Bridgerton (Simon Basset × oc!fem)

Capitulo 1: Diamante de primera

  Querido lector, a llegado el momento de hacer nuestras apuestas sobre la próxima temporada social.
  Consideremos a la casa del Barón Featherington, tres señoritas endilgadas en el mercado matrimonial como tristes cerdas por su mamá de mal gusto y sin tacto.
  Mejores posibilidades podrian existir en la casa de la viuda vizcondesa Bridgerton. Una familia asombrosamente prolifica, conocida por la bendición de traer hijos perfectamente apuestos y bellísimas hijas. Cuanta perfección sin duda.
  Por otro lado, no podemos olvidar a la familia del Duque de Cambridge, Arthur Campbell, y su esposa, la Duquesa Olivia Campbell, quienes han llegado a Londres la pasada semana junto a sus dos hijas. Por lo que se espera que hagan su debut en el mercado familiar con su hermosa primogénita, Audrey Campbell.
  Hoy es un día de suma importancia. Y, para algunas, es aterrador, pues hoy es cuando las señoritas casaderas de Londres son presentadas ante su sumajestad, la reina. Que dios se apiade de sus almas.
  Solo los ojos de la reina importan hoy. Un atismo de desagrado y el valor de una joven cae hasta profundidades inimaginables. Pero recuerden, entre que más brilla una dama, más rapido puede arder.
  Se dice que, de entre todas las perras, vivas o muertas, la que domina la pluma es la más canina. De ser cierto,  entonces a esta autora le gustaria mostrarle los dientes.
  Mi nombre es Lady Whistledown. Ustedes no me conocen y les aseguro que jamás lo harán. Pero quedan advertidos, queridos lectores, de seguro yo los conozco.

Revista de sociedad
de Lady Whistledown

- Señorita Prudence Featherington, señorita Philippa Featherington y señorita Penelope Featherington.  - presentaba el vocero a la reina antes de que estas entren. - Todas presentadas por su madre, la honorable, Lady Featherington -.

Ante la presión de la juzgadora mirada de la Reina Charlotte y un muy apretado corset que ni permitia la natural expansión del torso al respirar. La joven Prudence cedió, sucumbiendo a los pies de las escaleras que marcaban paso al trono de Su Majestad. Sin lugar a duda esa... horrorosa, iniciación de temporada para los Featherington seria tema de conversación para toda la honorable alta sociedad, y ni hablar de la nueva fiera escritora de aquel Londres de época que, por supuesto, se encargaria de recordarselo a la casa Featherington por mucho, mucho tiempo.

- Señorita Daphne Bridgerton, presentada por su madre, la honorable, vizcondesa Bridgerton. - la cobriza se abrió paso en el salon con su encanto natural y su porte elegante y sin mucha dificultad asombró a los presentes en el lugar... pero, por favor, aceptemos de luego de tan bochornosa presentación no puede ser muy complicado romper el hielo, verdad?...

La mirada de la monarca se suavisó y tras la reverencia se acercó a la joven muchacha para decir simplemente dos palabras que sin duda tambien estarian en la revista de sociedad del momento, a diferencia de la otra familia, para bien. - Perfecta, mi niña... -.

Detras de las grandes puertas Audrey festejaba internamente pues algo era seguro, el diamente de la temporada ya habia sido seleccionado y aquello le quitaba un gran peso de encima.

- Señorita Audrey Campbell, presentada por su madre, la honorable, Duquesa de Cambridge - tras dicha llamada la joven soltera entro al salon con ese porte maduro pero juvenil que tan bien la caracterizaba haciendo que naturalmente y sin esfuerzo todas las miradas se posaran en ella inconscientemente.

Antes de hacer su correspondiente reverencia miró a los ojos a la reina subiendo las comisuras de sus labios y la mujer le respondió de la misma manera agregando un giño solo perceptibles para ellas dos. Esta interacción quizá atrevida se debia a que el Rey George y el conde de Cambridge eran grandes amigos desde jovenes por lo que Charlotte conocia a Audrey desde su nacimiento.

Sin muchas más interrupciones la velada continuo y todas las jovencitas se presentaron ante la honorable alta sociedad.

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- ¡Esto es una barbaridad! - exclamaba Olivia mientras su hija menor le hacia un masaje en sus hombros. - Esta nueva escritora, Lady Whistledown, llamó a Daphne Bridgerton un diamante de primera... y a tí, Audrey, hermosa y llamativa pero decepcionante, considera que tenias todo lo necesario para ser la más deslumbrante entre doscientas muchachas -.

La mayor se limitó a poner los ojos en blanco y continuar leyendo la novela en sus manos "Robinson Crusoe" de Daniel Defoe.

- Pues, yo creo que estuvo maravillosa, y esa Lady Whistledown  no sabe de lo que habla... - defendió el patriarca de los Campbell a su primogénita.  - De todas maneras, estoy seguro que va a conseguir un buen marido - dijo mirando a Audrey.

- Si, con permiso. Iré a leer la novela a mi recamara - Audrey se retiró indignada ya de que todo lo que en lo que sus padres pensaban era el mateimonio. Aún que jamas lo diría en voz alta en lo profundo de si misma albergaba la ilusión de poder casarse por amor.

Una vez en su habitación Audrey dejo su libro en su cama y cerró la puerta. Se cambió con un vestido más sencillo y comodo, para ser exactos su vestido de cabalgata. Abrió la ventana de su cuarto y tras corroborar que nadie esté mirando salió. Con cuidado de no caerse camino con magestuosa velocidad y luego cuando ya estaba lo suficientemente cerca del suelo saltó.

En silencio paso por la ventana que daba a la sala de estar de la casa Campbell y vió que su hermana habia tomado asiento donde ella habia estado sentada minutos atras por lo que Sabrina era la unica capaz de poder verla. Se asomó y llamó su atención para que la menor sepa que se estaba escapando por un rato y tras confirmar que la habia visto fué a la caballeriza en busca de Argos, su caballo predilecto que habia hecho traer a Londres.

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Hoy es mi cumpleeee, estoy emocionada. Cumplo 17 :)