Capítulo 6

27 3 1
                                    

Draco y yo siempre hemos tenido un tipo de conexión única y muy diferente, si bien, se puede decir que Harry y yo fuimos mejores amigos antes de ser novios, con Draco hay una conexión que no se explica con palabras. Por eso, escucharlo decir: mi Pansy, ha movido cada fibra de mi ser.

- ¿Quién diablos eres?

- Suéltame Draco, soy yo, soy Pansy.

Sé que no me cree, porque mi Draco tampoco lo haría y aunque no estoy segura sobre qué haría él, sé que también me estaría buscando y tratando de matar a la impostora como este Draco.

- Baja tu varita, Draco, solo lo diré una vez.

Cuando creo que al fin va a detenerse,  pues se aleja de mi, al hablar hace un movimiento para enviar un maleficio que detengo sin esfuerzo. Una pelea inicia, una que estoy más que segura podré ganar, él no es un mal duelista, pero sé de mis capacidades, soy una hija de 2 aurores, soy novia de Harry Potter, pero sobre todo soy Pansy Parkinson y soy la mejor duelista femenina de todo Hogwarts.

Nos atacamos varias veces, pero hay muchos maleficios que nunca he escuchado y por lo que veo muchos de mis hechizos tampoco son conocidos por él. Un mal paso hace que todo se destroce porque caigo al piso, no veo temor o arrepentimiento en la mirada de Draco, otro hechizo que no conozco sale de sus labios, solo puedo cerrar los ojos y esperar que no me haga tanto daño.

Pero algo ocurre, el hechizo no llega y solo siento pequeñas piedras cayendo sobre mí, cuando lo veo me doy cuenta que ha apuntado a la pared.

- ¿Dónde está mi Pansy?

Él no quiere herirme, pero la desesperación ha calado su ser, seguro ha pensado en esto por varios días, me ha analizado y lo más probable es que este sea su último acto para poder revelar quien soy.

- Si soy Pansy, pero no soy la Pansy que creció contigo.

Han pasado varios días luego de ese enfrentamiento, no hace falta decir que estoy más sola que nunca, Draco me evita y no acepta hablarme.

No sé que día es, la verdad no me importa, de lo único de lo que soy consciente es que no he comido, de hecho, he evitado el gran comedor a toda costa y me he escondido en aulas abandonadas en todos esos periodos.

Cuando llego a mi clase de hoy, Draco se encuentra junto a sus amigos, ni siquiera me dirige una mirada, así que solo me acomodo al final del salón. Mi actitud de estos días de seguro se parece a la de Pansy de este mundo, porque ahora escucho decir a muchos chicos que al fin soy la de siempre.

Siento mi cuerpo débil y aunque este suplica por comida, voy al lado contrario del gran comedor. Trato de encontrar un aula vacía, pero en su lugar encuentro una con dos personas besándose, mis disculpas son interrumpidas al ver de quienes se trata.

- Lo siento...

- Sal de aquí serpiente.

Quiero que él diga algo, quiero que me defienda, pero ver los colores de su casa hace que entendiendo que al menos en este lugar ella ha ganado.

- Larga vida al honor de los Gryffindor.

Lo digo como burla, pero sobre todo lo digo por la ironía del momento, porque se lo digo a la persona que inventó la frase. Salgo tan rápido como puedo, pero no avanzo mucho cuando alguien me jala.

- ¿Acaso eso fue un insulto Parkinson? No te metas en mis asuntos.

- No quería hacerlo créeme. Suéltame.

- Ahora soy yo el que no quiere. ¿Tu si puedes inmiscuirte en mi vida como si no hubiera mañana, pero yo no?

- Lo siento, Ha.. Potter, feliz. Suéltame.

Pansy Parkinson y la realidad alternativaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora