Capítulo 21

21 2 0
                                    

Narrado

Nadie decía nada sobre el extraño comportamiento de Isabella, había algo en ella que no les encajaba bien, pero aún así no era suficiente su preocupación como para averiguar que era o siquiera preguntar, por ende ella tampoco daba explicaciones. Y de echo eso precisamente era una se las cosas que habían cambiado en ella, ya no daba explicaciones, ya no había nadie a quien dárselas.
Estaba en un estado muy incómodo con la ojicafé, sentía un dolor extraño en el pecho al saber que muy posiblemente la había lastimado sin siquiera querer y estaba enojada con ella, descubrió no muchas horas después de su conversación/discusión que de echo odiaba estar enojada con ella o viceversa, no era su culpa que la estúpida de Catari quisiera arruinar su relación con sus padres. No tenía el valor suficiente para enfrentarla, la había visto enojada una vez y le tuvo un miedo inexplicablemente estúpido que le daba risa, de echo después ambas disfrutaban de ese miedo tan extraño. Esa noche, la muerte de Veronica y el altercado con Arianna la sobrepasaron junto a otras cosas, haciéndola llorar en silencio pero en cuestión de minutos ese llanto paso a ser uno de dolor, le ardía el pecho, su voz no salía, su cuerpo se encogió en el piso del baño mientras su estómago quería darse vuelta. Veronica le partía el corazón, pero los ojos de Arianna, el toque de miedo que encontró en ellos y el enojo que se combinó le partían el alma, esa niña malcriada, amargada y anticontacto se había vuelto más importante de lo que las dos hubieran querido y tenerla enojada por sus palabras y acciones le amargaban la existencia, la presencia de Paula no ayudaba, ella sólo quería hacerle daño a la mayor, meterse donde no le correspondía, hacer lo que no tenía derecho a hacer y joderle la familia a la persona más cariñosa (a su manera), protectora, preocupada y hermosa que existía. Si debía pelear y defender a la joven hasta de la persona que en algún momento le confesó que amaba, lo haría. Ella lo valía, valía más de lo que ella misma veía, esa "niña" de 17 años era una joya frágil, con un corazón de cristal resguardado por unos ojos cafés intensos, ojos que atrapan a Isabella cada vez que los topaba y la hacia sentir que debía protegerla, pero estando alejada de Arianna, ¿cómo demonios lo iba a hacer? La mayor no la quería ver, la quería lejos sin saber que mataba a la mulata de apoco, había leído unos comentarios donde específicamente decía que odiaba la fecha cuando se conocieron otra vez, que le caí mal en muchos aspectos, si pensaba eso de ella enojada y sin escuchar su explicación ¿cómo le decía que estaba gritando su nombre sin siquiera abrir la boca? ¿que estaba buscando sus brazos sin verlos en el horizonte? ¿cómo le explicaba que odiaba no decirle Boungiorno al despertar y Buona notte antes de acostarse? ¿Cómo le decía que ella venía a su mente cada vez que escuchaba las notas de Harry Styles y Taylor Swift en sus audífonos? ¿Cómo explicaba que la extrañaba teniéndola tan cerca?...
Ahí estaba todo el dilema y todo el cambio de la joven, si Arianna no la quería cerca no la podía obligar, ella cumpliría su labor de protegerla y proteger su casa no importaba qué, sólo debía esperar y concentrarse en llevar como se debía el luto de su madre y progresar académicamente como ella lo quería, nada más.
Luego estaba el ámbito emocional y sentimental, aunque lo ideal hubiera sido no tener nada, la señorita Carissi no le facilitaba las cosas, estaba con ella todo el tiempo apoyándola, tanto así que había hablado con sus padres para quedarse en Mediglia con ella, por dicha le dijeron que si sin protestar, conocían a Is y sabían que la joven la cuidaria y velaría por su hija.

