer...