Bien, me había puesto muy nerviosa. Siempre me ponía nerviosa por tonterías.
Me había agarrado de la cintura y me había pegado a él, y a pesar de que apenas le conocía, se sintió bien, cosa que odié porque era un chico odioso a no poder más, aunque me hubiera tratado bien, no estaba en mis planes hacerlo amigo. Preferiría morirme.
Intenté alejar todos esos pensamientos de mi mente y me dirigí hacia donde estaba Myri, para preguntarle dónde estaba la terraza. Ella me guió y en cuanto entré, vi a una mujer de espaldas, con cabello negro y liso ─ del mismo color que tenía Aaron─ con un vestido color crema, muy elegante y caro.
Me acerqué a ella y la saludé.
─ Buenos días ─ la voz me salió a trompicones.
Esta se dio la vuelta y me miró. Tenía la misma mirada que Aaron, solo que con los ojos marrones. Me dio un repaso de arriba a abajo y sonrió amablemente.
Se daba un buen aire a Aaron.
─ Buenos días, cariño ─ me estrechó su mano y yo imité la acción mientras ella hacía un movimiento ligero de arriba a abajo. Deshicimos el agarre y sonreí. Fue incómodo, no me gustaba mucho el contacto físico ─. Tú debes ser Hazel, Aaron ha tenido un buen gusto, por lo que veo ─ Claro, sí, seguro ─. Soy Vennia, encantada.
─ Es un precioso nombre ─ sonreí e hice una leve reverencia como muestra de respeto. Sinceramente, estaba algo nerviosa, no sabía cómo actuar en esos casos ─.Encantada de conocerla a usted también.
Sí, estamos en la realeza, pero no en los años cincuenta, no le hables así.
─ Qué chica más educada eres, sé que tú vas a ser la indicada para él. Eres guapa, simpática y educada... ─ suspiró ─. Entre más cosas, claro.
Sonreí y lo agradecí de nuevo.
─ Al igual que usted.
La verdad, preferí quedarme con el «usted» por si se reiteraba con lo de que era amable.
─ Verás cielo, quería decirte unas cositas ─ se apoyó en la barandilla del balcón ─. Aaron es un buen chico. Espero que duréis mucho. Él es un buen chico en verdad, aunque de joven sufriera la pérdida de su ex novia. Cuando ella murió, comenzó a abusar del alcohol y, aunque ya no beba tanto y haya pasado mucho tiempo, yo sé que no la ha superado. Pero contigo todo cambiará, yo confío en ti ─ me tomó de las manos. Tragué saliva ─. Solo quiero que deje de sufrir.
Intentaba procesar todo.
─ Lo prometo, Vennia ─ me apresuré a decir, con el corazón en la garganta ─. ¿Cómo se llamaba ella?
─ Lynn ─ reconoció por lo bajo, como si alguien la estuviera oyendo ─. Bueno, yo me retiro, te dejo sola, encantada de conocerte.
Le ofrecí una sonrisa de «yo también» y el silencio me acorraló.
Se marchó del balcón y una vez sola, intenté procesar todo. Todo estaba pasando muy deprisa.
Ya no sería tan dura con él.
Una mano me agarró de mi brazo por detrás y por la manera de tocar, supe que era Aaron. Las tres únicas veces que habíamos tenido un contacto con nuestras pieles, él me tocaba como si yo fuera una corona hecha de una capa muy fina de cristal. Me tocaba con una delicadeza y cuidado increíble.
─ Hola, Aaron.
─ ¿Qué haces aquí sola?
─ Oh, nada, pensando ─sonreí como pude.
─ Ah.
─ Oye, tu madre... ─ traté de decirlo con moderación ─. Me ha contado todo sobre Lynn. Lamento mucho lo que pasaste.
─ Tranquila, no es tu culpa ─ se apresuró a decir. No esperaba eso, definitivamente.
─ Lo pasaste verdaderamente mal.
─ Sí, pero poco a poco creo... que la estoy superando.
─ ¿Cómo era Lynn? ─ Quizá me precipitaba un poco, pero era un ser curioso.
─ Ella era amable, cariñosa y empática. Sus ojos eran marrones y su cabello entre pelirrojo y cobrizo. ¿Necesitas saber algo más? No has sido muy específica con lo que querías...
─ De hecho, sí. ¿Desde hace cuánto la conocías?
─ Desde hace dos años antes de nuestro noviazgo. Básicamente, desde hace cinco años.
─ Vale, gracias.
Tomé su mano y la entrelacé con la mía sin hacer presión, tan solo un pequeño roce. En mi defensa, no fue voluntariamente ni un gesto romántico, fue porque la historia llegó al fondo de mi corazoncito y, agarrarle la mano a la persona dañada, me ayudaba a calmarme. Era un ser sensible.
─ Siento lo que pasaste ─ fue un agarre rápido, de hecho, ya se había deshecho, mis manos ahora estaban entrelazadas frente a mi estómago y las suyas en los bolsillos de su pantalón.
Y después de decirle eso, me fui, supuse que sería lo mejor, algo de intimidad y silencio nunca venían mal.
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¿Promesa? [✔️ COMPLETADA] ©
أدب المراهقينCanadá, un bonito país, una buena realeza y un futuro rey de veinte años condenadamente guapo. Aaron debe buscar una esposa para convertirla en reina con él, allí es donde conoce a Hazel. Una campesina de apenas diecinueve años que es obligada por s...