Blitzø y Stolas tenían algo bueno. Una vez al mes, intercambiaban sexo por el grimorio, y eso era todo. Pero, todo eso cambia cuando Stolas descubre que va a poner un huevo, y muy pronto. Blitzø tiene muchas emociones sobre esto, pero sabe una cosa...
ℕ𝕠𝕥𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝔸𝕤𝕙𝕀𝕟𝕋𝕙𝕖𝕎𝕚𝕟𝕕: ¡Stolas pone el huevo! ⚠️NSFW ⚠️
(¿Supongo? ¿Poner huevos es NSFW?)
Advertencia: ¡este capítulo es bastante gráfico! Quería que el proceso de poner huevos fuera lo más científicamente preciso posible. Pero como dije, siempre les daré a mis chicos un final feliz.
Gracias a todos por su paciencia. ¡Espero que lo disfruten!
ℕ𝕠𝕥𝕚𝕥𝕒𝕤 𝕞í𝕒𝕤: Si eres alguien sensible sobre estos temas, te recomiendo que solo leas el final o que no leas este capítulo :c
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Stolas tuvo dos contracciones más antes de que él y Blitzø pudieran volver al dormitorio. Las contracciones del príncipe habían pasado de ser incómodos calambres a un dolor retorcido y punzante. Sus lamentos de agonía resonaron por los pasillos del palacio, haciendo que los miembros del personal se vayan corriendo.
Cuando se produjo la última contracción, las piernas de Stolas estuvieron a punto de caer. Se apoyó en la pared, con Blitzø sujetando sus caderas, sólo para mantenerse en pie.
"Satanás, maldita sea" siseó Stolas mientras su espalda sufría espasmos. Apoyó una mano en la pared, y se inclinó con el otro brazo cruzado sobre el estómago.
"Stols, deja que te lleve de vuelta. Será más rápido", sugirió Blitzø, con la voz tensa por la preocupación.
"No, yo pue-puedo hacerlo" resopló Stolas, pero entonces sus piernas se acalambraron, y casi se desplomó en el pasillo. Hizo una profunda marca de garra en la pared mientras caía, gritaba de dolor.
"¡Stolas!" Blitzø jadeó, atrapándolo justo antes de que cayera al suelo. Stolas gimoteó, con el brazo envuelto en su estómago, pero no pudo hacer mucho más que eso cuando su cuerpo estalló de dolor.
Blitzø levantó rápidamente al búho y lo puso en sus brazos antes de correr hacia el dormitorio. Los ojos de Stolas se cerraron con fuerza mientras Blitzø lo llevaba, y extendió la mano para agarrar la mano del diablillo.
"Estoy aquí, Stolas. Estoy aquí", le tranquilizó Blitzø, tomando la mano del príncipe entre las suyas y acercándola a su pecho. Stolas la apretó con fuerza y respiró por la nariz, intentando luchar contra el dolor.
La contracción pasó unos momentos después, y Stolas se dejó caer cansado en los brazos de Blitzø, con la cabeza apoyada en su pecho. "Gracias, Blitzy." él susurró agradecido mientras el diablillo lo cargaba.
Blitzø se limitó a asentir con la cabeza, demasiado angustiado para pensar en una respuesta.
Cuando por fin llegaron a la habitación de Stolas, Blitzø depositó al príncipe con cuidado en la cama, y luego corrió al baño a buscar toallas. Blitzø no sabía mucho de partos, prácticamente nada, pero en las películas siempre usaban toallas. Por supuesto, el príncipe sólo tendría toallas blancas, pensó Blitzø mientras sacaba un montón del estante. Bueno, estas se van a arruinar .
