Precious

442 87 15
                                    

Era tarde cuando por fin volvieron al departamento.

No importaba cuantos años lleven en este trabajo, las prácticas siempre serán horriblemente agotadoras.

Lo único que Jeonghan quería hacer era caer rendido en su cama y dejar que el sueño le venciera.

Pero no, su consciencia le regañaba y le decía que debía ducharse y alistarse adecuadamente para dormir, o sino, se arrepentiría en la mañana.

Así que con toda la emoción del mundo fue a buscar una toalla y ropa cómoda para hacer la fila en el único baño del departamento.

Por suerte no tenía que esperar mucho, ya que solo habían cuatro ocupantes en este dormitorio, y uno de ellos no había llegado todavía.

Justo mientras pensaba en ello, la entrada principal se abrió y cerró de un portazo, dándole paso al miembro faltante.

Jihoon ni siquiera les saludó, pasó directo a su propia habitación con pasos pesados y capucha cubriéndole el rostro.

Cualquiera pensaría que simplemente estaba cansado, y que se iría a dormir ni bien tocase su colchón. 

Pero no Jeonghan, quién en esos pocos segundos que le vio pudo notar que había algo más allí, algo que el joven productor intentaba esconder.

—Ha estado de mal humor todo el día— Mencionó Seungkwan, quién también había visto al más bajo pasar —Ni siquiera me dejó entrar al estudio antes.

—¿Nadie ha intentado hablar con él?— Preguntó, frunciendo ligeramente sus labios, aún observando la segunda puerta cerrada del pasillo, la cuál daba paso a la habitación del menor.

Seungkwan suspiró a su lado, acomodando sus cosas cuando notó que Soonyoung ya iba saliendo.

—Hoshi y Coups hyung lo intentaron, incluso Vernon, pero realmente no pudieron sacarle nada— Informó el menor, ingresando al baño —Ya sabes como es, hay que darle su espacio.

Frunció ligeramente su ceño hacia la puerta, donde aún permanecía su mirada.

Es consciente que Jihoon valoraba su espacio personal, y más que todo cuando no se estaba sintiendo del todo bien, pero para él era algo cruel dejarle solo en momentos así.

Se preocupaba mucho por todos sus miembros, en especial por aquellos que siempre intentaban suprimir sus emociones para no "molestar" a los demás.

Jihoon era uno de esos, y justo ahora era muy evidente que no la estaba pasando bien.

Cuando Seungkwan salió, se apresuró a ducharse, y salió en tiempo récord.

Pero en lugar de dirigirse directo a su propia habitación como planeó en un inicio, hizo un desvío a la de en frente.

No tocó la puerta, y esta se encontraba sin seguro.

Esperaba que alguien viniera, pensó.

Se acercó hacia el bulto en la cama, tapado casi por completo con cobijas cálidas, y se sentó a su lado, dándole el suficiente espacio como para no abrumarle, pero manteniéndose relativamente cerca.

Jihoon seguía sin mirarle de vuelta, solo estaba allí, con la vista desenfocada hacia la pared, mordiéndose el labio de una manera que se veía dolorosa.

—¿Quieres hablar?— Preguntó en voz baja, esperando no molestar al menor.

Este no respondió por algunos segundos, y cuando lo hizo no fue de forma verbal, simplemente negó con la cabeza.

Jeonghan asintió lentamente, peinando el cabello del contrario con suavidad.

—Entonces, ¿quieres que me quede contigo?

Ni bien la pregunta fue hecha, los ojos de Jihoon se cristalizaron, y este asintió cortamente.

Le sonrió con cariño, maniobrando para quedar acostado detrás de la espalda del menor, pasando uno de sus brazos por el costado de este mientras que con el otro continuaba jugando con su cabello.

Con su mano libre buscó una de las de Jihoon, y sintió un pinchazo en el pecho al sentirle temblar.

Soltó un ligero suspiro, sabiendo que probablemente del otro lado el más bajo estaría llorando de forma silenciosa.

Escondiéndose.

Pero no tenía que esconderse de Jeonghan. Él sabía que se sentía mal, y estaba bien, no le forzaría a hablar ni nada. 

Lo único que le preocupaba es que Jihoon estuviese solo cuando claramente necesitaba que le sustuviesen, que le abrazaran, que le cuidaran.

Tampoco es como si este lo fuese a pedir tan fácilmente, su orgullo y vergüenza le jugaban en contra, y no le permitían buscar el cariño que tanto anhelaba.

Pero estaba bien, porque lo único que Jeonghan necesitó para abrazarle fue un asentimiento.

Siguió allí, abrazando a su dongsaeng, acariciando tanto sus manos como su cabello, y brindándole el apoyo silencioso que sabe este necesitaba.

Las cosas no se iban a mejorar mágicamente, pero al menos, al rededor de unos diez minutos después, el menor se dio media vuelta cuidadosamente, quedando ahora cara a cara con él.

Por fin en todo lo que llevaban allí pudo ver directamente esos pequeños ojitos cafés, mírandole con atención.

Sonrió ligeramente, alzando sus pulgares para limpiar el rastro de lágrimas en la cara del menor, quién se dejó hacer, claramente exhausto tanto por el día como por sus emociones.

—Gracias— Musitó Jihoon bajando ligeramente la mirada, su voz sonando un tanto ronca.

—No es nada— Aseguró, subiéndole con cuidado del mentón para que pudieran mantener el contacto visual —¿Ya estás mejor, Jihoonie?

El contrario asintió, y si no fuese por la ligera cantidad luz que entraba por la ventana, no hubisese notado sus mejillas rojas.

—Si, Hyung, ya estoy mejor— Admitió el productor, remviéndose un poco en su lugar —Yo...lamento que...

—Shhh— Calló suavemente, posicionando dos dedos sobre los labios del menor —No tienes que disculparte por nada, ¿entiendes?— Inquirió, depositando un ligero beso en la frente del contrario —Ahora debes descansar, y si quieres, hablamos por la mañana, Jihoonie.

El menor no tuvo más opción que suspirar y aceptar.

Así que atrayéndole más a su pecho, ambos durmieron abrazados.

Tendrían que levantarse temprano para ducharse, ya que ninguno lo hizo hoy al llegar de la práctica, y lo más probable es que el menor tendría que darl explicaciones a los demás respecto a su mal humor de hoy.

Pero nada de eso importaba en este momento.

Ahora Jihoon no se sentía tan mal como antes, ahora no estaba solo.

Incluso si un acto se veía tan pequeño como simplemente abrazarle, eso le hacía sentir el amor que existía para él.

Porque eso era lo único que Jihoon necesitaba en ese momento, y Jeonghan solo se encargó de brindárselo.

*******

Jihoon se merece todo el amor del mundo. Amo la faceta de Jeonghan bien protector con sus menores.

Espero que les haya gustado💕

Precious [Jeonghoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora