Capítulo 17

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Por la mañana yo tengo que a trabajar, es miércoles y me espera un día duro de trabajo. Algunas citas se pasaron a mis compañeros pero otras decidieron cambiarlas para hoy y mañana. Así que voy a entrar a las 9 y medía y no saldré hasta las 8 por lo menos los siguientes dos días. Solo de pensarlo me agoto. Ahora lo que más me apetece es estar con Julián y recuperar el tiempo perdido.

- Me da apuro pedirte esto, así tan pronto pero ¿Te importaría recoger a Dani del colegio a las 5? Hasta las 8 y media yo no llegaré a casa y mi madre...

- Claro que si, ¿Eh?- coge mi cara con sus manos- estamos juntos en esto ¿Vale? Dani no es hija mía, pero la voy a tratar como tal. Ahora todo es entre tú y yo. Nos organizaremos. Ya no vas a estar nunca más sola. ¿Vale nena?- Me besa y yo me siento la mujer mas afortunada del mundo. Me dan ganas de llorar, pero me contengo.

Mientras conduzco hacía el trabajo me pongo a pensar en los padres de Iván y en como se tomarán todo esto. Seguiré llevándoles a Dani, por supuesto, ellos siempre serán sus abuelos. Pero, ¿Cómo se tomarán el hecho de que haya otro hombre en mi vida y sobre todo, otro hombre en la vida de Dani y que ella le llame papá? Me da miedo imaginarlo. Pero es algo que tengo que hacer, que ellos tienen que saber. Así que este fin de semana iré a verlos. Y se lo contaré todo. Y espero, solo espero que me apoyen en esto. Lo necesito.

En el trabajo las horas me pasan súper lentas y sigo dándole vueltas al tema.Tengo ganas de volver a casa con Julián y Dani, tenemos que hablar sobre el tema de vivir juntos. Osea, sabemos que queremos vivir juntos y tal. Julián y yo nos conocemos desde que yo tengo tres años. Ya hemos esperado suficiente. Tenemos que mirar que vamos a hacer. Cuando se va a mudar ya del todo. Porque él no tiene casa aquí, vive con su hermana así que se tendrá que mudar a casa con nosotras. No puede ser que Dani tenga un papá en funciones y que no esté siempre en casa. No sería lógico, no en mi caso.

Cuando llego a casa nada mas abrir la puerta me invade un agradable olor a comida al horno. Diría que pollo al Horno con verduras. Dani viene en mi busca.

- Mami, mami, papá me ha llevado al parque.- y yo como una tonta al oír decir esa palabra de la boca de mi hija me echo a llorar. La abrazo.

- Como me alegro mi vida. ¿Has cenado?

- Si papá me ha hecho macarrones. - Alzo la vista y ahí tengo a Julián mirándome.

- Hola nena, que tal el día. - Lleva un delantal puesto y está realmente gracioso, y sexy. Me besa y Dani se va al salón a jugar.

- ¿Por qué lloras?

- De felicidad.- le contesto. Me seco las lágrimas

- Así que papá ¿Eh?

- No lo puedo negar, se me cae la baba. Adoro a esta niña.

- Y yo te adoro a ti. Y me muero de ganas de quitarte ese delantal.

- Me mira, me besa, sonríe y me agarra el culo fuerte.

- Nena, esta noche vas a ser toda mía. - Y yo ya estoy húmeda y deseando que Dani se duerma para sentir otra vez a mi Julián dentro de mí.

Después de cenar Dani pide que sea Julián quien le lea el cuento y la acueste y yo me voy a la ducha mientras. Allí sin pensarlo me toco un poco y me veo que estoy húmeda y preparada para Julián. Para mi amado.

Sin darme cuenta pienso en aquella noche en la que Rai y Cristian me follaron salvajemente y aun me humedezco mas. Me da rabia haber pensado en eso. ¿Qué me está pasando? Tengo lo que siempre he querido y yo... ¿pensando en otros? Decido enjabonarme la cabeza y dejar de acariciarme lentamente el clítoris o acabaré corriéndome pensando en algo que realmente no quiero pensar cuando aparece Julián. Totalmente desnudo, con la polla dura y firma para mí.

Tú eres lo que necesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora