Una joven mercenaria esta haciendo una terrible cacería. Su objetivo: políticos corruptos, narcos e inversionistas extranjeros que se agencian tierras de forma ilegal llamando la atención el gobierno imperante y la Sedena que busca capturarla.
Pero...
"Cuenta una antigua y desconocida leyenda mexica qué, cuando los invasores del mar llegaron a la gran ciudad y comenzó la guerra; los antiguos mexicanos le rogaban a su dios patrón, Huitzilopochtli, que les diera la fuerza para vencer a sus enemigos y proteger su tierra prometida. Este, desde su residencia, escuchó sus suplicas y tomó la apariencia de un formidable guerrero Cuachic; quién fue el terror de los invasores. Con ferocidad, destruía sus embarcaciones con simples rocas, cambiaba de apariencia para pasar desapercibidos de su vista y como acto de honor, quiso pelear contra el líder de este ultraje, desafío que Cortés nunca concretó.
Por más que intentaron, los hombres blancos no pudieron darle fin al guerrero perfecto, por desgracia la caída de su amada ciudad fue inminente gracias a un enemigo que él no contemplaba: el imperio Arconte.
Infiltrados entre los iberos, los arcontes se valieron de tácticas deplorables y horrendas que ni siquiera el gran señor de la voluntad y la guerra pudo hacerles frente con toda su capacidad y con el apoyo de su familia y sus hijas: las formidables Cihuacuauhtli.
Sea como sea, la caída del gran imperio de orígen Aztlanteano sucedió y el padre de los mexicanos no pudo frenar la desolación, viendo como su amado pueblo y familia morían frente a él.
Las tropas del imperio Arconte lo sometieron y se lo llevaron prisionero cuyo paradero fue a las estrellas.
Antes de ser llevado, exclamó con voz sonora que se hizo y se hace eco en esta tierra:
-<<No importa el tiempo que me tome,yo regresaré hasta recuperar lo que a mi pueblo le han arrebatado y venceré a mis enemigos antes de que salga el alba. El imperio caído volverá a levantarse, más glorioso y hermoso como nunca se vió, y guiará a las naciones a una era dorada de paz y prosperidad>>.
Pero no toda de su extensa familia murió en este holocausto, muchas de sus hijas lograron escapar. Algunos dicen que regresaron a Aztlan, otras, se ocultaron y esperan, en silencio; el momento propicio para recuperar aquello que les arrebataron y vengar la muerte de los suyos.
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