Estaba a minutos de tomar el vuelo, ya me mordía las uñas de la ansiedad y no lograba ver a mi amigo en ninguna parte, y entonces mi celular comenzó a vibrar.
Cuando vi la pantalla decía "Mikey" así que le respondí con "¿y ahora qué?" pero no me respondió nadie por uno segundos.
- Buen viaje, Suerte y Adiós moreno – y esa era la voz de Frank.
Pero antes que pudiera decir algo más, corto.
Me quede mirando la pantalla de mi celular, luego escuche como llamaban por el altavoz para tomar el vuelo, volví a ver mi celular, vi detrás mío y cuando volví a ver al Frente, Bert me esperaba con una sonrisa.
Levanto su mano, mas yo no podía dejar de mirar a ninguna parte, pensando.
Miro mi celular, miro a Bert, vuelvo a mirar a mi celular y escucho la voz de Bert, gritando mi nombre, pero para cuando me doy cuenta, ya estoy corriendo en dirección a la salida.
Le grito algo como un "¡perdón, Después te llamo, perdón!" y salgo corriendo a la puerta, empujando a algunas personas en el transcurso, importándome muy poco que había dejado la valija, la cual ya debería estar dentro del avión y en cualquier momento se iba a ir Nueva York con mi amigo. Después podía pensar como traerla.
Corro a la salida, abro la puerta y me planteo que debo dejar de fumar, cuando apoyo mis manos sobre mi rodilla, tratando de regular mi respiración y pensando en donde mierda puede estar mi hermano.
Sacudo mi cabeza y cuando me enderezo, el olor a cigarrillo inundando mi nariz, por lo que miro a un costado, viendo que sobre la pared hay una persona apoyada.
Campera negra, remera azul, pantalones de jean destrozados y zapatillas que ya deben de estar por pasar a mejor vida.
Levanto mi rostro, mirando a Frank a los ojos, sin saber si es verdad o solo una ilusión, y entonces él me sonríe, pequeño, pero me sonríe.
Lo miro, confundido, dudando si es él o no, pensando que puedo decir, hacer, y entonces, mientras dudo, sin dejar de mirarlo, él levanta una ceja.
- Hola moreno – me dije, sonriendo grande, dientes incluidos, y no se en que momento llegue, pero para cuando me di cuenta estaba enfrente suyo, rodeando su cuerpo con mis brazos, abrazándolo con fuerza e inhalando él olor que despedía su cabello, sonriendo al sentir sus brazos rodeándome, correspondiéndome - ¿Cuándo sale tu vuelo? – me pregunta, después de haber movido su cabeza, dejándola apoyada sobre mi hombro derecho, sus labios pegados a mi oído, mandándome descargar eléctricas por el cuerpo.
- No hay vuelo... - le respondí, abrazándolo con más fuerza, pegándolo a mi cuerpo, moviendo mi rostro al costado derecho, acariciando su mejilla con mi nariz – no me puedo ir – admití, con mis ojos cerrados.
- ¿Por qué?
- No te lo voy a decir – fue mi respuesta, sonriendo, al sentir la pequeña nariz de Frank acariciando la mía – no todavía – susurre, para luego acortar la distancia y unir nuestros labios en un casto beso.
- Moreno... - susurro Frank, por lo que abrí mis ojos, mirándolo fijamente.
- Cállate Frank – le ordene, mirándolo fijo, con frialdad, por lo que él me sostuvo la mirada, para luego sonreírme.
Dos años y medio Después
Estábamos en el cementerio, yo a un lado de Frank, mi mano sobre su espalda, acariciándola, mientras él miraba la lápida que llevaba el nombre de su abuela.
Ya todos se habían ido, nos habían dejado solos.
En ningún momento vi llorar a Frank. Sus ojos estaban como idos, su mente en otra parte.
Seguí acariciando su espalda, hasta que lo vi suspirar, entonces giro su rostro y me quedo mirando, quitándose los lentes negros de sol y dejándolos sobre su cabeza.
- Esto no tuvo que pasar... - me dijo, en un susurro, por lo que incline mi rostro a un costado, confundido.
- ¿a qué te refieres? – le pregunte, dejando de acariciarlo, para meter ambas manos dentro del bolsillo de mi pantalón negro de vestir.
- ¿Por qué te quedaste? – me pregunto, sin dejar de mirarme a los ojos.
- Porque te amo – le dije, con honestidad, levantando mis hombros.
- Te dije que no te enamoraras de mi – me dijo, por lo que estire mi mano, agarrándolo de la nuca y acercándolo a mi rostro, dándole un beso en los labios.
- Tarde – le dije, sobre los labios, dejando mi frente sobre la suya – te amo y sé que me amas – afirme, abriendo mis ojos y mirándolo fijamente.
- ¿Cómo estas tan seguro? – me pregunto, sin dejar de mirarme, por lo que sonreí de lado.
- Porque en estos dos años y medio que estuvimos juntos, he logrado romper esa barrera que te rodeaba, porque tus ojos brillan cada vez que te digo lo que siento, porque tu cuerpo tiembla cada vez que te acaricio, porque tu boca me busca cada vez que me acerco – le respondí, por lo que Frank agarro mi rostro con ambas manos.
Fue entonces, que por primera vez, desde que conocí a Frank, lo vi llorar.
- Esto no tenía que pasar... - susurro, con la voz rota, negando con su cabeza – yo me tenía que ir con ella – me dijo, entrecerrando sus ojos, de los cuales las lágrimas seguían cayendo mientras sus manos, que aun sostenían mi rostro, temblaban.
- Te amo – le dije, maravillado por lo hermoso que aun en ese estado era Frank.
Frank negó con el rostro, acortando la distancia de nuevo y juntando nuestros labios, por lo que lo abrace de nuevo con un brazo desde la cintura y el otro sobre su hombro, succionando su labio inferior, para luego pasar mi lengua por los mismos, pidiéndole permiso y al instante acariciando su lengua con la mía.
- Te amo – le volví a decir, separándome unos segundos para luego volver a besarlo.
- Te amo moreno."Le dije: No te enamores, vas a sufrir
Me respondió: No nazcas, vas a morir"
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No te enamores - Frerard
FanfictionLa vida real es mucho más cruel que como te la muestran en los cuentos de Disney. Gerard Way cree saberlo. Frerard Personajes: Frank Iero - Gerard Way Géneros: Drama, Romance Advertencias: AU=Universos Alternos, Contenido Hetero, Muerte de un person...