JACOBO
Anoche sentí como Evan se levantó. Estuve a punto de seguirlo cuando vi como Liz se ponía de pie y también salía de la habitación. Desconozco el lugar al que fueron y lo que sucedió, pero Liz no tardo en regresar y me atrevo a decir, que llorando. Evan por otro lado, no volvió a la habitación.
Son las 13:30 y según el mapa estamos a doce kilómetros de nuestro destino, por lo que no tardaremos en llegar. Al igual que en la ciudad anterior todo es sitios abandonados, vegetación y algunos esqueletos. Esta vez no hacemos por buscar algo en específico, simplemente escogemos una gran bodega parecida al estacionamiento de la caverna. Descargamos las provisiones y al igual que la vez anterior regreso por el resto y Richard se posiciona como mi copiloto. Para las 20:00 horas ya nos encontramos en la bodega acomodándonos para cenar y descansar.
Evan se acomoda cerca de nuestro equipo pero nos da la espalda. Los días se están volviendo muy extraños. Corrección, Evan es el que se ha estado comportando extraño, se ha vuelto frio, distante, indiferente. Indescifrable. Por otro lado Liz se ha visto desesperada y angustiada, no deja de ver cada movimiento de Evan.
—¿Todo bien? —pregunta Sarah.
—Si —le aseguro a la vez que beso su frente y me acuesto a su lado para dormir.
Al igual que hoy, mañana saldremos a penas amanezca, por lo que es necesario que descansemos.
* * * * * * * * * * * *
Después de almorzar y cargar nuevamente la camioneta, nos disponemos a seguir el camino; al menos mi equipo. Debido a que la siguiente urbe se encuentra más lejos, para las 7:30 con los primeros rayos del sol, ya nos encontramos de camino.
A las 12:00 hacemos una parada para tomar agua, ir al baño y descansar de ir sentados. Apenas avanzamos algunos dos kilómetros cuando el olor a putrefacción nos azota. Disminuyo la velocidad lentamente cuando diviso un camión que lleva una sábana a modo de techo. Estoy muy seguro de haber ayudado a amarrar esa sábana.
—¡Mierda! —maldice por lo bajo Evan cuando une todos los puntos.
—¡¿Qué pasa?! —pregunta Isabel cuando el olor se impregna en cada rincón de la camioneta.
—¡Quédense aquí! —ordena Evan —. Si algo pasa, Emmanuel, conduce de regreso con el grupo.
—¡¿Qué?! —pregunta Sarah con los ojos abiertos como platos —. ¡No! no...
—Tranquila nena, no pasará nada, solo no se bajen —le digo intentando tranquilizarla, pero tengo que ser sincero, aunque suene paranoico —. Pero estén preparados para cualquier cosa —los ojos de Sarah se llenan de lágrimas pero asiente. Me siento mal, si algo nunca hubiera querido es ocasionar que se mojen sus lindos ojos y aquí estoy, llenándola de temor.
Me pongo mi casco y cargo mi fusil. Tanto Evan como yo bajamos de la camioneta y es él quien abre la marcha. Siempre se ha caracterizado por ser un líder nato, por lo que fue entrenado como uno. Me hace señas para que cubra su espalda y el cubre el frente. El camión está a cien metros de nosotros y conforme nos acercamos el olor se vuelve insoportable. Pronto damos con el primer indicio de batalla, un cuerpo con aves y gusanos a diez metros de nuestros pies, se encuentra irreconocible por la descomposición acelerada de su cuerpo y la presencia de animales. No es el único, parece que intentaron escapar porque los cuerpos se encuentras desperdigados en distintos grupos y direcciones. Los perros hacen lo posible por comer cuanto pueden, por lo que los restos de los cadáveres quedan irreconocibles; ni siquiera podríamos contarlos.
—Tienes que ver esto —dice Evan. Me acerco a él y veo lo que por ninguna razón hubiera pensado encontrar. Son los restos de un uniforme, pero no de cualquiera, sino uno con el logo de la academia Black. Y no es el único. De camino al camión encontramos más restos de uniformes de la academia y por las huellas de llantas cerca al camión, nos damos cuenta que había otra camioneta aquí y era de una patrulla. El camión tiene tres cuerpos en la parte de atrás, inspeccionamos su condición y tiene demasiados daños, no creo que vuelva a andar.
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PROTOTIPO CR-6: LIBERACIÓN
Science FictionTras abandonar a Lexa y a Hana en la Ciudad, y con la muerte del Capitán Covarrubias y el General Johnson; Evan y Jacobo quedan devastados, siendo su única esperanza para recuperarlas, el confiar en lo desconocido; que junto con su dolor y sed de ve...