𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰

23 0 0
                                    

Septiembre, un mes atesorado por todos los Chilenos y otros. Un mes en que, en el sur de América, comenzaban a florecer los crisantemos, el despertar de flores y una suave brisa templada con un sol brillante en las mañanas. Pájaros que cantaban sus melodías dulces y alegres por el clima tan hermoso, luego de un invierno crudo y cruel.

Eran las diez de la mañana y los jóvenes de la provincia de Linares jugeteaban en la escuela durante el recreo luego de haber tomado su desayuno. El día había amanecido nublado pero ahora se había despejado y el frío se había ido como si nada, llegando el calor y obligando a algunos, que lo sentían más, a quitarse sus abrigos y chaquetas.

Julio disfrutaba del parcial día para jugar Basketball junto a Francisco, Vicente, Martín y Felipe. Si bien al moreno le gustaba jugar fútbol, eso no quería decir que no disfrutara de otros deportes como Volleyball y el que ahora estaba llevando a cabo con su equipo.

Pero no jugaban entre ellos, si no contra los del 1°B, quienes parecían ser más hábiles en el deporte que Julio y sus amigos. Y que digamos Julio no es ni tan alto, pero eso realmente no importa mientras tengas la habilidad y estrategia.

Benjamyn se encontraba descansando en la banca del patio observando tanto el partido cómo su celular, pues se mantenia distraído en un juego mientras sus compañeros trataban de no romperse la boca o rompersela a alguien más.

El partido ya había empezado y Martín, un joven moreno de cabello azabache quien era muy habilidoso en basketball, era el líder del equipo de Julio, tanto por su altura, como por su posesión del balón.
Julio estaba concentrado. Aun no había tomado el balón con sus manos, porque estaba ocupado siendo marcado por un chico de altura similar a la suya, o mejor dicho, un poco más alto que él.

-¿Qué pasa Julito, no te puedes desacer de mi?-Hablo el chico con una sonrisa burlona en sus labios, mientras lo miraba por el rabillo del ojo.

Julio apretó los puños con molestia, por que el chico tenia razón. Era tan molesto que solo se concentraba en marcarlo a él y a ningún otro jugador, Francisco, un joven de cabello castaño claro y ojos marones, le dio un vistazo a Julio, el más bajo asintió y Francisco simplemente se hacerco y le ayudó a deshacerse del contrario para que Martín le lanzara el balón una vez que corriera para estar cerca del tablero y poder marcar dos puntos para su equipo.

En timbre sonó y Benjamyn se levantó de la banca para acercarse al contrario con una sonrisa y ambos brazos extendidos, dispuesto a darle un abrazo y un par de palmadas en la espalda para luego acompañarlo hasta los baños y que así se decidiera tanto del sudor de su cara como de la ropa que había usado para jugar.

-Te estaban molestando bastante.-indicó, refiriéndose únicamente a ese chico que fácilmente se había visto molestandolo hasta el cansancio.

Pudo oír a Julio dejar salir un suspiro prolongado, sacando todo el aire de sus pulmones para luego inhalar nuevamente antes de contestarle.

-Si hueon, ya me tenía aburrido, menos mal el Francisco cacho y me fue a ayudar. ¿Pero viste mi tiro cierto?, fue increíble, los cage a todos.-Salio del vestidor con una amplia sonrisa y con la mochila al hombro para luego acomodarse un poco la camiseta y el pantalón el uniforme.

Benjamyn asintió y subió la mirada a los ojos del contrario mientras se acercaba para desordenar su cabello negro y humedecido.

-Fue muy bueno, pero estas hecho un asco.

Julio solo quitó su mano mientras dejaba escapar un par de carcajadas por lo bajo. Se hacerco al lavabo y metió la cabeza bajo la llave y luego tomó agua con sus manos para lavarse el rostro.

Sacudió su cabello luego de eso para eliminar algo de agua y luego secarse la cara con los pañuelos que habían a un lado de este.

-Eso no arregla mucho.-sonrio por su intento de lavarse a medias el cabello para quitar el sudor.

Esᴛᴏʏ Eɴᴀᴍᴏʀᴀᴅᴏ || J×BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora