Extra O1

50 5 0
                                    


Si alguien me preguntara como me sentía ahora, diría que soy la persona más feliz del mundo.

Jamás hubiera pensado que bajar de peso hubiera ayudado tanto a mi autoestima, era increíble. En 2010 me había hecho la segunda operación, y con esta, ya no tenía nada de grasa colgando de mi cuerpo.

Había dejado de enseñar en una escuela y ahora era me dedica a hacer comics. Y me iba realmente bien.

Hace medio año, habíamos tenido una reunión de compañeros de escuela, y había aceptado ir, aunque debo admitir que me daba miedo presentarme antes quienes me habían hecho la vida imposible, pero fue muy gracioso ver que nadie me reconoció, y a la vez, fue realmente hermoso, escuchar que muchos me pidieron perdón, escuchar que muchos me halagaron y me felicitaron por mi cambio.

Y es que si, ya no éramos chicos que nos dejábamos llevar por cualquier cosa.


- Mira esta foto Frankie – dijo mi madre mientras le tendía una foto mía de cuando era más pequeño, subido a la moto de uno de mis tíos, con una pantimedia en la cabeza y con pañales - ¿no era hermoso? – dijo mi madre y yo sentí la sangre subir a mi cabeza.


Había cosas que nunca iban a cambiar, y claro, no podía esperar mucho, ya que el día de mi cumpleaños, con toda la familia reunida, se dedicaron a contar anécdotas vergonzosas de cuando era pequeño a mí ahora novio.


- Oh... JAAJAJAJA, no había visto nunca esta foto Donna – dijo Frank, mientras la agarraba en mano y se carcajeaba.

Kilo a Kilo - FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora