* guardado en la nieve *

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ADRIEN AGRESTE

Estaba acabando de tomar mi chocolatada en una de mis cafeterías favoritas mientras revisaba los apuntes para uno de mis exámenes previos a las vacaciones por las fiestas navideñas. Este último semestre no me había ido muy bien que digamos en esa materia así que quería ponerle un poco más de empeño.

Una vez que ya sentía que había estudiado lo suficiente por ese día y mi bebida había llegado a su fin, fui recogiendo mis cosas para salir del local, sin la preocupación de pagar de por medio pues ya lo había hecho luego de que me entregaran lo que había pedido.

Teniendo el portátil a salvo en mi mochila y ya puesto con el gorro, abrigo y guantes para salvarguardarme del frío, salí de la cafetería con el rumbo definido a uno de mis favoritos: El quién sabe dónde.

Y con eso me refiero a darme un paseo por las calles de la ciudad... y después iría a casa de Nino.

Iba revisando unas cuántas notificaciones que me iban llegando de Instagram antes de guardar el celular en mi bolsillo y disfrutar del bello paisaje que era París cubierto de nieve, pero ese plan se vio truncado cuando una de las notificaciones de la mencionada aplicación me dejó tieso por unos cortos segundos.

marinettedesigned ha comenzado a seguirte.

¿Qué carajo?

Revisé desde cuándo estaba esa notificación y no tenía más de nueve horas. Sin embargo, no pude pensar más sobre ese inesperado acto, ya que unos brazos flacos me empezaron a abrazar desde atrás; por instinto supuse que era una fan, así que traté de poner una sonrisa amigable para atenderla lo más pronto posible, pero la sonrisa me duró nada al reconocer a la persona detrás de mí una vez que me di la vuelta.

Marinette.

Desde que me cortó de la nada por teléfono y luego de descubrir que lo hizo para irse con otra persona había mantenido una distancia abismal con ella, misma que se rompía debido a que nos veíamos en la escuela, pero fuera del límite escolar no me apetecía verla, ni siquiera en redes sociales, porque incluso ella misma se encargó de bloquearme en ellas.

Al principio me culpé; creía que yo había hecho algo que causara que ella cortara conmigo y eso me generó una inmensa inseguridad al respecto... incluso cuando las cosas podían ser diferentes, incluso cuando las cosas en nuestra relación se vieron algo malogradas a causa de ella, pero yo estaba cegado con la idea de las cosas podrían mejorar y callando voluntariamente mi boca por salvaguardar lo poco bueno (si es que aún quedaba) de lo fue nuestra relación.

Una vez que lo nuestro acabó fui reflexionando sobre todo lo que había sido la relación; noté muchas actitudes de Marinette que no estaban bien y que no había notado en un principio. Dicen que el amor te hace ciego, pero yo diría que te hace idiota.

No todo nuestro noviazgo fue tal y como lo fue en las últimas del mismo, hubo momentos bonitos y que me gustaría recordar con cariño, pero eso se me hacía difícil cuando recuerdo lo mucho que acabé afectado.

Y desde aquella vez que la descubrí besando a otro bajo una tormenta a nada de caer, justo hace un año y un poco más, las cosas entre nosotros irremediablemente cambiaron.

—Marinette, ¿Qué estás haciendo aquí?—. Pregunté, tratando de mostrar un tono de voz neutro para camuflar el nerviosismo e incomodidad que me causaba su presencia. Procuré guardar mi celular en el bolsillo de mi abrigo.

Guardado en la Nieve [C.C #4 ❄️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora