"La Bella Durmiente fue un cuento popular medieval, heredero de un pasado aún más oscuro y grandioso. En 1697, Charles Perrault lo publicó como: La Bella Durmiente del bosque (Belle au Bois Dormant)
Perrault, aprovecha el cuento para despotricar contra la mujer y dar rienda suelta a su machismo. Por ejemplo, insiste en que el príncipe se burla de las ropas antiguas de la princesa, e incluye a la inteligencia como uno de los dones ofrecidos por las hadas, como si ésta sólo pudiese existir sobrenaturalmente en la mujer. Luego se ceba en la madre del príncipe, una especie de ogro insaciable que intenta devorar a los hijos de la joven pareja"
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Entre empujones y besos, fui llevando a Frank hasta su cuarto.
Cuando quedamos contra la puerta, la espalda de Frank contra la misma y mi cuerpo presionando sobre el suyo, una de mis piernas entre medio de las suyas. Con mi mano izquierda baje la perilla, abriendo la puerta y empujando a Frank hasta quedar adentro, la cerré, sin girarme, y lo volví a besar, empujándolo hasta que cayó en su cama.
Aproveche ese momento para quitarme la remera, mientras veía al menor que se encontraba ahora apoyado sobre sus codos, con su torso levantado y mirándome con una ceja curvada.
- ¿Quién era Frankie? – se escuchó un grito que venía desde fuera del cuarto, lejos.
- Gerard abuela – le respondió Frank, en voz alta, pero sin gritar, sin dejar de mirarme con frialdad – vamos a estar en el cuarto – le grito después, sonriéndome de lado, con arrogancia, mientras yo me recostaba encima suyo, tirándole del cabello con mi mano izquierda y besando su cuello, mordiéndolo.
- Bueno cariño – grito la abuela de Frank.
Antes de que Frank le respondiera, volví a besar sus labios, introduciendo mi lengua y acariciando la suya, ahora, en un beso más tranquilo, mientras levantaba la remera de Frank con ambas manos, me separa de sus labios y se la quitaba, volviendo a besarlo.
Mi mente me decía que no siguiera, pero estaba furioso, y necesitaba distraerme, ocupar mi mente con otra cosa.
Desabroche el pantalón de Frank y lo baje con brusquedad, arrodillándome en la cama y tirando del mismo, hasta quitárselo por completo, con bóxer incluido, tirándolo en cualquier parte que no vi.
Me levante de la cama, quite mis propios pantalones y me volví a recostar encima de Frank, rosando nuestras caderas, mi miembro ya duro, contra el de él.
- Te vas a arrepentir, moreno – me susurro Frank, en un tono bajo, ronco, mirándome con suma tranquilidad, mientras estiraba uno de sus brazos y acariciaba mi mejilla con su mano.
- ¿Es una amenaza? – le pregunte, en un jadeo, mientras me mordía el labio inferior, con mis manos, agarrándolo de la rodilla y separando sus piernas para quedar entre medio de las mismas, embistiendo contra las caderas de Frank, haciendo que nuestros miembros se rozaran, mandado descargas por todo mi cuerpo.
- No nene, solo te digo lo que va a suce-ahh-der – gimió Frank lo último, bajando su mano hasta mi cuello y apretándolo, tapando su boca con su mano libre y tirando su cabeza hacia atrás, dejándome su cuello a la vista, cuello que me llama a morderlo, y que no hago esperar.
Clavo mis dientes contra la piel de Frank, mientras mi mano baja, hasta quedar entre medio de nuestros miembros, agarrándolos a los dos y masajeándolos.
Frank tiembla, se retuerce y gime suavemente, por lo que con mi nariz empujo su mano, la cual está sobre su boca, y lo vuelvo a besar.
Un beso fuerte, en el cual ahora hasta Frank me corresponde, de manera agresiva, nuestras lenguas queriendo imponerse entre la otra.
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No te enamores - Frerard
FanfictionLa vida real es mucho más cruel que como te la muestran en los cuentos de Disney. Gerard Way cree saberlo. Frerard Personajes: Frank Iero - Gerard Way Géneros: Drama, Romance Advertencias: AU=Universos Alternos, Contenido Hetero, Muerte de un person...