Capitulo 17.

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"La Sirenita (La pequeña mujer del mar) es un cuento de hadas del escritor danés Hans Christian Andersen (1805-1875), publicado originalmente el 7 de abril de 1837 en la antología Cuentos de hadas contados para niños.

La mayoría de las adaptaciones de La Sirenita ha omitido el final trágico del original, quizás porque plantea algunas dificultades insuperables para los adultos.

Aquella adaptación es la que reúne felizmente a los protagonistas del cuento, la Sirenita y el príncipe, dos personajes separados no solo por la estirpe, sino por el medio en el que viven.

Ahora bien, la verdadera historia de La Sirenita posee algunos matices dignos de las mejores tragedias de antaño, reducida, es cierto, a una especie de maniqueísmo nutritivo propio de quienes ven en los niños unas entidades más o menos estúpidas, y acaso incompletas"

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- Frank... - susurre, cuando estábamos en su cuarto, yo sentado en su cama, con un cuaderno de dibujo en manos y él sentado en el suelo, su espalda contra el borde de la cama, sus ojos cerrados - ¿alguna vez odiaste tanto a alguien como para desearle la muerte? – le pregunte, por lo que él abrió sus ojos lentamente, apoyando su cabeza en la cama y mirándome desde abajo.

- Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros – me dijo, con una sonrisa de lado – Hermann Hesse fue quien lo dijo – me aclaro, volviendo a cerrar sus ojos – respondiendo tu pregunta, no, no siento eso por nadie.

- ¿Quién es Hermann Hesse? – le pregunte, curioso, y Frank me miro, sonriendo grande, con dientes.

- Un escritor Alemán, con nacionalidad Suiza – me respondió, por lo que lo quede mirando confundido – a mi abuelo le gustaba leer mucho, siempre que un tema le llamaba la atención, se pasaba horas investigando y escribiendo sobre eso – me conto, por lo que solo dije un "oh" en respuesta.


*


Frank nunca me pregunto él porque de mi pregunta dos años atrás, antes que me fuera, de igual forma yo no volví a sacar el tema.

Ese día se sintió bien, se sintió bien que Frank me contara algo más sobre su familia, sobre él, por más pequeño que sea.

Eso me hizo feliz.


*




¿Cómo hace una persona para no odiar?

Esa pregunta estuvo siempre en tu mente después de hablar con Frank, aunque la verdadera pregunta para ti era "¿Cómo hacia Frank para no odiar?"

Llegaste a pensar que te estaba mintiendo, que no te quería hablar de ello, porque era su secreto, pensaste que todavía no te tenía tanta confianza.


*




- Nene... - me llamo Frank, aun acariciando mi cabello con la yema de sus dedos, por lo que solo hice una especie de ruido desde la garganta en respuesta, con mi rostro aun en el espacio entre su hombro y cuello – te vas a perder cuando le entreguen el diploma a Mikey – me dijo, por lo que gruñí con molesta.

- Frank.... – dije suavemente, mientras lo soltaba, para ahora, una vez él quedo de pie enfrente mío, abrazarlo por la cintura y mirarlo a los ojos – prefiero que me llames moreno – le dije y él me sonrió.

- Bueno moreno – me dijo, ahora sus dedos sobre mi rostro y su antebrazo contra mi pecho y cuello.

Sus ojos sobre los míos, mirándome fijamente, analizándome.

No te enamores - FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora