La Chica Potter ~George Weasley

La ayuda de Aberforth

Capítulo 5

Era una mala idea, pero era la única que tenían. Además, el presentimiento de que debían de ir a Hogwarts se hacía cada vez más grande. Debía ir, entrar al castillo y prepararse para la batalla final.

─Sigo creyendo que es una mala idea ─decía Hermione─. No debemos ir a Hogwarts, ¡es peligroso!

─Hermione, hay un horrocrux en Hogwarts que debemos destruir ─explicaba su hermano.

─Apoyo a Harry y ____________, si ellos dicen que hay que ir a Hogwarts es porque deberas tenemos que ir.

─¿También tú, Ron? Que haya un horrocrux en Hogwarts no significa que debamos ir hoy, podemos descansar esta noche y luego elaboramos un plan... No tenemos porque ir hoy.

─Será esta noche, Hermione ─dijo. Era la primera vez que hablaba en la conversación─. Debe pasar esta noche, "cosas malas han pasado por alterar el tiempo" tú lo dijiste en tercer año.

─¿Esta noche? ─preguntó Ron, aterrado.

Harry la miró igual que Ron.

─Tengo miedo ─admitió su amiga al borde del llanto─. Tengo mucho miedo.

─Todos lo tenemos, Mione, pero debemos enfrentar lo que viene. Juntos, debemos hacerlo juntos.

Todos asintieron y se unieron en un abrazo grupal, el cual duró un largo rato hasta que decidieron que era hora de separarse; hora de enfrentarse al destino.

─Pero debemos cambiarnos antes ─murmuró─. No podemos ir con ropa mojada.

Sus amigos y hermano le dieron la razón y acordaron que se turnarían para ir detrás de un árbol a cambiarse. Por supuesto, Hermione tenía más de un cambio de ropa para cada uno en su bolsa. Ella fue a cambiarse primero.

─Se dan cuenta que la ropa que escojan será con la que nos enfrentaremos a quién-ustedes-saben, ¿verdad?

─No creo que los mortífagos y a él les importe mucho la moda ─soltó Harry.

Ron no pudo evitar reír y los mellizos se contagiaron de su risa.

─No lo decía por eso, aunque ahora no puedo dejar de imaginar a quién-tu-sabes con un vestido rojo muy elegante y en tacones.

─No olvides el bolso blanco donde guardará la varita de saúco ─agregó Ron.

Las risas continuaron hasta que llegó Hermione, quién los miró confundida hasta que le explicaron todo, fue ahí cuando los comenzó a ver más raro y le dijo a Ron que se fuera a cambiar, a lo cuál él no se negó.

─Buena elección ─dijo mirando a su amiga.

─¿Gracias?

─¿No me preguntarás qué me pondré yo?

La castaña rodó los ojos divertida.

─¿Qué te pondrás tú? ─preguntó con diversión.

─Tendrás que esperar para verlo.

─¡Oh, vamos!

─¿Qué? Quería despertar tu curiosidad.

Cuando vio a Ron acercarse a ellos se apresuró para ir detrás del árbol.

. . .

─Mi oufit es el mejor de todos, adecuado para la batalla final ─decía con arrogancia.

La verdad quería molestar a sus amigos, y lo estaba logrando. Sentía que esa era una manera de distraerlos para que no se dieran cuenta de en lo que realmente pasaría en unas horas.