14. Paz

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Se supone que las amigas no deben ser tan cercanas, no deben besarse y definitivamente no deben engañar a sus parejas.

Entonces, no te tendría pegada a su cama contigo jadeando debajo de ella.

"No tienes idea de lo mucho que te he deseado todo el día" Dijo, besando el costado de tu mandíbula mientras los arrastraba hasta tu cuello. Tu respiración se enganchó cuando el cálido calor se acumuló en tu ropa interior. Te demoraste solo 15 minutos para tocar a su puerta después de que ella te envió esos mensajes. Ni siquiera sabías lo que dirías a Robbie si hubiese estado aquí, pero lo que sabes es que viniste por una razón diferente a la que te quedaste.

Lizzie desliza sus brazos alrededor de tu espalda y desabrocha tu sostén en un movimiento rápido. Levantas un poco los brazos para que ella te lo quite y al mismo tiempo sus labios puedan permanecer sobre ti. Su muslo se deslizó entre tus piernas y suspiraste por el pequeño alivio que le dio a tu clítoris palpitante.

"Te ves tan bien con tu vestido. Todo lo que podía pensar era en arrancártelo" dijo con voz ronca, moviendo sus caderas para empujar contra ti.

"Lizzie, joder" gimoteas, levantando las caderas para recibir sus embestidas.

Ella besa tu camino hasta tu pecho y chupa tu pezón.

Disfrutando de los gemidos que haces, ella suspira de satisfacción. Lizzie pasa su mano libre por tu pezón descuidado y lo tuerce. Se pueden escuchar varios gemidos constantes saliendo de tus labios, sin importar qué tan fuerte estés siendo.

"Necesito más, por favor"

La humedad se acumula entre las piernas. Te duele el toque de Lizzie que la rubia parece ignorar. Levantas tu núcleo más cerca de ella para obtener la fricción que necesitabas.

"Tan tan, necesitada, ¿solo amigas eh?" Se burla de ti

"Deja de llamarme así" Lizzie detiene todos sus movimientos haciéndote gemir.

"¿Quién te dio el derecho a tener una actitud?" Lizzie agarra tu mandíbula a su manera para que puedas mirarla, pero afloja rápidamente el agarre cuando nota la sorpresa en tus ojos.

Esto es nuevo, no puedes precisar cuál exactamente, pero esta vez parece más dominante. La forma en que agarra tu mandíbula te moja aún más.

"Te necesito, por favor."

"¿Aquí?" Lizzie ahueca tu área caliente; ella puede sentir lo mojada que estás a través de tus bragas.

Empuja tu ropa interior a un lado sin molestarse en quitártela. La brisa fría hizo contacto con tu centro que te hizo temblar.

Lizzie pasa sus dedos por tus pliegues, jugando con tu clítoris mientras te observa retorcerte.

"¿Esto es todo para mí?" Lizzie se burla de ti, agregó presión a tu dolorido clítoris haciéndote gemir mientras asientes. "Te hice una pregunta."

"Sí, joder, es todo para ti" Te las arreglas para decir.

Lizzie suspira con satisfacción, continúa burlándose de ti cuando logra rastrear tu pliegue hasta tu entrada. Con los ojos cerrados, los labios entre los dientes, disfrutas la forma en que Lizzie juega con tu centro. A ella, por otro lado, le encanta ver cómo el placer se pinta en todo tu rostro, esta misma imagen envía calor directamente a su centro.

"Estás tan mojada, bebé" Ella salpica tu cuello con un beso y antes de que puedas pronunciar otra palabra, Lizzie hunde dos dedos dentro de tu centro, haciéndote arquear la espalda de placer.

"¿Te gusta que?" sus dedos bombean dentro y fuera de ti, el sonido de tu humedad se puede escuchar junto con tus gemidos.

"Mier.. " Lizzie enrolla su dedo dentro de ti golpeando tu punto g. Sintiendo la esponja dentro de ti, ella continúa haciéndolo hasta que estás casi en tu punto máximo "Me voy a correr-" te cortas con un jadeo de traición cuando Lizzie retira abruptamente sus dedos de tu centro.

Champagne problems - Elizabeth OlsenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora