Con una complexión delgada pero compacta, una altura bastante considerable y la apariencia de un chico bastante entrado en sus 20 años cuando en realidad, apenas si llegaba a la mitad de los 16; Darío Eliot, tras ingresar en uno de los mejores colegios de bachiller del país había recibido como regalo de su padre una reservación para, lo que según este, debían ser su "vacaciones soñadas"; regalo por el cual, (muy a su pesar ) debía estar confinado ¡todo un mes! en un pequeño hotel en las afueras de su ciudad, eso sí, no con sus mejores amigos, no con una chica (o varias, ya que estamos 😉 ) sino en compañía de, nada más y nada menos que... ¡su propia madre!.
Y ¡no!, por supuesto que viajar con ella no era lo que lo tenía así de molesto. En realidad, él adoraba a su madre (aun cuando no se pasara todo el santo día diciéndoselo), de modo que no la consideraba en lo absoluto un estorbo.
De hecho, estaba más que dispuesto a jugarse uno de sus órganos vitales a que doña Hellen, adicta como era a su trabajo, una vez convencida de que su "pequeño" podía sobrevivir por su cuenta y riesgo dentro del hotel, adicta como era a su trabajo, terminaría por relajarse del todo, con tal de poder encerrarse en la habitación con su inseparable laptop, dejándole con esto, el camino totalmente abierto para poder hacer realidad la única meta por la cual, tal vez, podría llegar a valer la pena aquel viaje.
De modo que no, contrario a lo que su padre pudiera pensar, la razón por la cual habían terminado discutiendo debido a aquellas vacaciones, no era porque su madre se fuera con él, así como tampoco lo era el hecho de que él (para variar) no pudiera acompañarlos.
Lo que realmente le chocaba a Darío, era que el Sr. Elliot, ni siquiera en calidad de "obsequio" , se hubiera molestado en preguntar dónde, cómo o con quién quería celebrar su propia graduación, porque... de haberlo hecho, de haber tenido en cuenta su criterio o sus gustos, su padre habría sabido entonces, que él hubiera preferido ¡más que nada en todo el mundo!, irse de road trip por el país pasando por los principales campus universitarios a los que tenía pensado asistir en el futuro antes, que repetir, por enésima vez, las caras y típicas vacaciones familiares que, año tras año hacían desde que él era un niño.
¡Pero no!, su padre simplemente volvía a pasar por encima de él quitándole con esto, su derecho a elegir, su derecho a sentirse finalmente un adulto capaz de tomar sus propias decisiones y con ello, le había robado sin saber la que había sido una de sus más grandes ilusiones durante el último tiempo.
Y...sin embargo, había algo que el Sr Eliot no podría controlar, sobre todo teniendo en cuenta que era casi imposible que llegara a asomar ni siquiera su nariz en aquel bendito hotel apartado del mundo, de modo que...a sabiendas que nada, ¡absolutamente nada, ni nadie! podrían interponerse entre él y su más absoluto propósito de que, finalmente, saldría de aquella especie de ostracismo social que se había autoimpuesto en su momento, se aferró con uñas y dientes a aquella nueva idea que, sin dudas, pasaría a ser el principal objetivo del resto de sus vacaciones.
Nunca había llegado a tener una verdadera relación con ninguna chica, sobre todo porque no se sentía en lo absoluto atraído hacia nadie de su edad, o ya dicho sea de paso, de su propia escuela.
Tampoco durante los viajes que hacía cada verano había considerado "buscarse" nada, sobre todo porque no entendía la lógica de gastar toda la energía detrás de una chica que, a fin de cuentas, no volvería a ver nunca jamás en toda su vida; sin embargo... aquellas vacaciones sí que serían diferentes.
De modo que... si para lograr su propósito tenía que hacer mil y una promesas de amor o endulzar algún que otro oído, él con muchísimo gusto lo haría, ¡haría eso y más!, ¡mucho más con tal de ganarse todo un mes de desenfrenada y loca pasión!
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A Cinco Años de TÍ
RomanceElla Robins acaba de sufrir su primera gran decepción amorosa la cual la llevaría a chocar, de golpe, con más de una verdad y una mentira respecto a aquel chico que había sido su pareja durante todo un año. Dispuesta a renacer cual Ave Fénix...