Agarró su cuchilla nueva, aún sin estrenar. Paso el dedo para admirar como cortaba, brotó un corte profundo del que goteaba sangre.
Limpió la cuchilla, miró su brazo trazado por venas y deslizó su "salvación" por encima, trazando líneas horizontales con el fin de ser feliz. No era capaz, solo cerró los ojos y cortó.
1 ..
2..
3.. Cortes.
Perdió la cuenta, nadie nunca volvería a hacerle daño.