Después del entierro en el Cimitero locale Mediglia el día siguiente, los familiares que habían llegado de Veronica decidieron quedarse en la casa de la misma, al menos los más cercanos. Trini estaba en la habitación de su madre junto a Trevor y Hugo, el hijo menor de Veronica que había llegado a horas de la noche, revisando sus cosas, papeles de la casa y de los departamentos en el centro del pueblo, mientras hablaban sobre las anécdotas con su madre en la juventud un documento en sobre amarillo y letras cursivas doradas llamó la atención de Trevor:

"Testamento
Por medio de este documento, yo Veronica Carissi Romano, procedo a desglosar a quienes quedarán mis pertenencias a la hora de morir.

A mis hijos, Trini Sorcano Carissi, Trevor Sorcano Carissi y Hugo Luciano Sorcano Carissi, les dejo mis 3 departamentos de dos plantas ubicados en la calle 35 de la ciudad de Mediglia, Milán, Italia. Ellos tomarán control a partes iguales sobre tales al igual que las ganancias que sean adquiridas. Mi fido della tua onestà i miei amori. (Confío en su honradez mis amores.)

A mi hermana Cassandra Carissi Romano, le dejó mis pertenencias personales, al igual que mis joyas y accesorios. Siempre supe que te encantaban, son tuyas cariño.

A mi fiel aprendiz Isabella Rinaldi Greco junto a su padre y mi más grande amigo Rafael Rinaldi Vitale, les dejo mi casa, mi hogar y donde tantos recuerdos hermosos dejamos atrás. Ese es el lugar más preciado y significativo pues fue donde mi pequeña Isabella creció y donde tanto amor y cariño me dio, se que ella estará conmigo hasta mis últimos días y deseo que ellos dos se queden con mis recuerdos.

Ante la cantidad de dinero que eh ahorrado durante los últimos 25 años, está será dividida entre mis hijos y los Rinaldi, siendo un total de €14.400.000 (Catorce millones cuatrocientos mil euros).
€7.200.000 (Siete millones doscientos mil euros) serán repartidos entre mis 3 hijos, siendo una cantidad de €2.400.000 (Dos millones cuatrocientos mil euros) para cada uno de ellos.
Los otros €7.200.000 (Siete millones doscientos mil euros) serán repartidos entre los Rinaldi. Isabella Rinaldi Greco recibirá la cantidad de €4.500.000 (Cuatro millones quinientos mil euros) para futuros gastos universitarios y podrá hacer uso de estos fondos en le momento de que está cumpla sus 18 años. Los otros €2.700.000 (Dos millones setecientos mil euros) quedan en propiedad de Rafael Rinaldi Vitale..."

Teniendo en cuenta que esto es lo más importante del documento y que, por obligación legal, debían reportar a los mencionados del testamento, la familia no duró más de dos días en hacer cumplir la palabra de su madre. De la noche a la mañana los Rinaldi estában con varios ceros demás en sus cuentas bancarias sin mucha explicación, y justo por ello debían regresar a Milán, ya que los abogados de los Sorcano eran de allí.

Isabella- Ahí que vender la casa...- Le propuso a Rafael de camino a San Miquele con el ayudante de Trevor, que los llevaba en el auto familiar.

Rafael- No- Dijo firme y sin titubear.

Isabella- Llevamos casi 1 año de no vivir allí, esa propiedad se ha vuelto un desperdicio hasta de dinero- Habló de vuelta con tono fuerte y serio, habitual de ella desde hacía casi 2 meses.

Rafael- Eh dicho que no y punto, no discutiré eso-

Isabella- Solo per quella feccia (Solo por esa escoria)- Murmuró sólo para ellos dos.

Rafael- No Isabella, no es por ella. Ese es nuestro hogar, allí tenemos los recursos de tu crecimiento...-

Isabella- De mi sufrimiento, del rechazo de Marie, de los peores años de mi vida, ¿olvidé algo?- Le interrumpió seria mirando al frente y luego hacia la ventana del auto.

Rafael- No...- Afirmó rendido mirando a la ventana también.

Isabella- Eso imaginé- Cortó y no se escuchó nada más en las 2 horas de camino restantes.

============Continuará===========

Este cap resultó más corto de lo normal, pero se viene tiempo difíciles entre la joven Rinaldi y Catari, estén al pendientes.

Esto sería todo, no olviden darle a la 🌟 y recomendar la historia.
Nos leemos en el próximo cap.

Paz

Número de palabras: 1355

El Diario De Un HendrixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora