NOTA:
Esta historia salió escuchando una canción de la entrañable Vocaloid Megurine Luka. Historia en borrador, tal vez en el futuro la edite mejor. Sin contexto, solo Lemon mal estructurado.
Disclaimer:
Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares y eventos son producto de la imaginación del autor o se usan de manera ficticia. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, o con eventos reales, es pura coincidencia.
Advertencia de contenido:
Esta historia puede contener temas sensibles como violencia de la replica a su dueño y sexo forzado. Se recomienda discreción al lector.
【CAPÍTULO ÚNICO】
El molesto y desagradable olor del alcohol, cigarro, sudor y perfumes baratos se mezclaba en el ambiente. Tanto hombres como mujeres bailaban pegados a sus respectivas parejas. "Qué asco", pensó Kamden. Sus ojos azules se paseaban alrededor del lugar en modo alerta. Para él, toda la gente que bailaba en el centro de la pista era solo una multitud de inútiles animales salvajes esperando a levantar sus garras y atacar a inocentes corderos.
Su mirada rápidamente se posó en su objetivo. ¿Acaso Zyra no podía ver su propio límite? Bailando de esa manera, atrayendo miradas indeseadas. Bueno, él estaba hipnotizado por su belleza, pero los demás, ¿no estaban siendo muy superficiales en cuanto a esos cadentes movimientos? ¡No! ¡Cualquiera se quedaría hechizado si bailaran de esa manera para él o ella! Él no estaba exento. Jamás habría imaginado ver bailar de tal manera a su Master.
Simplemente jamás iba a entender cómo es que el detonante de su cambio repentino de personalidad fuera esa bebida llamada alcohol. Ese líquido realmente hacía estragos en los humanos, cambiando por completo la personalidad de quien lo bebía. Aun así, metido en su papel de guardaespaldas, tenía bien vigilado a su Joven Maestro.
La mitad de la gente seguía con la mirada puesta y esperaba que, -más bien-, precisaba que Zyra se diera cuenta de su verdadera naturaleza. La manera en que Zyra llego vestido a la discoteca era la de un hombre mojigato, bien a sus veintiséis años, no superaba el metro setenta, y su corto cabello castaño claro siempre estaba bien peinado de raya a lado siendo la comidilla nada más al llegar con esas enormes gafas de abuelo, vamos estaban en pleno siglo actual y Zyra se vestía como todo un mojigato religioso, bien podría salvarse si cambiaba su guardarropa sacando todas esas ropas del siglo pasado, pero a pesar de que una parte deseaba un Zyra sexy con ropas provocativas otra parte de él no deseaba eso, ya que Kamden lo sabía bien, si su Master sufría una metamorfosis no podría seguir ocultando más tiempo su belleza . Zyra era solo suyo, Mojigato o No.
El cabello de Zyra ahora se encontraba desordenado por completo, sus ojos color miel prácticamente destilaban deseo, la camisa a medio abrochar dejando a la imaginación lo suave de su piel. No valía la pena si incluso le decía a su Master que prestara atención alrededor, no lo haría y menos con esas copas encimas. Si bien había sido su culpa por a verle sugerido ir a una discoteca, a sabiendas de que su Joven Master no era de ese tipo de hombres, lo convenció y ahí estaba lidiando con las consecuencias, pero seguía siendo algo sorprendente como cambio después de un par de bebidas.
Lo tenía firmemente agarrado de la cintura a la par que el más delgado seguía restregando su cuerpo al suyo de manera sugerente con esos bailes, al parecer estaba de lo más entretenido moviendo su cuerpo al ritmo de la música, pero no lo estaba disfrutando de nada, su consuelo era saber que Zyra no era el único que bailaba de esa manera tan sensual en la pista, pero aun así atraía varias miradas, incluso entre tanto movimiento las gafas de abuelo al suelo habían ido a parar rompiéndose en el acto.
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DISCOTECA BARATA
Science FictionZyra es un profesional dedicado y siempre ha mantenido una estricta separación entre su vida personal y laboral. Sin embargo, desde que Kamden se convirtió en su asistente personal, ha sentido una conexión especial con él. A pesar de saber que no de...