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El sonido de un tic, tic, suave hizo que me despertara, gire mi cuerpo boca arriba moviendo las sábanas conmigo, pestañe un par de veces enfocando mi visión en la oscuridad del lugar y busque con mi mirada la ventana donde se elevaba la cortina a causa del viento que soplaba, pero a pocos pasos de mi una silueta de alguien se acercó rápidamente y con una mano me tapo la boca. intenté apartar la mano para gritar asustada por saber que clase de desconocido entro a mi habitación.

—shh… shh… cariño, no hagas ruido.

me fije aún más en la silueta que estaba inclinado hacia mi, no lograba distinguirlo entre la oscuridad, así que el tipo alargó su brazo y encendió la lámpara que se encontraba en mi mesita de noche.

La luz de la lámpara no era tan fuerte como para iluminar esta gran habitación, pero si lo suficiente como para iluminar y encontrarme con el rostro de Shikamaru, que llevo su dedo índice a su boca como señal de que guardara silencio.

Al verme ya más tranquila quitó su mano de mi boca para después sentarse en la orilla de la cama.

—¿se puede saber cómo demonios entraste a mi casa? ¡¡Acaso estás loco Shikamaru!! ¡Vas a despertar a mis padres o a mis hermanos y podrían llamar a la policía!—pregunte escandalizada.

—no seas problemática y guarda silencio.

Me hice a un lado de la cama, dandole espacio para que se acostara junto a mi. El colchón se hundió por su peso, cuando se recostó llevando sus brazos cruzados tras su cabeza.

—¿como entraste a la casa?—susurre.

Coloque mi cuerpo de lado mirando a Shikamaru que cerraba sus ojos y soltaba un bostezo.

—tengo experiencia al escaparme de clases—contesto restándole importancia.

Me rodeo con un brazo mi cintura mientras que con la otra lo ponía bajo su cabeza.

No tenía idea de cómo lo hacía y por lo vago que es no creo que sea capaz de escaparse se clases. las paredes del instituto son más bajas que las de mi casa que son cinco metros de altura, tal vez subió gracias a la ayuda de los bordes de los ladrillos. Yo que se.

Todos estos pensamientos se esfumaron al sentir como la mano del pelinegro se deslizaba por debajo de mi camisón que usaba como pijama, me tense, mis mejillas se pusieron rojas y mi sistema nervioso se alertó.

—te he extrañado—pronuncio con voz ronca y acerco más su rostro al mío casi rozando nuestros labios.

—y yo a ti—confieso.

—lamento que tus padres te hayan castigado.

—no fue culpa tuya—negue con mi cabeza—fui yo quien quiso saltarse las clases para estar contigo. Tu no tuviste nada que ver con esto.

—si tuve mucho que ver. mira como resultó… ahora no puedes salir de casa a menos que sea acompañada o para ir a la escuela.

En algo tenía de razón, he cambiado desde que lo conocí, mis padres ya deben de saber que el Nara es una mala influencia para mi, lo notaron desde que comencé con mis bajas calificaciones en el instituto, por lo rebelde de mi actitud, por faltar a las grandes reuniones de lujo que organizan los socios de mi papá. por los malos pasos con Shikamaru mis padres no dudaron ni un minuto más en alejarme del pelinegro. comenzaron  a prohibirme las salidas con mis amigas o con mis hermanos ya que ellos me cubrían en algunas ocasiones, o algún otro sitio con alguien que no fueran mis progenitores. no me dejaban en paz ni un segundo e iban a todas partes conmigo para que no pueda estar con el Nara. Me tenían en todo momento controlada.

No sé a qué llevo al Nara a hacer esas cosas y se que él no ha tomado el camino correcto, se que consume drogas, está en peleas y carreras clandestinas. Se que ha cometido muchos errores, todos las cometemos somos humanos, nadie es perfecto en este mundo, pero aún así cuando estoy con él ninguno de esos errores existe.

De pronto escucho una suave melodía, el brazo con el que Shikamaru me rodeaba desciende por las sábanas hasta sacar su teléfono móvil y ver la pantalla.

—¿Tienes que irte?

No responde, en lugar de eso, con un ágil movimiento se posicionó encima de mi, apoyo una de sus manos al lado de mi cabeza sobre la cama para no aplastarme con su cuerpo y con la otra sujeto mi cuello dándome una suave caricicia hasta que finalmente nuestras bocas se juntaron en un apasionado beso.

Le correspondí enseguida, cerrando mis ojos dejándome llevar por el momento, le rodeé con mis brazos su cuello, apegandolo a mi cuerpo y profundizando mucho más el beso. Comenzó a trazar besos húmedos por mi mandíbula y cuello hasta llegar a mi oreja dónde susurro un:

—Feliz cumpleaños, cariño.

abri mis ojos despacio frunciendo el ceño. Mire el lado de mi mesita de noche dónde había sobre ella un reloj que marcaban las doce y cinco. Hoy es 23 de agosto, mi cumpleaños y el día en que cumpliría la mayoría de edad.

—¿Por eso has venido?

—queria ser el primero en felicitarte—sonrio con dulzura besando mi frente con cariño—¿Cuántos años cumples? ¿70?—arrugue mi frente por el comentario esto pareció divertido al Nara—oh ya se… ¿10?

—eres un idiota ¿Lo sabías?

—por pensar que cumples 70 o 10.

—no cumplo ni 70 ni 10—respondi enfadada poniéndole mala cara—¿Por qué piensas eso?

—tu personalidad es como de una niña de diez años y lo de 79 es porque eres amargada…—le fulminó con la mirada—en algunas ocasiones—alzo sus manos en señal de que se rinde.

—idiota, cumplo 18.

—oh, así que ahora eres mayor de edad—murmuro divertido—te estás poniendo viejita Tem.

—oh por kami, ¡Callate!—intente lanzarlo al lado de la cama pero no lo conseguí y en lugar de eso comenzamos a forcejear.

—solo bromeo problemática—rie suavemente.

Me beso nuevamente aunque está vez fue mucho más intenso, más húmedo y tierno a la vez, había deseo y lujuria en el. Hundí mi mano en su cabello cuando sentí sus dedos recorrer en medio de mis senos, no llevaba sostén y al sentir las yemas de sus dedos acariciar y apretar mis senos, no logré evitar soltar algunos cuantos gemidos.

—que tal algo de intimidad para celebrar—dijo con voz lasciva mordiendome el lóbulo de mi oreja.

—Shikamaru…—ahogue un gemido en su boca cuando pellizco la punta de mi pezón —no… no podemos hacerlo… aqui—jadee—podrian oírnos.

—pues entonces se buena chica y guarda silencio—se burlo. puse los ojos en blanco.

—estoy hablando en serio Shikamaru.

—tambien yo—detuvo sus movimientos elevando su cuerpo para mirarme—si te preocupa que tus padres entren creeme no lo harán, antes de que te despertarás le coloque el seguro a la puerta—explico mirándome a los ojos—nadie nos va a interrumpir.

Bien. Por mis padres ya no debería de preocuparme, si quisieran entrar, tendrían que golpear la puerta para que yo la abriera, esto le daría tiempo a Shikamaru para que se escondiera en cualquier parte de esta habitación.

—continuemos.

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⏰ Última actualización: Aug 24, 2022 ⏰

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