EL PERCANCE DE LA OTRA AMIGA. PARTE 2.

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Cuando Teresa llegó al trabajo se percató de que había alguien que la estaba esperando, era Melany Canadela, una mujer de 30 años quien era su principal rival de competencia, ella al igual que Teresa era alguien de una belleza sin igual: un cuerpo bien tonificado, un hermoso cabello de color gris y una piel ligeramente bronceada.

—Hasta que te dignas a venir—Dijo Melany con un notable enojo—Te llevo esperando hace más de 20 minutos.

—Melany, cuando dije que vería a una hora no me refería al tiempo exacto, fue un decir lo que te dije—Melany era el tipo de persona que hacía todo tal cual lo decía, era una mujer muy directa, razón por la cuál ha tenido una vida bastante solitaria debido a ese extraño hábito que tiene—¿Para que me necesitabas?

—Sabes que no te llamaría por cualquier cosa ¿Verdad? A mi jefe no le agrada que venga a hablar con la competencia.

—Lo entiendo, supongo que el que estés aquí significa que es algo serio—Melany solo asintió con la cabeza—Bien vayamos a mi oficina.

Teresa trabaja en un pequeño edificio de 3 pisos, era un complejo de bienes raíces. Caminaron hasta llegar a la oficina de Teresa dónde se sentaron y se pusieron a charlar sobre cierto tema.

—¿Recuerdas a los diferentes grupos de extranjeros que llegaron al pueblo hace unos meses?—Le pregunto Melany a Teresa de forma directa, como siempre.

—Como no recordarlo, ellos causaron un gran revuelo en la ciudad cuando todos sin excepción donaron una gran cantidad de dinero a los equipos de fútbol de diferentes divisiones de la ciudad. Según ellos lo hicieron para fomentar la creatividad de chicos y grandes.

—En efecto, gracias a ello se ganaron el respeto de casi todas las familias más poderosas de la zona—Sentencio Melany recordando como esas personas (alrededor de unas 6 familias de más o menos 8 integrantes) se convirtieron en íntimos amigos de los más rico del lugar.

—Si, sin duda fue algo muy sorprendente para nuestra diminuta ciudad donde no ocurre algo sorprendente. Pero ¿Eso tiene algo que ver el que estés aquí Melany?—Le pregunto Teresa con curiosidad.

—La verdad si—Respondió Melany con una cara pensativa—La verdad es que ellos se han está comportando de una manera muy extraña, han estado comprando propiedades en lugares desolados o muy alejados de las zonas concurridas.

—¿Compran propiedades en lugares alejados? Eso es muy extraño.

—Lo es. Ellos compran esas propiedades a altos precios, nadie sabe de dónde sacaron tanto dinero, algunos piensan que ellos les pidieron dinero prestado a algunos ricos del lugar.

—Okey, sin duda eso es algo muy sospechoso pero no creo que sea tan raro, digo, ellos son extranjeros tal vez sus acciones sean usuales de dónde ellos vienen. No hay que juzgar a los demás solo por ser diferentes Melany—Le hablo con su naturalidad ya recuperada luego de recordar lo alarmista que Melany se podía cuando algo fuera de lo normal ocurría a su alrededor.

—Se lo que piensas y no es verdad—Continuo Melany muy molesta al sospechar lo que ella estaba pensando—Esto no es personal Teresa, el que comprarán esas propiedades tan lejanas y encima muy grandes indican que planean algo muy grande y creo que no es algo bueno.

—Melany, estoy seguro que eso no es algo de lo que debamos preocuparnos.

—¿No te preocupa la razón de porque tienen tanto dinero?

—Bueno, ellos posiblemente le pidieron dinero prestado a los ricos de la ciudad.

—Eres muy crédula Teresa, ¿Acaso no te preocupas que algo pueda pasar?—Ante la pregunta de Melany Teresa se acordó de lo que pasó ayer con su amiga.

—“¿Acaso la visión de Miranda es ocasionada por ellos”?—Fue lo que pensó con preocupación pero se inmediato lo ignoro pues tenía que concentrarse para la reunión de más tarde—Melany, creo que estás exagerando este tema pero si de verdad tienes serías preocupaciones lo hablaremos después.

