"Capítulo quince"

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Las lágrimas del nerd cesaron de caer en el pelaje anaranjado del gatito, quien tenía encajada su cabecita en la curvatura de su cuello. Su aroma a menta adormecía sus terminaciones nerviosas. Olía tan cálido.

Sus tonificados brazos lo rodeaban enteramente, sin dañar las costras de su espalda.

—Tu gato te quiere mucho— Comentó Todoroki.

—Sí...— Entrecortó, acercando su cabeza hacia la cabecita del gatito con cariño. Sus rizos sirvieron de aliento para abrigar sus pasados temores.—Katsuki es un gato único. Es tan cálido como un día de verano.

—Qué poético.

Deku soltó una risita, calmando por fin sus lágrimas amargas, mismas que desencadenaron la urgencia de quererlo abrazar. De reconfortarlo con su diminuta presencia.

—Lo quiero tanto— Chirrió en sublime alegría.

El ambiente se calmó, prestándose a un clima de mejor sintonía que momentos atrás.

Todoroki se apoderó de la cama del pecoso en un abrir y cerrar de ojos. La figura del bicromático desataba una sensación pesante. Desastrosa.

En verdad odiaba a ese tipo.

Sea cual sean sus intenciones para con Deku, no permitiría que éste le pusiera la mano encima al inocente nerd, porque lo explotaría en el lugar.

Katsuki no se detendría de verlo con mala cara hasta que Todoroki se largara de la casa.

Pelearía con uñas y dientes. Pelearía con todo.

Sin embargo, sus pensamientos territoriales se vieron frenados, cuando vio que Deku se recostó en la cama, a lado del mitad y mitad. Evitando chocar codo con codo, y rodilla con rodilla.

El pecoso mantenía su distancia, cosa que le brindó una apariencia sabia, pues de haber querido el contacto con su amigo, lo habría aprovechado. Hubiera intentado tocarlo, aunque sea con roces. Pero no lo hizo, pese a que tenía esa opción frente a sus ojos.

Katsuki percibió aquel detalle, imposible de pasar desapercibido.

Deku tenía una pierna estirada en la cama y otra pegada a su pecho.

—Es agradable que seas respetuoso con tus amigos— Apuntó el bicromático.

Deku lo volteó a ver—Respeto el espacio de los demás.— Pasó una mano debajo de su rodilla, atrayendo más su rodilla contra su pecho; Todoroki suspiró sustancioso.

—Me gusta que respeten mi espacio, aunque—Hizo una pausa. —Es mejor pasar el tiempo cerca de alguien que te entiende.

—Lo mismo digo—Concordó con un movimiento de cabeza.

No le gustaba el rumbo que llevaba esa conversación tan jodidamente banal. Parecía que no llegarían a nada, y si llegaban a algo, sería entre susurros inteligibles.

Tenía un mal presentimiento con las intenciones aparentemente "buenas" del mitad y mitad. Por eso, lo vigilaría reticente. Al tanto de los mínimos detalles que revoloteaban en el hijo de papi.

El pecoso dirigió la mirada hacia adelante, manteniendo un aire de solemnidad en sus facciones que rompía con la tensión que habitaba en él. Prefería que Deku tuviera su mirada en otro punto, menos en Todoroki, así su estado estresado no depararía en una guerra de mordidas en esa piel de niño perfecto.

Katsuki se transformó en un gato (Dekukatsu) Créditos: Escritora SubmarinaWhere stories live. Discover now