—¿Después?

—Tengo una reunión muy importante con una familia para comprar una casa.

—Son una familia rica—Dijo Melany.

—No en realidad, ha ganado la lotería y quieren usar el premio para comprar una casa en la zona de suburbios.

—Guau—Melany se tocó la cabeza con molestia—De acuerdo Teresa, pronto vamos a hablar después, solo quiero que te mantengas alerta a cualquier cosa sospechosa que ocurra alrededor, en especial si tiene que ver con ellos ¿Me lo prometes?

Teresa sabía que ella no podía convencer de desistir a Melany por lo que no le quedó más remedio que prometer que lo haría.

—Lo prometo Melany—Dijo Teresa mientras se ponía una mano en el pecho en señal de mantener una promesa.

—Bueno, ya que parece que estás muy ocupada, te dejo pues yo también tengo un pendiente que lamentablemente no puedo posponer.

—¿En serio? ¿Es un pendiente del trabajo?

—Quisiera, es una cita, mi tonto padre no deja de querer incluir a mi y a mis hermanos a su estúpido negocio de industrias internacionales—Dijo Melany con molestia mientras se levantaba de su silla y se dirigía a la salida—No importa el hecho de que ya seamos mayores de edad, el aún quiere controlarnos.

—Te diría que lo ignores pero se de primera mano lo molesto que puede llegar a ser tu padre—Dijo Teresa recordando con amargura una vez cuando conoció al padre de Melany. Un señor firmé e insensible quién siempre busca que se haga lo que se ordena, un señor muy siniestro y astuto a pesar de su ya muy avanzada edad.

Así ambas mujeres se despidieron y la mujer de pelo gris se fue del sitio. Tiempo después llegaron los clientes que Teresa estaba esperando y los guío a la casa que deseaban comprar.

—Espero que los problemas se resuelvan, los niños necesitan un lugar en calma y tranquilidad, hay que pensar en los jóvenes pues ellos son el futuro del país—se dijo Teresa para si misma.

EN OTRA PARTE MIENTRAS TANTO.

Un chico se paseaba con cierta lentitud por un pasillo con barandal mientras observaba las puertas de los diferentes apartamentos de un edificio ya mencionado.

—Debo decir que estoy muy impresionado de que ellos hayan logrado todo de forma tan rápida y discreta. Cualquiera pensaría que se fueron por razones personales, de verdad que tienen mucha gente de confianza y de gran influencia—Quien hablaba era una persona ya conocida, era Gregorio Eretia Flivel, el muchacho que mantenía una fuerte amistad con la señora Teresa.

Gregorio se asomó en los apartamentos vecinos de dónde vivía Teresa y vio que, en efecto, no había nadie viviendo en aquellos cuartos. Gregorio se quedó viendo los cuartos vacíos y se fue de ahí a pasó, saco su teléfono con una sonrisa y marcó un número en el, pronto se escuchó un sonido de línea conectada y hablo con alguien desconocido.

—Hola, soy yo—Hablo Gregorio desde el teléfono—Te llamo para decirte que ya se preparó el escenario, todo está listo y no parece que haya problemas—Gregorio escuchó de forma tranquila las instrucciones que le daba esa persona desde el otro lado del teléfono. Escucho con atención hasta que puso una cara de asombro.

—¡¿En cuatro días?!—Dijo con asombro—Pero, aún es muy pronto, no me siento preparado—Escucho algo por teléfono para luego decir—No es eso, estoy completamente listo solo digo que pensaba más tiempo para apreciar como era antes de que la posea—Después recibe unas instrucciones en las cuales solo asiente de forma obediente, luego cuelga y respira profundamente.

—Por fin ya llegó el día, estoy muy nervioso pero por fin tendré mi recompensa. En cuatro días tendré mi muñeca—Hablo Gregorio con felicidad mientras caminaba tranquilo hacia afuera en dirección a su casa.

Lo que sucede es una trampa muy oscura donde ella ya no tiene escapatoria. Solo es cuestión de tiempo.

CUENTOS DE UNA LUJURIA DESENFRENADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora